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En el trono de Mira en el F.L.D.I.L, el cuerpo de Mira de repente tembló antes de que sus ojos se abrieran de par en par y ella comenzara a jadear en busca de aire.
Mientras Mira se ajustaba a su cuerpo, un gran carrete de Seda Caótica apareció en sus manos.
Mira ni siquiera miró el objeto por el que tanto había trabajado, ya que su mente estaba demasiado revuelta en ese momento.
Ahora mismo, Mira no sabía qué debería hacer o sentir. Una miríada de emociones complejas surgían de ella simultáneamente, haciéndola sentir como una presa al borde de romperse.
Sin embargo, ya que dijo que dejaría de ser tan dura consigo misma en la Prueba, Mira decidió simplemente dejarlo todo salir.
Lágrimas empezaron a correr por su rostro mientras su boca tomaba muchas formas diferentes. A veces fruncía el ceño, mientras que otras veces sonreía.
De vez en cuando se reía. A veces gemía.