La mano derecha de Menarx se movió para acariciar el cabello de Neveah de una manera lenta y tranquilizadora.
Él era paciente y no presionaba para que Neveah dijera más, aunque Neveah podía sentir prácticamente su profunda preocupación y furia.
—¿Realmente quieres que recorramos este camino? —preguntó Neveah, mirando hacia arriba a Menarx.
—Solo si te sientes cómoda con ello. Puedo esperar, siempre lo haré —aseguró Menarx.
Neveah suspiró en silencio, había tanto de lo que no estaba lista para hablar, cosas que Neveah no creía que estuviera lista para mencionar jamás.
Pero Neveah sí quería compartir algo con Menarx, algo que nunca había contado a nadie... algo que haría que él comprendiera realmente la clase de vida que ella había vivido.