Las puertas de la sala de audiencia se abrieron y el Rey Jian entró, su presencia tan regia e imponente como siempre.
Cada paso suyo exigía respeto y los señores dragón y jinetes hicieron una reverencia profunda hasta que él tomó su lugar en su trono.
El Rey Jian ojeó la sala, el consejo estaba todo presente excepto por Xenon, que estaba inevitablemente ausente y luego Menarx.
Por derecho, el Rey Jian siempre sería el último en llegar al consejo, ya que todos los demás estaban obligados a llegar tan pronto fueran convocados.
Incluso la Guardia del Rey no era excepción, aparte de aquellos en patrulla de vuelo o fuera en una tarea.
Pero a Menarx no se le había asignado ninguna de esas, el señor dragón había rehusado participar en cualquiera de sus deberes desde que Neveah desapareció.
Pero Neveah había regresado, ¿no es cierto? El Rey Jian no estaba seguro de qué excusa podría haber para la ausencia de Menarx esta vez y frunció el ceño en desagrado.