Entonces, sacó todos los tesoros que pensó que serían útiles para él, como una hoja del Árbol de la Vida, varias frutas Durazno Celestial, manzanas de jade sandía y uvas verdes cristalinas.
—Xiao Yueyue, ¿dónde conseguiste tantos tesoros? —Xiong Zi Ying estaba sorprendido, pero entre todos los tesoros, sus ojos se llenaron de lágrimas al mirar la botella de agua del Lago del Milagro.
—Los encontré por casualidad en el reino secreto de Congzhu —Ella se rascó la cabeza y lo miró confundida al notar sus ojos temblorosos.
—¡Xiao Yueyue, eres mi mejor discípula! —Xiong Zi Ying la abrazó de repente con emoción, sobresaltándola.
—Maestro, ¿qué está pasando? —Ella estaba asombrada. Esta era la primera vez en su vida que lo veía tan feliz.
Su sonrisa ahora no era su falsa máscara, y su respiración se suavizó mucho.
El agua en el Lago del Milagro podía acelerar el proceso de curación de las heridas de todo tipo de criaturas y mejorar sus poderes del alma. (Cap.257)