Las palabras —Emperador del Gran Imperio Xiao— crearon cierta distancia en la relación de Xiao Jing y Ni Huang, ¡quienes en realidad eran primos!
¡Eso le causó aún más dolor!
Xiao Jing observó atentamente su expresión. Los ojos de Ni Huang estaban llenos de dolor. Era la tristeza de ser sospechada por ambas partes. Sin embargo, había también determinación. Era la determinación que tenía en su corazón para darle a todos una vida pacífica y próspera.
¿No era acaso el sueño de Xiao Jing traer paz a la gente?
Han Feng se quedó pasmado por un momento. ¡La actual Ni Huang era o bien Su Bei o la verdadera Ni Huang!
No solo había comprendido completamente la esencia de esta escena, sino que también lo había llevado completamente a la actuación. Esta sensación despreocupada hizo que Han Feng se entregara involuntariamente a ella. Su humor cambió, y ya no usó el método de actuación externo. Se volvió aún más reservado y profundo.