—Señorita Otoño abrió los ojos para ver la cara de un hombre flotando sobre ella y sintió su cuerpo congelarse por el miedo. Instintivamente, con ganas de pelear, gritó en voz alta incluso mientras intentaba mover sus miembros para enfrentarse a la amenaza entrante... Le llevó unos momentos darse cuenta de que nadie estaba tratando de restringirla...
Jadeando pesadamente, yacía ahí y miraba fijamente a Gabriel Frost, quien ahora estaba de pie más lejos de ella, con un paquete de jugo en su mano... Era él... incluso mientras su cerebro sentía el alivio, trataba de calmarse, repitiendo en su mente: "Estás segura, Señorita Otoño. Este hombre no es una amenaza... Él es gay..."