—Erasmi Frost, no puedo creer que fueras el cerebro detrás de esa broma —comentó Isabella, sus ojos rodando en desaprobación simulada mientras se balanceaba en los brazos de Erasmi. Su risa resonó a su alrededor y él se encogió de hombros, haciéndola mirarlo sorprendida.
—Vamos, no podía dejar que mis hermanos menores se llevaran todo el protagonismo, ¿verdad? ¿Qué tipo de ejemplo estaría dando para mi hijo? ¿Que su padre no puede llevar a cabo una broma decente? —respondió Erasmi con una vuelta, un brillo travieso en sus ojos.
Isabella entrecerró sus ojos hacia él, acusándolo en broma —Entonces, decidiste reclutar a alguien para disfrazarse de zombi y darles un susto justo después de la ceremonia? Por suerte, Nora mostró un autocontrol notable y no desató ninguna técnica de autodefensa sobre el pobre zombi. Pero Demetri...