"(Desde la Perspectiva de Azul)
Era un momento muy importante para Flint y su esposa. Él tomó una semana de permiso porque se suponía que su esposa daría a luz esa semana. Era la semana 38. Pero ella no lo hizo.
—Sé que es demasiado pedir estos días, pero lo haré de todos modos. Necesito unos días más. Es importante para mí estar al lado de Rosa hasta que dé a luz —dijo Flint—. Había venido después de siete días para extender sus vacaciones.
—Está bien. No te impediré que estés con tu esposa cuando te necesite —dije—. Solo …
—¿¡Pero qué...!?
Antes de darme cuenta, comenzó a entrar en pánico y se fue en un abrir y cerrar de ojos. No tenía idea de lo que había pasado.
—¿Qué acaba de suceder…? —murmuró Perita—, sorprendida como yo.
—Espero que no haya nada malo... —musité.
Flint regresó después de unas horas. Estaba sudando como si hubiera corrido mucho. —Su Alteza, ¿tiene un momento? —preguntó sin aliento.
—¿Flint...?