Pedro de encuera y se sube en sima de él. La poya pedro está muy cerca del agujero de Samuel. Empieza a empujar la poya suave mente y Samuel empieza a gemir una y otra vez. Pedro le empieza a dar más y más recio. Minutos después pedro hace un gran gemido y saca su poya.
Pedro: ¿te gusto?
Samuel: no claro que no nunca piense perder mi virginidad así
Pedro: y prepárate que vas a tener relaciones cada que yo quiera
Samuel: nooo
Pedro: adiós nos vemos
Pedro sale por la puerta trasera y se va para su casa a descansar. Samuel todavía no puede creer lo que acaba de pasar.