—...Bien, ustedes se lo pierden—hablo con cierta decepción.—Esta era una oportunidad muy, pero muy rara en la vida. No se arrepientan después de su decisión.
La diosa Génesis, además de ser muy amable y una compañera perfecta para discutir diversos temas, tenia la costumbre de dar comidas y té capaces de brindar compresión conceptual. El grado de aprendizaje era tal, que existía un alto porcentaje de romper el cuello de botella en un cualquier paso de la Autoridad.
—Si tu lo dices—titubeo Faram. La voz descontenta de Elías casi hace que se replantee su decisión, pero el alto estatus de la diosa Génesis causo que desistiera.—Ya que todo esta resuelto, es hora que Vanet te lleve a tu habitación y puedas descansar. La fiesta se llevara todas tus energías, te lo prometo.
—Cierto, tanta platica hizo que olvidara mi labor. Lo siento, Elías.
—No te disculpes, fue una conversación muy productiva. La próxima vez tratemos de que ocurra en nuestros tiempos libres.
A pesar de los varios problemas que surgieron antes y después de la batalla, la situación ser resulto gratificante para Elías. Estaba acostumbrado a actuar con seriedad la mayoría del tiempo, que experimentar un momento así le trajo recuerdos de su viejo grupo.
"Para estos momentos, ellos deben estar en la entrada de la capital. Me pregunto como se sentirán al haber enfrentado y vivido a la misma Reina Demonio, su presencia no era inferior a la mía "reflexiono. Tenia curiosidad por resultado de la batalla final, pero su estado y la barrera obstaculizaron la Autoridad. Y aunque podía forzarla para sobrepasar las dificultades, el desconocimiento de su condición hizo que pensara las cosas dos veces." Mejor le pregunto a Génesis. Mi batalla futuro con Orelia necesitara todas mis fuerzas posibles. Además, los altos mandos prepararon a Noah para vencerla en caso de que muriera".
—Entonces te tomare la palabra. Todavía tengo dudas del combate.
—Si esta dentro de mis capacidades y no afecta tu crecimiento, con gusto te responderé tus dudas—respondió. Tenia un poco de interés en el crecimiento de la Chameleon. Tal vez, y solo tal vez, ella si tendría las capacidades para acceder al mar estrellado y sobrevivir sin problema. Eso si, primero debía dominar la Autoridad y conocer los peligros al iniciar.—Quien sabe, tal vez te enseñe algunas técnicas propias.
—¡En serio!—hablo con emoción. Alguien del calibre del Héroe tenia que tener técnicas propias muy poderosas. Si sumaba el hecho que estaba en un mundo como el mar estrellado, una sola de sus técnicas la llevaría a alturas aun no exploradas.—¡Estaré encantada de aprender contigo! Solo espero que cuando llegue el momento, no te contengas con tus enseñanzas.
—Dalo por hecho—sonrió. La emoción de Vanet le recordaba las veces que se alegraba por aprender de su abuelo.—Esa propuesta también va para ustedes, Orelia, Faram. Como estaremos parte del tiempo trabajando en la granja, podemos usar algunos tiempos libres para intercambiar información. ¿Que les parece?
—Seria interesante aprender más del exterior y tus habilidades. Algunos conocimientos tuyos pueden que me ayuden a avanzar en ciertos muros que tengo—comento Faram. Conocer lo desconocido y desentrañarlo daba un nuevo punto de vista al camino que uno recorría. Ver la visión del Héroe en su travesía de aprendizaje traería un nuevo mar de conocimiento que la ayudaría a cumplir una de sus metas actuales.—Estaré expectante por nuestra próxima platica. Quiero ver que áreas nos superan ustedes a nosotros.
—No lo menciones, estoy igual que tú. Hare lo posible para que te quedes boquiabierta con nuestros avances. Espero que no te desmalles por ello—comento con una sonrisa. Rio junto a Vanet por la risa de su nueva jefa y volteo su atención a la callada Orelia.—Que milagro, no respondiste primero. ¿Ya te aburriste de mi?
—Eso nunca—dijo con los brazos cruzados. Aburrirse del Héroe no esta en su diccionario, y nunca lo estaría.—Además, el líder me dio un permiso para no trabajar por los próximos dos meses. Es decir, puedo estar contigo la mayor parte del tiempo y recibir el pago de mi silencio.
—Lo tenias todo planeado.
—No, todo fue en la marcha. Y te agradezco por ser parte de ello.
Elías critico con la mirada a la Chameleon y suspiro por ver su gran sonrisa. Cada vez mas, sentía que aceptar esa petición se convertiría en una piedra para su vida pacifica. Sin embargo, ese pensamiento cambio a captar el significado detrás de esas palabras.
"Dos meses. Es mucha coincidencia que ese plazo cuadre con el festival solar. Descartaría esa posibilidad si fuera alguno de los Chameleon ocultos o la mayoría de la aldea, pero Orelia es otro tema" razono. Por la petición de Raf, sabia que ese festival iba a ser muy duro y necesitaría a los mas capacitados. Por su experiencia y Autoridad, conocía el nivel de la mayoría de todos y podía deducir quienes podría participar, excepto por Orelia. "Que tanta capacidad tendrá ella para que Raf le de libertad absoluta en su entrenamiento. Dudo que le exija entrenar con Faram cada cierto tiempo".
Elías, por mucho que le duela, tenia que estar de acuerdo conque tener a Orelia detrás suyo la mayor parte del tiempo era una oportunidad de oro. Mientras mas tiempo estuvieran juntos, mas era posible aprender de ella y obtener una idea de sus poderes y acciones. También, estaba el hecho que esa cercanía permitiría una mayor investigación sin alertar tanto a sus observadores como a Vanet y, reduciría un conflicto entre él y la aldea.
—Sabes, me haces dudar si eres una Chameleon o una Kitsune. ¿No tendrás un pariente muy lejano relacionado a ellos?
—No, no tengo ningún parentesco con algún Kitsune. Aunque, en mis primeros años de conciencia tuve un gran contacto con ellos. Tal vez por ello detectes algunas cualidades de ellos en mi.
—Posiblemente sea eso—dijo no muy convencido. Las palabras de Orelia estaban llenas de verdad, su Autoridad y experiencia lo decían, pero a su vez, estas mismas lo alertaban de una diminuta mentira.—Bueno, no les quito mas el tiempo y las dejo con sus tareas. Fue un gusto conocerlas.
—Lo mismo dijo. Nos vemos mas tarde—se despidió Faram.
Vanet sonrió por ver a su maestra mas alegre. La presencia de Elías la había ayudado a olvidarse de sus problemas por unos momentos. Si bien, ella se tranquilizaba y actuaba con normalidad cuando su hija y padre venían a visitarla o volvían de sus labores en la noche, casi siempre tenia una mirada nostálgica. Por ello, ver que esos ojos no poseían esas emociones la hacían feliz.
—Bien, bien, creo que es momento que nos vayamos. Si seguimos así, no terminaremos nunca—interrumpió Vanet. Todavía debía cumplir su labor e informar sobre la reunión a Faram.—Vamos, Elías, te llevare a descansar.
—Ok. Lidera el camino.
Vanet sujeto la mano del Héroe y se dispuso a irse del sitio. Tenia planeado dejar al chico en su habitación para que acomodara sus pertenencias y usaría ese tiempo para explicar todo a su maestra. No obstante, Orelia se interpuso en su camino y pidió, para su sorpresa, tomar su lugar de guía.
—Orelia, no es momento de tus ocurrencias. Si te dejo guiarlo, estoy segura que lo retaras a una batalla y destruirán todo a su paso.
—¿Tan poca confianza doy?—pregunto con una gran sonrisa. Al ver la mirada critica de todos, bajo sus hombros y cola, dejo de sonreír, y explico:—La verdad es que quiero tener una conversación privada con Elías. Hay unas cuantas preguntas que necesito saber en estos momentos.
—¿Solo eso?¿Por que no se lo preguntas mas tarde o algún otro día?—dudo Vanet.—Tienes mucho tiempo de sobra para resolver tus intrigas. Entonces, ¿por que tanta insistencia?
—Mis preguntas son tan personales para él que no me las responderá en presencia de otro—contesto seria. Entendía lo que sus palabras significaban para todos, incluido para los ocultos, pero sus preguntas eran mas importantes que otra cosa.—Te voy mi palabra, Vanet, no iniciare un combate u conflicto con Elías en el trascurso del viaje. Además, hay muchas cosas que debes hablar con Faram. Déjame el resto a mi.
Vanet no pudo contra argumentar contra su compañera, no ahora que había soltado abiertamente que el Héroe tenia conocimiento de su vigilancia. Ese pequeña acto había arruinado muchos planes futuros y fortaleció la tensión entre sus compañeros de equipo y el Héroe. Si bien, esta situación se encamino a un camino mas conflictivo, aceptar la propuesta de Orelia le daría la oportunidad de explicarle a su maestra, antes que sus compañeros, la situación actual del Héroe y la aldea.
"Orelia tiene razón, es importante que hable con Faram lo antes posible. Aunque ella no hubiera revelado tal información, Tarf trataría de sembrar la duda en ambas" pensó Vanet. No creía que Orelia cayera en las maquinaciones de su compañero, no cuando demostró tanto interés por el Héroe, pero su maestra era otra historia. "Entiendo que Tarf no lo hace con verdadera malicia, comprendo sus acciones, pero si quiere poder de su lado a Faram con aquel incidente no tendré mas alternativa que matarlo".
Elías abrió un poco los ojos por las emociones que soltaba Vanet y no pudo evitar entristecerse por ello. Las emociones que detecto a lo largo del trayecto le habían dado una idea de lo difícil que resultaría llevarse bien con la aldea. Lo que no tomo en cuenta fue que el problema que agobiaba a la aldea afectara tan profundamente a sus habitantes.
"Fue una mala idea el tratar de vivir aquí. Mi deseo egoísta comienza a generar un conflicto entre sus mismos habitantes. ¿Sera que no soy acto para vivir en una comunidad?" pensó decaído. Sentir esas emociones traían memorias que preferiría olvidar. "Es mejor si hablo con el líder en privado para comunicarle que me iré mañana...No, no puedo hacerlo, Raf me trato bien y brindo un hogar. Si me voy ahora, fallare mi palabra con él. Primero tengo que ganar el festival solar, y después podre marcharme con la conciencia limpia".
Elías se mantuvo impasible hasta que Vanet respondiera a Orelia. Actuaria en consecuencia de esa respuesta y trazaría un camino donde cumpliría su promesa con Raf. Seria muy difícil, lo presentía, sin embargo, aprendió de su abuelo que uno siempre pagaba sus deudas. Eso si, ese pago debía estar en un área donde uno mantenga sus principios y no afecte a sus seres queridos.
—...De acuerdo, encárgate de Elías. Llévalo hacia su habitación para que descanse un poco, lo necesitara para la multitud que lo interrogara—acepto renuente. La idea de dejar a Orelia con Elías no le agradaba, no por que tuviera un problema con ella, solo que, esa felicidad en su rostro le daba mala espina.—Lo siento, Elías, te dejare hasta aquí Tengo ciertos temas que hablar con mi maestra.
—Lo entiendo. Estoy agradecido por tu compañía—asintió en compresión. Avanzo hacia estar a la par de Orelia y comento:—Quizás la próxima vez podamos retomar el recorrido en la aldea. Si tu lo quieres.
—Si, estaría bien. Si en ese tiempo no has visitado la aldea, te guiare a los mejores lugares. Veras que para ser pequeña, tiene maravillas que te impresionaran.
—Lo esperare con ansias. ¡Hasta luego!
Vanet se despidió junto a su maestra de Orelia y Elías. La sonrisa en su rostro no plasmaban sus verdaderos sentimientos: vergüenza, pena y enojo. Ella estaba frustraba consigo mismo, por caer en una falta tan básica como olvidar las futuras acciones de sus compañeros, como también, la clara falta de profesionalidad de ellos.
—Elías se ve como una buena persona. Estoy segura que afectara positivamente a Fanet.
—Sera un poco difícil. Me entere que Fanet empezó con el pies izquierdo. Tú misma sabes la razón.
—...Esa chica si es complicada. Ya le he dicho muchas veces que calme sus emociones. Desesperarse por cumplir sus objetivos solo la llevara a la ruina—suspiro con dolor de cabeza. A veces su hija resultaba ser mas complicada que ella en su juventud, su padre lo recalco. Si tan solo su hija tuviera una figura que admirar y seguir, no tendría que preocuparse tanto.—Parece que te dejare a cargo de la granja un tiempo. Debo volver a reeducarla, mas la prueba de adultez esta cerca.
—Te recomiendo que lo hagas lo mas pronto posible. Ella se volverá mas impaciente con la presencia de Elías—menciono Vanet. Guardo silencio unos momentos, hasta estar segura que estaban fuera del rango de la Autoridad del Héroe y dijo:—Maestra, la llegada del Héroe aquí genero una disconformidad en algunos.
—Lo sé. Tener al grupo de infiltración oculto en el tejado de mi casa ya es un indicativo—hablo seria. Miro al grupo salir de su escondite y no se sorprendió por las miradas paranoicas, temerosas y enojadas. Conocía mejor que nadie la razón de ese estado.—Miren, ustedes guardaran silencio mientras Vanet me cuenta todo. No quiero interrupciones.
—Faram, mejor te cuento yo. Vanet tratara de...
—¡Eres sordo, Tarf!¡Le di la palabra a Vanet, no a ti! Vuelve a interrumpir y tendremos un grave problema—interrumpió Faram. Lanzo una mirada fría y tan poderosa, que el escuadrón se inclino para resistir su caída a la inconciencia. Observó a cada uno con ojo critico y advirtió:—El siguiente que tiente su suerte recibirá una sanción muy grave y un combate verdadero conmigo. Ahora, compórtense como profesionales y no hagan caer mas bajo la reputación del grupo.
Faram dio una ultima mirada al grupo y volteo a ver a su discípula. La falta de respeto de Tarf la tenia muy intrigada, el no la interrumpiría a menos de estar extremadamente temeroso u cegado por el odio. Esa actitud tan inusual, no podía deberse solo a la estadía del Héroe, tenia que haber algo más que influyera en sus acciones.
>>Bien, Vanet, dime con lujo de detalle lo que sucede. Ver al escuadrón especial de reconocimiento e infiltración no son buenas noticia<<.
—Maestra, lo que paso fue...
◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇
Elías siguió a Orelia con cierta incertidumbre. La chica avanzaba sin hablar o mostrar un signo distinto a caminar. Verla de ese modo fue un cambio que no esperaba y confundía. Él estaba listo para responder sus preguntas y averiguar el objetivo de hacerlas en privado, no estar en silencio.
"Por que nada puede ser tan fácil, abuelo. ¿Es tan difícil tener una vida normal?" se pregunto. Siempre, donde fuera, se convertía en un problema que perjudicaba a otro. Al veces dudada que hubiera un lugar el cual pudiera pertenecer, uno que pudiera llamar hogar. "Si comienzo de esta manera, ¿que me dice que no sucederá lo mismo en otro mundo? Tal...tal parece que mi única alternativa es vivir solo".
El Héroe cambio su atención hacia Orelia para no caer en negativismos. La calma que tenia ante la situación lo tenia intrigado y un poco celoso. Ella caminaba con la mayor tranquilidad del mundo, sin problemas de por medio ni conflictos internos visibles. Una vista que generaba innumerables sensaciones en su corazón.
—Para ser el Héroe tienes serios problemas de inseguridad, Elías.
—¿Eh?—pronuncio confundido. La chica empezó en un área que no esperaba.
—Nadie de esta aldea odia la idea de que vivas aquí. No se que tanta es la idolatría que tiene la gente del continente hacia el Héroe, pero aquí lo tienen muy alto—continuo, sin importarle el estado de Elías.—Ten una cosa clara: no odia a Elías, mucho menos al Héroe, lo único que odian es el hecho que vienes del exterior.
—...Tú...¿Por que me dices eso?
—No eres la primera persona que conozco con serios problemas de pertenencia. Te quedarías pasmado si te contara la historia de cada uno—contesto. Sonrió con tristeza al recordar a aquellas personas y alzo la mirada al cielo.—Te voy a dar un concejo que aprendí de ellos: el lugar donde uno pertenece, no es un castillo con falsas riquezas o un pueblo lleno de gente, es aquel que contenta y añora tu corazón.
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