Después de pensar detenidamente por un tiempo, Yu Tian dio inmediatamente una orden a Locke.
En ese momento, Locke estaba ayudando a los heridos a vendarse las heridas. Utilizó su mano cubierta de sangre para responder la llamada.
Inmediatamente sonó la voz indiferente de Yu Tian.
—Todos han trabajado duro. ¿Cómo están sus bajas? —preguntó Yu Tian.
El corazón de Locke se calentó. Yu Tian era ciertamente diferente a otros jefes. Otros jefes solo se preocupaban por la misión y nunca se preocupaban por sus vidas. El saludo de Yu Tian era una forma de respeto hacia ellos.
—Señor Yu, tenemos más de cien heridos y algunos han muerto. Ahora estamos preparándonos para atacar el departamento de gestión. ¡Pueden usar armas pesadas a gran escala más tarde! —dijo Locke con gratitud.
Todo estaba en el corazón de Yu Tian. La razón por la que aún no se habían movido era porque también estaban discutiendo si querían resolver el conflicto a través de negociaciones con él o usar la fuerza.