—¡Los Hummers de Oregón están dispuestos a jurar lealtad y obedecer sus órdenes, Amo Alonso! —gritaron los timoneles de las principales familias de Oregón junto a él.
—¡Los Keiths están dispuestos a jurar lealtad y obedecer sus órdenes también, Amo Alonso!
—¡Los Thompsons están dispuestos a jurar lealtad y obedecer sus órdenes también, Amo Alonso!
—¡Los Marlins están dispuestos a jurar lealtad y obedecer sus órdenes también, Amo Alonso!
...
Por un rato, estos timoneles juraron lealtad uno tras otro.
Excepto por estas familias de Oregón que ya habían discutido esto privadamente de antemano, ¡todos los demás estaban asombrados!
Nadie había esperado que los Campbells, la familia más poderosa de Oregón, voluntariamente renunciaran a la posición de supremacía, la cual el ganador obtendría, para Paul Alonso, el líder de la Facción Octa.
Julian no estaba tan sorprendido. En cambio, parecía haberlo esperado desde hace tiempo.