Tenshi se levantó como de costumbre, preparándose para otro día en el instituto. Se cambió de ropa y se preparó su desayuno. Su madre no estaba en casa, ya que tenía que salir temprano para trabajar.
Mientras Tenshi caminaba hacia la escuela, estaba absorto en sus pensamientos, recordando lo que había sucedido el día anterior.
-Por alguna razón, siento que mi cuerpo es más ligero. ¿Será porque volví a la vida? Es como si estuviera empezando de nuevo. -Se dijo a sí mismo.
Mientras tanto, al otro lado de la calle, un niño jugaba con una pelota en el parque, mientras su madre lo observaba desde una banca. La pelota rebotó hacia la calle, y el niño corrió tras ella.
-¡Hijo, espera! ¡No cruces la calle! -La madre gritó alarmada al ver a su hijo en medio de la carretera.
En ese momento, un camión que pasaba por la calle se acercaba peligrosamente al niño. Paralizado por el miedo, el niño soltó la pelota mientras su madre gritaba desesperada.
Tenshi, quien estaba cerca, se lanzó para salvar al niño. En un parpadeo, Tenshi apareció al otro lado de la calle, sosteniendo al niño en sus brazos, mientras el camión frenaba bruscamente, chirriando los neumáticos.
-¿Qué acaba de pasar? Yo estaba allí. -Tenshi se preguntó, perplejo por lo ocurrido.
Sacudiendo la cabeza para salir de sus pensamientos, Tenshi se aseguró de que el niño estuviera bien. El niño respondió afirmativamente y su madre, llena de alivio, lo abrazó y agradeció a Tenshi.
-Muchas gracias, de corazón. Gracias por salvar a mi hijo.
-No fue nada, señora. Y tú, ten más cuidado la próxima vez. -Tenshi acarició la cabeza del niño y luego se despidió.
Mientras tanto, la policía llegaba al lugar, reprendiendo al conductor del camión. Al otro lado de la calle, un hombre observaba todo con detenimiento. Vestía un traje negro de oficina, su cabello rubio dorado caía hasta sus hombros, y sus ojos eran de un azul claro.
-Sigo pensando en lo que ocurrió con el camión. No puedo encontrar una explicación lógica para eso. Debería dejar de darle vueltas al asunto.
Tenshi continuó su camino hacia el instituto. Al llegar, fue recibido por Kazuki, quien le gritó desde lejos, junto con Aoki y Ryota.
-¡Hey, Tenshi! ¡Vaya, eres rápido! Esta vez llegaste temprano. -Kazuki dijo, pasando su brazo alrededor de Tenshi efusivamente.
-Hola, chicos.
Los cuatro se quedaron en la entrada del edificio, hablando mientras observaban a los estudiantes que iban llegando. Era evidente que todavía era temprano, ya que apenas algunos estudiantes estaban entrando a clases.
-¡Miren, son ellos! Son los miembros del Club de Ocultismo! -Un estudiante señaló emocionado entre la multitud.
Un grupo de cuatro estudiantes se acercaba a la escuela, tres chicas y un chico. Las chicas eran hermosas y el chico destacaba entre la multitud.
Morgana, la presidenta del Club de Ocultismo, era una joven de apariencia misteriosa y elegante. Con su cabello largo y negro, y sus ojos violeta profundo, parecía estar siempre analizando su entorno. Su tez pálida y su estatura imponente le daban una presencia impresionante.
-¡Kyaa, Morgana-sama es tan hermosa! -Exclamaron algunas estudiantes al verla.
Kazuki rápidamente informó a sus amigos sobre la identidad de Morgana.
-Morgana Darkwood, de tercer año y presidenta del Club de Ocultismo. Escuché que es una estudiante de intercambio de Estados Unidos.
El grupo de Morgana también incluía a otros miembros:
Renjiro Kurogane, un estudiante de primer año con un aspecto enigmático y oscuro. Su cabello negro azabache caía sobre su frente, y sus ojos ámbar brillaban misteriosamente.
Miyuki Ono, de tercer año, tenía una apariencia misteriosa y cautivadora. Su cabello largo y oscuro llegaba hasta su cintura, y sus ojos eran de un profundo tono negro.
Akiko Takahashi, de segundo año, tenía una apariencia enigmática y elegante, con cabello largo y gris que le llegaba hasta la cintura.
El entusiasmo de Kazuki no pudo contenerse cuando vio a las chicas del club.
-¡Guau, las chicas del Club de Ocultismo tienen unos atributos impresionantes! -Comentó Kazuki, haciendo que la sangre le saliera por la nariz, en un gesto claramente pervertido.
Morgana notó a Tenshi entre la multitud y lo miró con desagrado, su sonrisa se desvaneció y de repente, Tenshi sintió un fuerte dolor de cabeza y una sensación de miedo cuando sus ojos se cruzaron.
-Aargh... -Tenshi se quejó del dolor, sosteniéndose la frente.
-¿Estás bien? -Haruki preguntó preocupado.
-Sí, no fue nada. Solo un dolor de cabeza. ¿Lo viste? Morgana me miró de manera extraña. -Tenshi respondió, tratando de disipar la preocupación.
-No creo que ella te haya mirado a ti. Debió de haber sido Kazuki con esa cara de pervertido. No es sorprendente que te miren con desprecio. -Haruki respondió en tono burlón, provocando una discusión entre Kazuki y él.
Mientras los amigos discutían, Ryota los miraba sin decir una palabra. Era hora de entrar a clases, y todos se dirigieron a sus respectivos salones, dejando atrás el bullicio del Club de Ocultismo y la mirada misteriosa de Morgana.