—Habían pasado varios días desde que Su Yanying visitó la tienda de Su Ping —pensó—. Estaba más que dispuesta. El problema era... no tenía suficiente dinero.
—Llegó a la tienda, sorprendida al ver esa larga cola afuera. En unos pocos días, la tienda se había vuelto bastante popular.
—Mientras se alegraba por Su Ping, también se preocupaba al mismo tiempo.
—Con el próspero negocio y el aumento de la demanda, ¿Su Ping... cobraría más? —según su conocimiento de Su Ping, la respuesta era... ¡por supuesto!
—Acababa de ahorrar 100,000 monedas, justo la cantidad exacta. Si él hubiera subido el precio, tendría que volver y ahorrar más dinero.
—Ese pensamiento la perturbó.
—Señorita Su, puedes tomar mi lugar aquí.
—Señorita Su, aquí, mi lugar es mejor.
—…
—Tan pronto como Su Yanying llegó a las afueras de la tienda, atrajo la atención de muchos estudiantes.
—No dejarían pasar la oportunidad de hablar con Su Yanying —le saludaban con la mano, tratando de cederle sus lugares.