—Este capítulo está dedicado a @edi_o. ¡Muchas gracias por el super regalo!
—Alicia agarró con audacia su collar. Sus ojos ahora brillaban con determinación, sin que nada ni nadie los detuviera. Especialmente no Ezequiel mismo —escucha, Ezequiel. Ya no planeo pasar mis días restantes odiándote o luchando contigo. He decidido hacer lo que yo quiera... sin reservas. Así que no pierdas tu tiempo —ni el mío— tratando de distraerme o asustarme. Todas esas tácticas, ya no funcionarán conmigo. —Le espetó directamente, sabiendo que él encontraría alguna forma de disuadirla de llevar a cabo sus planes.
—Al escuchar lo que dijo, él se quedó completamente inmóvil. Su expresión no cambió mucho, pero sus ojos se agudizaron ante sus palabras. Era como si él fuera un depredador, quieto y en posición, solo esperando el momento adecuado para atacar.