Este capítulo está dedicado a @Josefina Kearns. ¡Muchas gracias por el super regalo!
—Lo siento... —murmuró él, con la voz quebrada—. Lo siento muchísimo.
Con esas palabras saliendo de sus labios, las pestañas de Iryz parpadearon abriéndose. Zeres no lo vio porque tenía la cabeza inclinada hacia abajo, mirando fijamente la mano de ella que también estaba cubierta de heridas. Sus manos sostenían las de ella con delicadeza, como si sostuviera un frágil pedazo de vidrio.
Tardó un rato Iryz en enfocar su visión, solo parpadeando. Hasta que sus ojos finalmente pudieron ver claramente su entorno y lo primero en lo que se posaron fue en él. El ángel estaba parado junto a ella. Y se veía... completamente destrozado. Un ángel roto pero hermoso.