Un silencio algo incómodo descendió sobre el amplio estudio por un corto tiempo hasta que Alicia rompió la quietud otra vez.
—Cuando apuñalaste a Abigail... —comenzó ella y luego hizo una pausa con un ligero estrechamiento de sus ojos hacia Zeke—. ¿Estabas seguro de que ella no se quedaría muerta? ¿Tenías algún tipo de garantía o prueba de que Abi resucitaría después de que la asesinaste? Dijiste que lo único que vio la profetisa fue a ti matando a Abi y a los dragones desapareciendo —Alicia fue implacable en su búsqueda de preguntas para Zeke, sin dejar piedra sin remover.
Ezequiel miró hacia Alex y Abi antes de devolver su mirada a Alicia. —No. No estaba seguro —respondió, con una respuesta corta y al grano.