"Te amo…" susurró, con los ojos increíblemente intensos.
Nunca pensó que querría escuchar estas tres palabras de alguien otra vez, pero esto sonaba como música para sus oídos, una melodía que quería escuchar una y otra vez, especialmente porque venían de sus labios, una melodía de la que nunca se cansaría. Recordó cómo todo su ser se volvía oscuro y frío cada vez que esas mujeres le decían esas tres palabras. Pero ahora, aquí estaba, diciéndolas él también. Nunca pensó que saldrían tan fácilmente, las palabras saliendo de sus labios antes de que se diera cuenta.
De repente, se dejó caer sobre la nieve, acostado junto a ella mientras miraba al cielo. Se preguntó si esto era normal. La magnitud de estas emociones en su interior eran casi extremas, los efectos de las cuales eran casi demasiado aterradores para pensar. ¿Qué más podría hacerle hacer esto? ¿En qué más podría cambiar esto en él?