—¡Crack!
El Espejo Revelador de Demonios se hizo añicos al instante, dejando a todos conmocionados.
El rostro de Skylar Neal se tornó pálido, y su cuerpo tambaleó antes de arrodillarse sobre una rodilla, respirando con dificultad.
—¡Skylar! —La expresión de Braydon Neal cambió ligeramente mientras corría a sostenerlo.
—Hermano, me duele la cabeza —susurró Skylar con dolor.
—¿Qué pasó?
Braydon supuso que era debido a la impresión del alma, pero no sabía cómo manejarlo.
Inmediatamente se preparó para salir con su hermano.
Sin embargo, un rugido atronador resonó desde el cielo:
—¿Quién se atreve a destruir el Espejo Revelador de Demonios de Hoizen?
Un hombre barbudo descendió del cielo.
La cara de Braydon se volvió fría, y su voz sonó como un tigre.
Su onda sonora, imbuida con el poder de los cielos, eclipsó la imponente manera del hombre barbudo.
Un torrente de intención de matar se disparó hacia el cielo.
A Braydon realmente no le importaba Hoizen.