La aparición de la Esfera de Mil Capas marcó un evento significativo en la historia de este mundo.
Fue aclamada como un tesoro supremo, esencialmente el núcleo de este entero mundo en miniatura.
Quienquiera que la empuñara poseía dominio sobre este mundo, convirtiéndola en la autoridad definitiva.
Sumando al intriga, la Sala de las Almas se abstuvo de intervenir mientras las bestias demoníacas luchaban por la posesión de este tesoro.
Aquellos que se aventuraban en la Torre del Alma tenían que enfrentarse y arrebatarla de las bestias demoníacas por sí mismos.
Esta prueba resultó mucho más dura que cualquier ensayo o prueba dentro del mundo pequeño.
Momentos después de que la Esfera de Mil Capas se manifestara, bestias demoníacas en un radio de mil millas se congregaron hacia ella.
Entre ellas había más de diez bestias del reino del corazón santo, nativas de la región central, criadas y crecidas aquí.