—¡Tonto! Los niños humanos que nacen con dieciséis alas deben haber heredado el linaje de sus padres. ¡Sus padres definitivamente no son más débiles que yo! —La voz del zorro de nueve colas resonó con autoridad.
—Es descendiente de los hombres emplumados —interrumpió apresuradamente el cucaracho negro—. Parece ser un caso de atavismo.
—¿Atavismo? —El zorro de nueve colas expresó incredulidad.
Un ser vivo con un linaje atávico no solo revería así a sus ancestros.
¿Había superado el fenómeno del atavismo en esta familia al de su antepasado?
Algo no cuadraba.
Debe estar relacionado con los padres biológicos.
—Deberías saber que si este cachorro humano tiene éxito, sin duda se convertirá en el futuro líder de la raza humana. Quizás Chadwick Neal y los demás fueron así de jóvenes —añadió el cucaracho negro en voz baja.
—¡Chadwick Neal! —El rugido furioso del zorro de nueve colas reverberó por el cielo, desintegrando una vez más las estrellas circundantes en polvo.