¡Zumbido!
Después de un ligero sonido que atravesaba el aire, nadie podía ver con claridad.
La pantera negra mordía el cuello de Estelle Lockers, y parecía como si estuviera congelada en esta escena para siempre.
En su frente, más de la mitad de una hoja verde de ocho centímetros de largo se había hundido, cortando sus nervios cerebrales y matándola al instante.
La sangre fluía por la frente de la pantera negra y goteaba en la cara de Estelle.
Esta escena dejó atónitos a todos.
—¿Usar hojas para herir a las personas? —dijo el líder del escuadrón conmocionado.
—Guerra... Nivel de Dios de la Guerra —Los miembros del equipo de Preston a su alrededor balbuceaban—. Nunca habían oído hablar de una figura joven a nivel de Dios de la Guerra.
Braydon Neal se dio la vuelta. Envuelto en una capa negra, entró en el helicóptero. Sus delgados labios se movieron levemente, —Misión cumplida. Steve, ven conmigo a la ciudad de Lamar. ¡Ustedes regresen al equipo de Preston!