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79.21% Cultivación prohibida (+18) / Chapter 202: Conferencia (II)

Chapter 202: Conferencia (II)

–Los caminos del DAO son diversos. El más común es ganar poder de combate, pero no es el único, ni mucho menos exclusivo. De hecho, es recomendable en algún momento recorrer otros caminos, aunque sea parcialmente. Ayuda a expandir la perspectiva, lo que es importante en el futuro– sigue explicando la maestre.

Miro a Xiulan. ¿Se refiere a profesiones? Ella se gira hacia mí. ¿Ha sentido mi mirada? Desvía la mirada de golpe, de nuevo avergonzada. Las demás se ríen por lo bajo. Se han dado cuenta del breve intercambio.

–Una familia de esos caminos son lo que suele llamarse profesiones. Estoy segura de que todos estáis más o menos familiarizados con ellas. Habréis oído hablar de alquimia, herrería, joyería, talismanes, artefactos, formaciones y muchas otras. Hay quien cree que no tienen una aplicación directa en el combate. Están muy equivocados.

Estoy convencido de ellos. Sin la formación, no habría estado a punto de morir a manos de Zhi Ru.

–Es evidente en los talismanes, ya que su aplicación es directa. Cada talismán puede ser un ataque o una defensa instantánea y poderosa. También tienen otros usos, pero no voy a explayarme en ellos. Si estáis interesados, en ellos o en cualquier otra profesión, acudid a los talleres que organizan sus facciones.

Mejor no. O Ye Bi podría reclutarme. Bei Liu y Bi Lang me miran y sonríen. ¿Me han leído el pensamiento? No creo, ¿verdad?

–Quizás, pueda parecer que la alquimia solo sea un soporte para la cultivación, pero hay píldoras que pueden usarse directamente en combate. Desde aumentar temporalmente la cultivación hasta lanzar terribles venenos. Nunca subestiméis a un alquimista. Puede tener muchos recursos a su disposición– nos avisa de nuevo.

Esta es una información que ya conocía. A nuestra alquimista le encanta hablar de todo lo relacionado con alquimia.

–Otros ejemplos pueden ser herreros, con cientos de armas a su disposición que pueden usar junto a sus técnicas. Os aseguro que pueden ser temibles. Aunque, quizás, los más peligrosos de todos son los maestros de formaciones. Pueden tender trampas y defender sus posiciones con solvencia, incluso contra cultivadores más poderosos. Quizás, muchos crean que no son un problema si no se les da tiempo a crear las matrices en las que se basan sus creaciones, pero eso es solo una verdad a medias.

Me pregunto si alguna de las chicas querrá aprender alguna profesión, aparte de Bai Wan, claro. ¿Podría reclutar a algunas? Bueno, mejor no pensar en eso ahora. A duras penas tengo tiempo para todas. Ya me siento suficientemente culpable.

–Es cierto que es mejor no darles tiempo de crearlas. O intentar combatir contra ellos lejos de donde puedan haberlas preparado. También es cierto que, si son hábiles, pueden prepararlas y alzarlas en medio del combate. Incluso pueden tener artefactos preparados que las contengan. Si bien todo el mundo puede llegar a usarlas con el artefacto adecuado, si el propio maestro en formaciones ha creado la formación, esta será mucho más efectiva y rápida. Además, aunque no sean muy poderosas, les puede dar tiempo para preparar otras más complicadas y peligrosas.

No me cabe duda. Ya lo he sufrido, y se supone que era una sencilla.

–Por supuesto, dominar cualquiera de las profesiones lleva tiempo. Hay quien cree que el mejor camino es invertir ese tiempo en la propia cultivación y en aprender técnicas. No os equivoquéis. No existe un mejor camino. No hay un único DAO. Cuál es mejor depende de cada persona, de sus aptitudes, de las circunstancias, de las oportunidades. Nunca despreciéis un camino, por mucho que no sea el vuestro. Muchos de los que han llegado a la cúspide tenían una profesión, ya sea como auxiliar o principal.

Bai Wan nos ha hablado alguna vez del Alquimista Supremo con adoración, casi fanatismo. Parece que ascendió hace miles de años. Aunque no tengo muy claro qué es la ascensión. Se dice que ir a otro mundo superior, pero no sé muy bien qué significa. ¿Dónde está ese mundo? ¿Por qué no se puede ir antes? Bueno, tampoco es algo de lo que ahora mismo tenga que preocuparme.

–De las profesiones, existen muchas, y dentro de ellas, diferentes especializaciones. Además, se pueden combinar. Por ejemplo, el disco de formaciones que he mencionado antes necesita de un creador de artefactos para construirlo, y un maestro de formaciones para añadir las matrices. Prácticamente, las posibilidades son infinitas.

Conozco el ejemplo de los brazaletes de qi que hizo Yan Xiulan, que son muy útiles con los talismanes de Ye Bi. Aunque no estoy muy seguro si a ello se le puede llamar combinación. Supongo que sí.

–Como os he mencionado antes, las profesiones son algunos de los muchos caminos. Existen otros. Como domadores, que hacen uso del poder de las bestias. Hay druidas, que hacen uso del de la naturaleza. Están los llamados caminantes de las olas, muy peligrosos en el agua. Hay adivinadores, capaces de predecir el futuro, a veces inmediato en un combate, a veces más lejanos. Los hay que hacen incluso uso de otros cultivadores, por diferentes métodos. O los titiriteros, que usan marionetas– sigue explicando.

–Kong hace uso de nosotras, sin duda– me acusa Bei Liu.

–¿No será al revés?– me quejo.

–Solo a veces– ríe Pen.

–A mí no me importa si lo hace– se ofrece Bi Lang.

–Pervertida– la critica su amiga.

–¿Tú no quieres?– pregunta la otra, extrañada.

–¡Yo no he dicho eso!

Al menos, discuten en voz baja. Y tienen suerte de que estemos en un lugar público. Si no, haría uso de ellas. ¿O quizás sería al revés?

–Se dice que los DAOs son infinitos, con infinitas variantes. Lo más importante es que no se debe subestimar ningún camino. Incluso los que parecen no llevar a ningún lado, más de una vez se ha demostrado lo contrario. No quiero decir que los sigáis sin más, pero sí que nunca subestiméis a ningún enemigo o aliado. Que no los comprendáis, no significa que sean inferiores a los vuestros. No dejéis que la arrogancia os ciegue– nos avisa una vez más.

Está un rato más hablando de diferentes DAOs. No estoy seguro de si bromea con algunos de ellos. Finalmente, se pone a hablar de cultivación.

–El número de métodos de cultivación también es extenso, quizás infinito. Elegid el mejor posible para vosotros dentro de los que estén a vuestro alcance, pero sin perder de vista el futuro. Algunos métodos pueden cambiarse, otros no, o tienen un alto coste hacerlo. Si elegís uno de estos últimos, estad seguros de que podéis seguirlo en el futuro. En caso contrario, vuestro camino podría acabar antes de lo previsto. Tened mucho cuidado con invertir en una ganancia rápida que podría socavar vuestro futuro.

No puedo evitar mirar de reojo Tai Feng y Yawen. También han venido. En gran parte, es gracias a mí, o culpa mía, que eligieron una cultivación dual que los une estrechamente. Muy estrechamente. Cambiarla sería perjudicial para ellos. La verdad es que espero que nunca suceda, que nunca se separen. Espero realmente haberles hecho un favor y no lo contrario.

Tampoco puedo dejar de pensar que esas palabras son un intento de ir contra la facción del placer. De avisar a los estudiantes que estén tentados. Hay rumores sobre ciertas prácticas prohibidas que algunos de esa facción utilizan. Especialmente, la que puede absorber la cultivación de otros con sexo.

No son rumores. Estoy convencido de ello. En el pasado, enterré los cuerpos de algunos esclavos que estaban en la etapa uno. Habían perdido su cultivación. Y sabemos que más de una de esas muertes están relacionados con esa facción. Ahora, con el nuevo trato a los esclavos, parece que esas prácticas han desaparecido. Al menos, que yo sepa.

Aunque los rumores no son por los esclavos. A nadie les importa demasiado. Son por estudiantes desaparecidos. De esos, no sé nada. Podría ser verdad.

Está un buen rato hablando de diferentes tipos de cultivaciones, de ventajas y desventajas. Luego, de las instalaciones de la secta. He estado en muchas de ellas, como esclavo. La mayoría de las que habla están fuera de nuestro alcance. Supongo que intenta incentivarnos para que nos esforcemos.

Las mínimamente avanzadas, hay que pagarlas. Eso significa misiones para la secta. No hay duda de que trabajamos para ellos a cambio de que nos ayuden a cultivar. Bueno, no hay nada gratis. Yo tengo suerte de que los copistas seamos valorados. Tengo facilidad para ganar puntos.

Lo último que hace es darnos una idea general de los alrededores. De nuestras sectas vecinas. De algunas, no habla muy bien. Nos avisa sobre ellas. Es probable que las encontremos en el futuro. Hay una exploración en una dimensión separada a la que solo pueden ir los de Alma. Es en unos años. Y van todas las sectas de la región. Incluso pueden venir de otras.

Por cierto, ¿qué es una dimensión separada? ¿Por qué solo pueden ir los de Alma? Cuando fui a la expedición, creo que no era así. Y, más que poder ir solo los de Génesis, más bien parecía que los demás no estaban interesados. Tenían que ganar experiencia, así que por eso no los acompañaban. ¿O había otras razones? Bueno, ya no importa.

—————

Pensaba irme en cuanto acabara. No ha sido posible. Varios de los estudiantes que vienen a nuestros eventos de combate se han acercado. También Tai Fen y Yawen. Incluso ha aparecido Dai Quon, el estudiante de bastón. Cuando se va, mira a las chicas y me guiña un ojo. Dice algo de tener envidia.

Luego me voy con las chicas a la cabaña de mis pervertidas. Bueno, Yan Xiulan se va por su cuenta. Dice que tiene trabajo que hacer. Sería más creíble si estuviera menos roja. No sé que piensa que vamos a hacer. Bueno, quizás lo que acabamos haciendo.

Las gemelas han dicho antes que me tomara mi tiempo. Que tenían cosas que hacer. Así que hemos acabado los cinco en la cama doble de mis pervertidas.

Han bromeado sobre auras mientras follábamos. Me han acusado de seducirlas. Es injusto. Al menos con mis pervertidas. Fueron ellas las que empezaron.

Fen Huan ha estado bastante callada en la conferencia. Ahora, muy apasionada. Tiene dos piercings en sus pezones. Se los he estirado de vez en cuando. Pen ha dicho que los va probando en diferentes lugares.

–¿Quizás en la lengua el próximo? En el clítoris sería interesante– ha mencionado en algún momento.

Su esclava la miraba con expectación. Mis pervertidas estaban demasiado cansadas para hacerles caso. Han pedido que fuera intenso, así que les he hecho caso. Casi han perdido el sentido después de seis orgasmos seguidos, cada uno más intenso.

Ahora, están acostadas. Sus cuerpos desnudos totalmente expuestos. Muy eróticos. Sobre todo cuando se mueven. Me sonríen.

Fen Huan ha querido el mismo trato. Ha aguantado ocho. Quizás más intensos. Con algo de dolor añadido.

Ahora, estoy penetrando a Pen. Al principio, ha estado cabalgándome. Sus imponentes pechos botando. Su forma y su posición, más separados que la mayoría, los hacen un plato diferente. Delicioso.

Después del cuarto orgasmo, no ha podido más. Así que la he empujado contra la cama. Donde ahora las estoy penetrando. Me separo de ella un poco, liberando sus labios. Dejándola respirar. Y me incorporó para disfrutar de la vista de su cuerpo desnudo. Sin dejar de entrar y salir de ella.

–¡¡AAAAaaahhhh!! ¡¡¡Kooooonnng!!! ¡No puedo más! ¡¡¡AAAAaaaahhhhhHHH!!!– me pide sin decirlo que acabe.

Empujo hasta el fondo. Liberando un poco de qi. Luego retrocedo, con más qi. Mientras cojo uno de sus pechos con la palma de la mano. Apretándolo. Es mullido y suave.

Entonces vuelvo a entrar despacio. Añadiendo más y más qi. Alargando su anterior orgasmo. Elevando la intensidad de nuevo. Haciendo que vuelva a convulsionar. Que abra más la boca. Como queriendo gritar, pero sin decir nada.

Toda ella tiembla. Mientras sigo entrando más y más profundamente. Sin dejar de añadir qi. Mientras su cuerpo se sacude varias veces. Se tensa. Parece que le falta aire. Que el placer llena cada fibra.

Finalmente, llego hasta el fondo de nuevo, con más qi. Ella tiembla con más violencia. Gime ahogadamente. Como si no le quedaran fuerzas. Se tensa otra vez. Vuelve a temblar. Vuelve a tensarse. A la vez que mi semen la llena.

Me la quedo mirando mientras jadea. Mientras intenta recuperarse. Me inclino para besar con suavidad sus labios. Sus mejillas. Su frente. Ella me sonríe. Satisfecha. Cansada.

–Malo– me acusa, con una voz de la más seductora.

–La culpa es tuya por ser tan irresistible– aseguro.

–Tonto– me vuelve a acusar.

Aunque su sonrisa es más amplia. Sus brazos envuelven mi cuello sin mucha fuerza. Sus labios sellan los míos con ternura.


Chapter 203: Compras

Por la tarde, voy al mercado. Vienen conmigo Liang, Ma Lang y Hong. Las demás, se quedan dentro de la Residencia, o por el mercado.

Prometí comprarles vestidos. Que los elegiría para ellas. Bueno, más bien ellas me han obligado. Así que, con las tres, entro en la tienda de ropa.

Al menos, el de Shi es fácil. Ya lo había elegido. En realidad, solo había hecho un comentario. Ahora, ¿qué elijo para las demás? Bueno, por ahora, vamos a echar un vistazo. La verdad es que hay muchos vestidos. Y todos les quedan bien. Están preciosas cuando las imagino con ellos.

Mmm. Estos dos… Uno azul y otro negro. Abiertos por los lados. Hombros descubiertos. Les quedaría genial a las gemelas. Los dibujos son amarillos como su cabello. Van con unas medias negras semitransparentes.

–Para las gemelas– le susurro a Liang.

Ella los mira y sonríe. Asiente. Parece estar de acuerdo. Se encarga de pedirlos. De dar las medidas. Mientras, Hong se acerca a mí. Ella es la encargada de coger el siguiente pedido. He visto uno que le iría bien. Pero mejor que lo coja otra de las chicas.

Es entonces cuando veo uno de una pieza. Es relativamente corto por abajo. Con aperturas en el centro del pecho. Hombros descubiertos. Guantes hasta casi el codo. Tiene dibujos redondos. Como si fueran píldoras. Había pensado en comprarle algo parecido a una bata. Pero no puedo resistirme.

–Mira si tienen talla para Wan– le pido a Hong.

–Ji, Ji. Es perfecto– se ríe ella.

Se va con el vestido y viene Ma Lang. Así que le indico el que me ha parecido bien para Hong.

Es rojo con motivos verdes. Ajustado. Delineará sus curvas. No lleva falda sino pantalones. Hace juego con su pelo. Y un poco con el de su ahijada.

–Para Hong y Bronceada– le pido.

Ella asiente y lo coge. Dirá las tallas. Y le prepararán dos. Si pueden, hoy. Si no, otro día. Vuelve Liang.

–Los tendrán a partir de mañana. Tienen que hacer algunos ajustes– me informa.

–Perfecto. Este para Ma Lang– señalo el que he visto antes.

Ella mira el vestido. Me mira. Sonríe.

–Pervertido– me acusa –. Le encantará.

Es una imitación de un vestido de sirvienta. De casa rica, de nobles. Y más corto de lo que debiera. Creo. Bueno, no estoy del todo seguro sí es así.

Ella se va, mientras sigo mirando. Hong tarda un poco.

–Han dicho que lo harán. Una semana. Y costará un poco más caro– me informa.

Asiento. Ya lo esperábamos. Las medidas de Wan no son habituales. Le señalo unos vestidos. No le digo para quién son. Es obvio.

–Je, je. Son perfectos. Estaba casi segura de que los elegirías– me sonríe.

No me extraña. Son demasiado perfectos. Uno adulto. Llega hasta el cuello. Pero se puede abrir por los pechos. Erótico y útil a la vez para dar de mamar. Uno a juego, para un bebé. Perfectos para Shun y Wei.

–Para Liang– le indico a Ma Lang un poco más tarde.

Es negro y elegante, como el de Shi. Llega hasta justo encima del pecho. El resto, hasta el cuello con una tela negra traslúcida. Con hombros descubiertos. Unos guantes que apenas llegan hasta la muñeca. Una falda larga, abierta por los laterales. Motivos florales del marrón de sus ojos.

A Liang le encanta el de Song. Es diferente al resto. Una blusa clara con puntos marrones. Es ajustada, y no llega al ombligo por abajo. Cubre sus hombros, pero apenas tiene mangas. Lo más interesante es que se parece al color de su piel. De lejos, dará la impresión de que no lleva nada. Y parece cómodo.

Para la parte de abajo, elijo un pantalón corto del color de su pelo. Llega por encima de las rodillas. Las medias de un color similar, por debajo de estas. Me pregunto si le quedará bien. Al menos, Liang ha dado el visto bueno.

Para Bang Rui, blusa y pantalones que se pegan totalmente al cuerpo. Lo cubren del todo, hasta el cuello. Fácil de moverse y muy erótico. De un azul claro.

A Ning, un vestido sencillo. Se sostiene con tirantes a los hombros. Empieza a cubrir a la mitad de sus pechos. Con un enorme escote. Media espalda descubierta. Llega hasta los tobillos. Es blanco y semitransparente.

El de Rong tiene muy poca tela. Una tira que cubre el centro de sus pechos parcialmente. Deja al descubierto un tercio por encima y un tercio por debajo. Luego una minifalda que no llega a su entrepierna. No puedo dejar de imaginarme follándomela con esa ropa.

Para Guo Hai, un vestido elegante a cuerpo completo. Abierto por los lados, de arriba a abajo. Unos cordeles sostienen las partes de atrás y delante juntas. Sus pechos quedarán visibles por los laterales. También parte de sus nalgas. Parece en un primer momento modesto. Pero quedará un tanto expuesta. Perfecto para una exhibicionista como ella.

Debería haber acabado. Pero me he animado. Son dos vestidos holgados. No muestran mucha piel. Son modestos, recatados. Todo lo contrario de lo que suelen llevar. Me gustaría ver cómo les quedan a mis pervertidas. Los elijo iguales, excepto los colores. A juego con su cabello y ojos.

Hay uno de cuero, ajustado, fácil de moverse. Apropiado para una guerrera. Perfecto para Fen Huan.

Me fijo en uno elegante. Incluso lujoso. Un vestido largo casi hasta el suelo. Abierto por detrás a la altura de las rodillas, hacia abajo. Con escote generoso pero no escandaloso. Me encantaría ver como le queda a Pen.

Luego está el rosa. Más bien modesto. Espero que mostrar los hombros no sea demasiado para ella. No puedo evitar comprarlo para Yan Xiulan.

Querría comprar para An, Dandan, Sai, Meixiu y Jiao. Pero no sé si podrían quedárselo. A pesar de todo, aún son esclavas. ¿O quizás no? Podría…

Supongo que tampoco es conveniente para Di Tao. No sabría que decir si lo viera su novio. Aunque…

Y en cuanto a Shu, Ai y Ken… No se los puedo dar, pero…

Además, hay unos modelos similares a los de Shun que les podrían quedar bien a mis otras dos mamás. 

Nos vamos después de reservarlos. Incluso los que podríamos llevarnos. Los tendrán todas a la vez. Y nadie sabe cuál es el suyo. Han prometido no decírselo a las demás. Ni siquiera preguntar.

Las devuelvo a la Residencia un rato después. Junto a las que se han quedado comprando fuera. Aunque, en lugar de irme, vuelvo a ir a la tienda de ropa. Hay algo más que quiero comprar. Sin que ellas se enteren. De momento.

—————

Dos días después, vuelvo a visitar al entrenador de bastón. Como en la ocasión anterior, me recibe la sirvienta. Silenciosa. No pregunta. Me deja entrar. Supongo que me ha reconocido. Me indica que la siga. Me lleva al mismo patio que en la ocasión anterior. Al igual que entonces, se va. Solo me queda esperar a que llegue el maestro.

Me dijo que viniera cuando dominara siete movimientos consecutivos. Dispersando y lanzando qi. Lo logré ya hace unos días. Pero no me he decidido a venir hasta que lo he controlado consistentemente.

Ha costado conseguirlo. Las chicas a menudo han practicado conmigo. Sobre todo, para ayudarme. Aunque digan que a ellas también las ayuda. Espero que sea verdad, al menos un poco. La verdad es que ellas pueden practicar entre sí con mucho más espacio.

Ahora, sin Zhi Ru, podemos ir más a menudo a entrenar al bosque. Aunque siempre con cuidado. Siempre alerta. La influencia de Dai Fen no debería llegar hasta allí. Es territorio de la secta. Pero nunca se sabe.

Además, hay gente a la que no le caigo bien. Aunque no sé hasta dónde podrían llegar. Por ello, siempre que salimos, cambiamos varias veces de dirección. Y preguntamos al volver si alguien nos ha seguido. Algún esclavo los habría visto salir. Por ahora, no ha sido el caso.

Por fin, al cabo de más de dos horas, aparece el maestro. Es normal que tarde. No va a dejar lo que estaba haciendo a medias. Al fin y al cabo, me está haciendo un favor. Ya es mucho que me reciba.

–Vaya, vaya. Tú de nuevo. Entiendo que has completado los 7 movimientos. A ver, con disipar– me saluda, blandiendo directamente un bastón de entrenamiento.

Hago una reverencia antes de atacar. Como en la ocasión anterior, bloquea con facilidad. Cada tres golpes, disipo el qi resultado de los impactos. Y acabo enlazando siete golpes seguidos.

–Otra vez– me ordena.

Esta vez, es más difícil. Más qi se desprende de su defensa. Así que hay más a disipar. Pero no me coge por sorpresa. Esperaba algo parecido. Me cuesta más, pero consigo disiparlo y enlazar los 7 golpes seguidos.

No es perfecto. Parte del qi me ha sido imposible quitarlo. Molestaba un poco. Pero no era suficiente para no dejarme terminar.

–Ahora, no lo disipes. Lánzalo contra mí– vuelve a ordenar.

Yo asiento y ataco. Sigo con la demostración de lo que he aprendido. Voy variando algunos golpes. Empujo el qi que se acumula contra él. No es realmente un ataque. Pero molesta la pequeña turbulencia de qi. Lo he probado varias veces contra las chicas. Y ellas contra mí. Es fácil que te haga perder la atención. Aunque el maestro parece simplemente ignorarlo.

–Otra vez– ordena de nuevo.

De nuevo, los choques de los bastones generan ahora más qi. Se hace más difícil, aunque no imposible. Tengo la sensación de que, si quisiera, podría generar aún más. Me obligaría a detener el encadenamiento de golpes. Este es mi límite.

–Bien, bien. No está mal. Aunque eres un poco brusco. En lugar de empujarlo de golpe cuando hay demasiado, envuélvelo con suavidad un poco antes. Así, podrás dominarlo con más facilidad. ¿Entiendes lo que digo?– me apunta.

–Creo que sí– respondo.

No parece difícil. Ni siquiera lo habíamos pensado. Nos habíamos centrado simplemente en la tarea de sacarlo o empujarlo. De un único tirón.

–Inténtalo. Disipa– vuelve a alzar el bastón.

Esta vez vuelve a usar poco qi. El primer intento es un poco torpe. Aunque acabo consiguiendo empujarlo. Tras el sexto golpe, me sale un poco mejor, casi a la par como lo hacía antes.

–Casi. No tengas prisa. Envuélvelo con suavidad. Como si fuera un pañuelo de seda acariciando a un bebé– me sugiere.

Me lo hace practicar durante un rato. Dándome consejos. Apuntando defectos en mis movimientos. Es un lujo tener a un maestro como compañero de prácticas. La verdad es que en unos minutos he mejorado ostensiblemente. Es más fácil así que como lo hacía antes. Las chicas estarán encantadas cuando se lo cuente.

El método anterior era más brusco, más precipitado. Ahora, es más fluido. Es como la diferencie entre saltar al agua o meterte caminando. Con los dos, entras. En el primero, el impacto contra el agua es más fuerte. También corres el riesgo de golpearte contra una piedra que no hayas visto. El segundo, entras más suave, sin peligro.

–Lánzalo.

Seguimos practicando un poco más. Ahora le envío el qi. Es natural una vez lo he hecho con disipar. Incluso cuando añade más qi. Tiene que añadir bastante antes de que me supere.

–Bien, bien. No está mal. Ya dominas los fundamentos básicos. Puedes seguir practicando, pero no es lo más importante. Practicarás a la vez durante la siguiente fase. Y siempre tendrás que reajustar cada vez que subas a la siguiente etapa. Hasta llegar a Cuerpo. Recuerda no descuidar tu cultivación. Ahora, es lo más importante– me alaba y avisa.

–Sí, maestro. ¿Cuál es la siguiente fase?– inquiero.

–¿Has aprendido alguna técnica de bastón?– me pregunta, sin responderme.

–Sí. Bastón fantasma y Extensión de qi– cito dos que él recomendó.

También está Explosión de qi, pero con dos debería ser suficiente. No sé si podría justificar tres. Mi abundancia de qi gracias al sexo me deja entrenar más. Pero no puede saberse.

–Bien, bien. Son perfectas para la siguiente fase. Debes lograr controlar el qi circundante. Igual que has disipado o empujado, ahora lo debes usar para alimentar esas técnicas. A veces, al completo. A veces, una ayuda. Por una parte, gastarás menos qi. Por la otra, en ocasiones, puedes reaccionar más rápido. Aunque apenas sea un instante, usar el qi alrededor del bastón es más rápido que llevarlo desde tu dantian– me explica –. Se puede incluso intentar controlar el resto del qi del entorno, aunque eso será más adelante. Cuando tu cultivación sea más alta.

Me lo quedo mirando un momento. ¿Eso se puede hacer? Empujarlo y disiparlo es una cosa. Meterlo en una técnica…

–Sí, maestro– le hago otro reverencia.

No sé cómo hacerlo, pero probaré. A ver que dicen las chicas.

–Deja que te haga una demostración– sonríe él.

Cabe decir que la demostración me deja sin palabras. Si tiene algún error, no soy capaz de detectarlo. El bastón parece alargase con facilidad con el qi sobrante. Es sorprendente. Lo disipa usándolo.

Solo puedo darle las gracias y hacer más reverencias. Él parece satisfecho cuando nos despedimos. Su sirvienta me muestra la salida. Me muero de ganas de intentarlo.


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