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62.5% Cultivación prohibida (+18) / Chapter 160: Cita imprevista (I)

Chapter 160: Cita imprevista (I)

Al día siguiente, las gemelas traen el manual de Hoja fantasma. Es el mismo para espada y daga, así que no han tenido que coger dos. En su lugar, han traído el de lanza.

Song las abraza y las despeina. Ellas se quejan. Pero un ligero rubor demuestra que están más avergonzadas que enfadadas. El de Liang puede esperar. Debido a su cultivación, está un poco detrás de las demás. Por no hablar de que tiene que practicar con el arco y con las flechas. A veces juntos, a veces separados. Todavía le falta para empezar con las técnicas.

Las gemelas han dicho que se pasarán en unos días por la zona de entrenamiento. Viene el instructor de arco. A ver si pueden oír algo.

Tienen manía al de dagas. Entre otras cosas, porque ni siquiera las miró. Claro que se supone que están en la etapa cuatro. Bueno, en la cinco. Oficialmente, han decidido subir hoy. Es decir, ocultan una etapa menos.

Lo han hecho en menos de un año. Eso las hace estudiantes prometedoras. Si lo consiguen varias veces seguidas, podrían ser promocionadas a estudiantes internas. Ya decidiremos si vale la pena o no.

A Shun habrá que buscarle otras técnicas. Con un cetro, una técnica similar a Bastón fantasma no tiene mucho sentido. Aunque si la de Extensión de qi. Ayudaría a protegerla.

Para Hong, con el hacha a dos manos, quizás. Aunque me temo que gastará aún más qi que en nuestro caso. Quizás haya más adecuadas.

De todas formas, para las dos es muy pronto. De hecho, Hong a duras penas levanta el hacha.

Bronceada me ha mirado con los ojos muy abiertos cuando le he hablado de Puño fantasma. Le permite ganar rango. Poder golpear desde la distancia. Proyectar sus golpes. Sin duda, está deseando tenerla. Pero primero, ha de dominar los fundamentos.

Se puso a estudiar Golpe Celestial demasiado pronto. No puede avanzar más en el dominio de la técnica porque su dominio de qi no es suficiente. Está trabajando en ello. Le he prometido que, si se porta bien, se la traeré cuando llegue el momento. Por ahora, tiene trabajo que hacer.

A Wan, simplemente no le interesa nada que no sea alquimia o sexo. Bueno, quizás exagero un poco. Juega con Wei y con Terror. A veces con Rayitas, aunque menos. Y las chicas la arrastran de vez en cuando fuera de sus prácticas de alquimia.

Lang simplemente seguirá la estela de Shi. A no ser que encuentre algo más adecuado.

Hai, algo parecido, aunque su espada sea más grande. Por ahora, también le queda por dominar los fundamentos.

A Rui le van bien de momento las técnicas de las gemelas. Y Ning… Bueno, ahora está entrenando superponer varios escudos de qi. No es excesivamente entusiasta. Al menos, no intenta escabullirse. De hecho, se esfuerza. Aunque sea solo para pedir un premio.

Por otra parte, la dureza de la piel de los que practicamos el Cuerpo Yin Yang es cada vez más patente. Agradezco que, a pesar de ello, siga siendo suave. Deliciosamente suave. Me encanta acariciarlas.

También los músculos han mejorado. Más resistentes. Más fuertes. Aunque no lo parezca desde fuera. Puedo notarlo. En mí y en ellas. No sé cuánto ayudó en mi intercambio de movimientos con Ga Gui. Sin duda, se sumaba al qi para hacer mis golpes un poco más potentes.

Sé que puedo seguir endureciéndolos. Refinarlos una y otra vez. O pasar a los órganos internos. Que es lo que estoy empezando a hacer. No importa mucho el orden. En lo que se use, mejora. Es una técnica bastante agradecida.

Sin duda, soy el que está más avanzado. Al principio, lo comprendieron más rápido. Sin embargo, ellas están limitadas a su Yin. Yo puedo reunir varios Yin de las que no lo practican. Una actividad de lo más placentera.

Ahora estamos intercambiando nuestras primeras impresiones con las técnicas.

–Gasta mucho qi, pero se puede practicar con menos. Solo hay que limitar el tamaño de Extensión de qi por ahora, hasta que lo controlemos mejor– sugiere Yu.

–Lo mismo para Lanza fantasma. Se puede limitar la distancia y bajar el poder. De esa forma, podemos trabajar en dominarla, malgastando menos qi– también propone Song.

Oh, bueno, ahora que lo dicen… Tienen razón. Como puedo recuperar qi con facilidad, ni me había preocupado. Aunque es cierto que, incluso recuperando, gasto demasiado. Si les hago caso, podré practicar más.

–En extensión de qi, creo que es importante comprimir el qi justo después de soltarlo– añado.

–Oh, ya veo. Se nota que alguien ha malgastado un montón de qi practicando– me critica Song, sacándome la lengua.

–Ja, ja. Pobrecito. Aun que se esfuerza. Ten un poco de piedad– se ríe Shi.

–Si quiere piedad, que me dé un beso. Si no… Mmmmmm.

¿Quería un beso? La he cogido por sorpresa. Le está bien por burlarse de mí. Me encanta recorrer su precioso pecho. Pinchar su pezón. Mientras saboreo su lengua con la mía.

–¡Ay!– me quejo.

Me ha mordido. Me mira sonriendo. Se tira sobre mí. Me coge las manos. Nos besamos de nuevo. Se separa y me mira con una sonrisa satisfecha. Relamiéndose.

–¡Eh! ¡Yo tampoco voy a tener piedad!– exclama Yi.

Al final, las beso a todas. Bueno, algunas son ellas quienes me besan.

Song se queda un rato abrazándome por la espalda. Pegada a mí. Noto dos bultos presionándome sensualmente. Su dulce aroma invadiendo mi nariz. Se muestra cariñosa para "compensar el mordisco". Aunque no tengo la sensación de que se sintiera muy culpable. Suele usar ese tipo de excusas cuando simplemente quiere mostrarse más tierna. Le gusta que la mimen más de lo que suele querer reconocer.

Las demás se turnan en darme de comer. Unas con ternura. Otras bromeando. Me han tapado los ojos para que no pueda ver qué como. Han estado haciendo pruebas.

–Esa es quizás demasiado dulce. Un poco de postre está bien. Demasiado acaba siendo empalagosa– emito mi juicio.

–Se veía venir. A Yi le encanta– se burla Yu.

A Yi le gustan las cosas muy dulces. Yu tiene cierta predilección por lo picante.

–Pues dentro de poco te tocará una de las de Yu. Suerte. Ya sabes como son sus gustos…– me amenaza Yi, metiéndose con su hermana.

De hecho, tengo que pedir agua un rato después. Mientras ellas se ríen. Está más picante de lo que esperaba. ¿De dónde lo han sacado? Bueno, nos solemos separar en el mercado. Supongo que allí. O puede que las gemelas lo consiguieran por su cuenta.

Aprovechan que estoy vendado para mimarme. Besarme. Tentarme. Entre bocado y bocado. La mayoría me los dan boca a boca. Aunque no habrá sexo hasta la noche. Quizás me desahogue con Ning luego.

—————

Un día después, estoy volviendo a la cabaña. Ya he acabado de copiar por hoy. Quizás podría pasarme a ver a Di Tao. A Follar su culo. Y absorber qi de la etapa dos. Estará en su cabaña encerrada. Sin querer salir para no ver a su prometido. Aunque no es la mejor hora. Alguien podría verme. Podría crearle problemas. Mejor por la noche, como siempre.

De repente, alguien me agarra. Me tapa la boca. Me arrastra hacia un portal. Su qi es mucho más denso que el mío. Pero no están permitidas peleas en medio de la secta. Así que, tras la sorpresa, empiezo a revolverme. Si quiere hacerme algo, lo forzaré a llamar la atención.

–Espera, Kong. Soy yo. Ye Bi. Perdona que haya sido tan brusca. Tengo que pedirte un favor– me detiene una voz conocida.

Me suelta. Me mira, quizás sintiéndose avergonzada, culpable, como una niña traviesa. Es la que quiere reclutarme para hacer talismanes. Y ha venido alguna vez al evento de peleas. Aunque solo para ver. Su cultivación es demasiado alta para nuestro evento.

Ha deslizado la capucha hacia atrás. Mostrando su pelo verde. ¿Estaba escondiéndose? No entiendo nada. No somos tan íntimos. Ni tampoco enemigos.

–¿Qué es todo esto? ¿Qué es eso de un favor?– pregunto. No sé si debo sentirme enfadado.

–Bueno… Primero de todo perdóname. Si te llamaba, podía llamar la atención. Mi sombra me estará buscando. Es muy pesado– se queja.

Suspiro. Me da un poco de pena. Supongo que se refiere al estudiante que me avisó de que me alejara de ella. Se ve que la sigue a todas partes.

–No ha sido nada. Me has asustado un poco, pero ya está– reconozco, perdonándola.

Sin duda, ha sido un buen susto. Aunque tampoco hay para tanto. Ella sonríe. ¿Cómo enfadarme con esa sonrisa?

–Gracias. Verás… Si no tienes nada importante que hacer, ¿podrías acompañarme al mercado que hay afuera? ¡Te compensaré! Prometí no ir sola. Supongo que padre quería decir que fuera con el pesado ese. Pero mi promesa fue ir con alguien más. Mis amigas hablan demasiado, no puedo fiarme de que lo guarden en secreto– me pide.

Mi mira fijamente con sus ojos verdes. Bueno, supongo que puedo acompañarla. Además, me cae bien. Cuando vino a ver las peleas y conoció a mis pervertidas, no las discriminó. Habló con ellas sin prejuicios. Y me gustaría pedirle más talismanes.

–¿Ahora?– pregunto.

–Si puede ser…– responde, casi suplicando con la mirada.

–Vamos.

Me cubro también el rostro. Caminamos hacia la entrada de la secta. Ella mira hacia todos lados. Está tensa. De repente, me coge del brazo con fuerza.

–Disimula. Es él– susurra.

Está entre asustada y excitada. Como una niña haciendo una travesura temerosa de que la pillen.

–Tranquila. Sé natural. Haz como si habláramos de algo– propongo.

–¿Disimular como si hablara? Ya veo. Quizás es más fácil si lo hacemos. Dime, ¿cuántas amantes tienes?– me pregunta con curiosidad.

Casi me atraganto con mi propia saliva. La miro sin saber qué decir. No es una pregunta que se debiera hacer así como así.

–Tenía curiosidad– me saca la lengua –. Los rumores van de cuatro a diez.

La gente habla demasiado. ¿No tienen nada mejor que hacer? Es imposible que me hayan visto con diez "amantes". Aunque, la realidad es que son más. No es algo que pueda reconocer.

–La gente exagera. ¿No tienen nada mejor de qué hablar?– me quejo.

–Ji, Ji. Sabes, has sido la comidilla de los últimos días. "Un esclavo da una lección a Ga Gui en un duelo a muerte". Muchos no lo soportan. Aunque ya no seas esclavo, lo dicen así para humillarlo. Hay rumores que hiciste trampa. Otros que le perdonaste la vida. Y claro, también salen todo tipo de cotilleos sobre ti. En algunos, eres más alto, más guapo y más musculoso. Je, je– se interesa.

–¿No tienen que cultivar…?– gruño.

–A la gente le gusta distraerse. Cotillear de los demás es una de las aficiones favoritas– ríe ella –. ¿Qué pasó en realidad?

–No demasiado. No fue un duelo, solo un intercambio de golpes. Él me provocó y el instructor de bastón prácticamente me forzó a aceptar. La verdad es que simplemente no estaba a la altura. Yo solo tengo un dominio básico de los fundamentos. Se supone que él más, pero en realidad aún le falta incluso para empezar con los movimientos básicos. Presumía cuando lo que tiene que hacer es practicar. Al final, hizo el ridículo él solo– lo resumo.

–¿Eso es todo? ¿Y lo de que hizo un ataque letal usando el qi de la siguiente etapa?– pregunta.

–Como exageran… Es cierto que hizo un ataque con qi de la etapa dos. Supongo que le dolía en el orgullo. Pero no era tan letal. Y, aparte del qi, el ataque era más bien defectuoso. Solo tuve que desviarlo. Después de eso, me salí. No valía la pena continuar– le explico.

Me giro hacia ella. Se ha quedado callada. Me está mirando con los ojos muy abiertos.

–¿Qué?– le pregunto.

–Nada. Eres bastante humilde, ¿verdad? Me gustaría haberlo visto– declara.

–Es solo la verdad. Preferiría que la gente hablara de otra cosa. No quiero que me ocasione problemas– afirmo resignado.

–Je, je. Ga Gui hubiera estado encantado en tu posición. Explicaría la "batalla épica" cada vez más exagerada. Y tú solo quieres que dejen de hablar. No os parecéis en nada. Bueno, él parece ser que es bastante creído. Mejor que no os parezcáis.

–Lo hemos dejado atrás– cambio de tema.

–¡Ah! ¡Ya lo había olvidado! ¡Vamos!

Es un poco distraída… También bastante alegre. Resulta agradable hablar con ella. Aunque saque el tema de mi "duelo a muerte". Supongo que no puedo sino resignarme. Más que interesarse por mí, lo deben de hacer para ridiculizarlo. Espero que Ga Gui no me odie aún más.

Salimos de la secta y no tardamos en llegar al mercado. Sus ojos brillan, mirando a todos lados. La miro un tanto sorprendido. Ella se da cuenta. Se sonroja.

–Siempre que me acompañan no me dejan comprar y mirar lo que quiero, ¿vale? Es la primera vez que voy sola– confiesa, inflando un poco sus mejillas. Intento no reírme.

–Pensaba que te estaba acompañando– hago como que me quejo.

Ella se ríe. Me coge de la muñeca.

–¡Vamos!– me arrastra tras de ella.


Chapter 161: Cita imprevista (II)

Sin duda, tiene bastantes puntos. No sé si por sus padres o por su trabajo haciendo talismanes. Ha comprado muchos materiales, algunos solo para hacer pruebas. También adornos para el pelo, pendientes, pulseras, ropa…

–En todas dices que me queda bien– se queja.

–Ya sabes que yo era un esclavo. No sé mucho de moda– me defiendo.

–No vale usar una excusa tan buena– se queja, resoplando.

–Si quieres consejos de ropa, ¿por qué no vienes con Bei Liu y Bi Lang? Seguro que te dicen que sí– le propongo.

–¿Seguro? No sé. No las conozco tanto…– se muestra dubitativa.

–Si quieres, se lo propongo. Con ellas, será fácil despistar a tu sombra– ofrezco.

–¿¡De verdad!? Bueno, no sé cuándo podré. Tengo que acabar talismanes, dar clases…

–Dímelo cuando quieras, puedes mandarme un mensaje– sugiero.

–Vale, eso haré. O quizás me pase a uno de esos eventos. Si es un momento, no sospechará– sonríe traviesa.

Parece que ha recuperado el buen humor después de unos instantes decaída.

–Como prefieras. Realmente te esfuerzas mucho con los talismanes– la alabo.

–No tengo otro remedio. Es mi única esperanza– confiesa, un tanto sombría esta vez.

Me la quedo mirando sin entender nada. Ella fuerza una media sonrisa. Parece que es un asunto un tanto desagradable para ella.

–¿Sabes mi sombra, el que me sigue a todas partes? Es el discípulo de mi padre. Me considera de su propiedad. Descubrí que padre le ha prometido mi mano cuando consiga hacer talismanes de nivel de Cuerpo. Sin preguntarme. Sin importarle lo que yo piense. ¡Los odio a los dos!– exclama enojada.

Bueno, no es para menos. No es tan raro familias que decidan los matrimonios de sus hijos. Guo Hai con Dai Fen, por ejemplo. Aunque como premio, parece excesivo.

–¿Sabes qué es lo peor? Cuando me quejé a madre, no le dio importancia. ¿Sabes qué dijo?: "Está bien. Tu padre estará contento. Tú solo tienes que tener sexo de vez en cuando, decirle que bueno que es, dejarle que te exhiba como trofeo, y seguir investigando talismanes. Así, no perderás tiempo con enamoramientos innecesarios. De hecho, menos los primeros meses, te dejará en paz la mayor parte del tiempo. Lo peor es si quiere tener un hijo. Tendrás que dedicarle tiempo durante unos años."

Vaya, es un poco cínica. Y sin mucha empatía por su hija. Ye Bi está casi llorando.

–Siempre había dudado de los sentimientos de mi madre hacia mi padre o hacia mí. Aquel día lo confirmé. Yo no quiero ser como ella. Por eso, necesito ser mejor que el discípulo de mi padre. Al menos, poder decir que mi marido tiene que ser mejor que yo– asevera, entre firme y triste.

Sin duda, todos tenemos nuestros problemas. La verdad es que si tuviera una familia, no me gustaría que fuera como la de ella.

–Debe de ser duro– la compadezco.

–Es triste, pero lo tengo asumido. Me gustaría que al menos me reconocieran por mi trabajo con los talismanes, pero apenas me prestan atención. ¡El día que los supere, tendrán que mirarme!– asegura, con esperanza en su voz.

Al menos, tiene un sueño. Aunque tener que luchar tanto para ser reconocida por sus padres resulta un tanto triste. Puede incluso que no sea como ella cree si lo consigue. Supongo que está bien si le sirve para trabajar por una meta. Mejor que compadecerse de sí misma. No sé cómo se muestra tan alegre.

–Dejemos de hablar de mí. Dime, ¿qué talismanes quieres? Con lo que he comprado, podré hacer algunos talismanes adecuados para tu nivel– pregunta de mejor humor.

He estado un par de horas siguiéndola por el mercado. Ha sido una experiencia curiosa. Aparte de cuando hablaba de sus padres y de su especie de prometido, siempre ha sonreído. Siempre se ha mostrado alegre. No sé si es así, o es su forma de evadirse.

Casi tengo que forzarla a que acepte el pago por los talismanes. Sé que no se suele pagar por adelantado, pero confío en ella. Además, será más fácil si no puede venir en persona a dármelos. Puede entregárselo a alguna de las chicas.

Al final, me ha agradecido varias veces que la acompañara. "Ha sido divertido" ha dicho. Me alegro. Me cae bien. Me gustaría poder ayudarla, pero no hay nada que pueda hacer por ella. Solo desearle la mejor de las suertes. Y acompañarla a comprar otro día.

—————

–No parece que solo sea una excusa para no entrenar– me mira Shi muy seria.

–¿Deberíamos torturarlo un poco para asegurarnos?– propone Song –¡¡Aaah!! ¡Espera Kong! ¡¡Ja, ja!! ¡Espera! ¡Shi, Liang, Ayudadme! ¡Ja, ja! ¡Traidoras!

Les he contado mi mañana de compras. Se han puesto a hacer ver que no me creían. Song estaba casi sobre mí. Desnuda. Deliciosa. He decido aprovechar la ocasión para atacarla. Haciéndole cosquillas.

No estaba seguro cómo reaccionarían las demás. Shi y Liang han decidido que era más divertido ir contra Song. Yi y Yu me acaban de atacar por detrás.

–¡Por la espalda y a traición! ¡Ja, ja! ¡Ahora veréis!– amenazo.

–¡Será si puedes!– amenaza Yi –¡Ah! ¡Yu! ¡Ja, ja! ¡Traidora!

Es un todos contra todos. Ma Lang se ha mantenido al margen al principio. Pero ha acabado siendo arrastrada. No ha tenido más remedio que contratacar. Shun se ha librado por tener a Wei en brazos. Aunque le ha hecho un poco de cosquillas a la niña. Muy mona cuando reía. Hemos parado todos. Aunque solo por un momento.

Hong ha querido escaparse diciendo que es todavía muy débil. Pobre ilusa. La hemos cogido entre Song y yo. Hasta que Shi me ha atacado por la espalda. Luego, ya no sé quién era quién.

Algunas han aprovechado para meterme mano. Bueno, yo he aprovechado también. Al final, hemos quedado todos tumbados por el suelo y la cama. Riendo. Ha sido divertido. Y sensual.

–Yo creo que la seduce en menos de dos años– dice de repente Song, sin levantarse.

–Uno como mucho– apuesta Shun.

–Al menos cuatro– se suma Shi.

–Tres.

–Cinco.

–Dos y medio.

–No lo consigue.

–Cuatro y medio.

–Es solo una amiga– me quejo.

Se ríen. No creo haberlas convencido. En serio. No intento seducirla ni nada parecido. No sé si lo dicen de verdad o están bromeando. O las dos cosas a la vez. Da igual. Mejor ignorarlas cuando se ponen así.

–La verdad es que me da un poco de pena. Estaría mejor con nosotras– la compadece Liang.

–Su cultivación es demasiado alta. Tendrá que esperar, no puede entrar. No podemos secuestrarla aún– añade Yu.

–A veces dais miedo– les recrimino.

Ellas vuelven a reír. Y siguen hablando del tema un rato. Me resigno. Mejor no digo nada más.

—————

Mis últimos informes dicen que Ga Gui está muy enfadado conmigo. Parece ser que Chin Hua lo ha estado ignorando. "Por mi culpa". Tai Feng dice que no me preocupe por ahora. Parece que la humillación ha molestado a algunos responsables de la facción de la espada. Lo han obligado a quedarse entrenando hasta que domine lo que decía que dominaba.

Por otra parte, parece que los registros fuera de la secta han acabado. Algún miembro importante se lo ha tomado como una humillación. Era algo que podía pasar. Molestar a los estudiantes se puede considerar una falta de respeto a la secta.

Al parecer, se ha enfadado bastante. Tanto que el patriarca de la familia Dai ha tenido que pedir disculpas en persona. Y prometer castigar a los culpables. No sé si le harán algo más de un tirón de orejas a Dai Fen. Al menos, no habrá más problemas de ese tipo. Así que puedo bajar a la ciudad con menos preocupaciones.

Lin Tao me ha atendido con una enorme sonrisa. Seductora. Cuando se ha ido a la trastienda, movía mucho el culo. Guo Xua se ha reído. No había más clientes. Me quería decir algo, pero ha llegado una clienta. Luego será.

—————

Me recibe Guo Xua apasionada. Colgándose de mi cuello.

–Todos son iguales. Cuando se ha enterado de que estaba embarazada, no ha vuelto a aparecer. No entiendo a los hombres. ¿Por qué no puedo tener sexo si estoy embarazada?– se queja, aunque aliviada a la vez de haberse librado de su examante.

–Oh, ¿entonces no más sexo?– la provoco.

–¡Ni se te ocurra!– exclama indignada.

Bueno, en realidad bromea conmigo. Con su cuerpo maduro apretado al mío. Aún vestida. No durará mucho.

–¿Cómo ha ido el anuncio?– le pregunto.

–Te lo cuento arriba. Lin Tao está esperando. Ella… Cuando se enteró me suplicó que hablara contigo– me dice.

–¿No puede hablar ella?– me extraño.

–No se atreve. Tiene miedo que la rechaces– me explica.

–¿Qué es lo que quiere?– pregunto, confuso.

–Ella… Quiere también un hijo tuyo. Bueno, no sería mala idea tener un compañero de juegos para el… nuestro– la defiende.

Oh. ¿Se ha puesto de moda tener niños? No es una decisión a tomar a la ligera.

–¿No será un problema para ella? Es una sirvienta, y no esta casada– me preocupo.

La pueden incluso expulsar de algunas familias por tener hijos fuera del matrimonio. Diciendo que los desprestigian. Muchas veces, los padres son precisamente los que toman la decisión. Está bien mientras no se confirme. Son unos hipócritas.

–Yo tengo la última palabra, es mi sirvienta. Además, si os dais prisa, podría haber dudas de que fuera un hijo ilegítimo de la familia Guo. Como nadie estaría seguro, al menos no la molestarían demasiado– explica.

Ya veo. Tuvo una relación con el hijo de la otra concubina. Y se han hecho públicos muchos trapos sucios. No entiendo muy bien las consecuencias. Si ella dice que está bien, supongo que lo está.

–Hablaré con ella– es todo lo que concedo.

Ella no dice más. Salta sobre mí. Me fuerza a cogerla en brazos. Ríe mientras me abraza.

–Consentida– la acuso.

–Mucho– reconoce, seductora, apoyándose en mi pecho, restregándose con la mejilla.

La llevo hasta la habitación. Lin Tao espera sentada en la silla. Aún vestida. Hay cuerdas y vendas cerca. Por si quiero atarla. Me mira un tanto nerviosa.

Yo lanzo a Guo Xua sobre la cama. Ella grita entre asustada y sorprendida. La cojo de nuevo antes de que caiga.

–¡Tonto! ¡Me has asustado!– se queja.

No he podido evitarlo. La beso. La dejo con suavidad sobre la cama. Parece que me ha perdonado rápido. Me giro hacia Lin Tao.

–¿Te lo has pensado bien?– le pregunto –¿Sabes lo que significa?

Ella asiente. Muy seria.

–Quiero oírlo– insisto.

–Sé lo que significa. Quiero tener tu hijo– afirma con más seguridad de la que esperaba.

–Bien. Piénsatelo bien. Háblalo con Guo Xua. Si la semana que viene estás preparada, lo intentaremos– le prometo –. Puedes tomarte más tiempo para pensarlo si no estás segura.

Una enorme sonrisa aparece en su rostro. Y lágrimas en sus ojos. Hace intención de saltar sobre mí. Pero se detiene.

–Si quieres abrazarme, hazlo– le doy permiso.

Ella lo hace. Me abraza. Llora. Me besa. Abraza a su señora. Luego me las follo a las dos. A la embarazada y a la candidata. A esta última la hago servir a Guo Xua mientras la sodomizo. Y luego servirme a mí. Una Guo Xua más tarde también follamos vaginalmente. Esta vez la dejo cabalgarme. Mientras beso a su señora.

Entre medias, me han explicado como ha ido el anuncio de su embarazo. Parece que ha causado bastante conmoción. En parte, debido a los últimos acontecimientos. En parte, debido a que se sabía que hacía tiempo que Guo Xua y su marido no cumplían "sus deberes matrimoniales".

Su marido le ha hecho un montón de regalos. Diciendo que por el bebé. Temeroso en realidad de que ella confiese que la había maltratado y violado. Si supiera que todo ha sido un montaje…

A las concubinas les preocupaba más un posible heredero. Un posible rival para sus hijos. Guo Xua les ha pedido que lo dejen crecer tranquilo. Que no le den las responsabilidades de un heredero. O heredera. Ella no sabe aún que será un niño. La excusa es que no quiere que acabe como su hermana desaparecida. Bueno, quizás no es solo una excusa.

Eso las ha tranquilizado. Si no le dan responsabilidades, tampoco entra en la carrera. Unido a que por su edad difícilmente podía optar a heredar la familia, parece que se han calmado.

Dice que, cuando sea lo suficientemente mayor, intentará que entre en la secta. De esa forma, estará fuera del alcance de la familia, aunque cambien de opinión.

Al final, la he convencido de que le dé el pecho. Con Lin Tao, tendrán de dos niveles. Y puedo conseguirles más leche si les falta. De esa forma, se desarrollarán mejor sus meridianos. Es lo que ha asegurado Hong. Tiene experiencia en ello.

Al principio, eran reacia. No suelen dar el pecho las mujeres de la categoría de Guo Xua. No sé exactamente por qué. También les preocupaba como quedarían sus pechos después.

Me ha costado un poco convencerlas de que se los estrujaría igual. Y que si querían, podía hacer que tuvieran su forma original. Que no tengo ninguna intención de dejar de follarlas por eso.

Bueno, al menos creo que las he convencido. Han aceptado por ahora.


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