Ha pasado una semana desde que adquirí a Di Tao. Así que le hago una visita. Me la encuentro sobre la cama. De espaldas. Desnuda. Moviendo frenéticamente el consolador que penetra su culo.
–¡¡Aaah!! ¡Quiero más! ¡Aaaah! ¡No es suficiente!– gime
–¿Quieres que te ayude?– le pregunto, acercándome.
–¡Aaahh! ¡¡Kong!! ¡No es lo que parece! ¡Aahh!– entra en pánico e intenta disimular tapándose con las sábanas.
–Yo diría que es exactamente lo que parece.
Intento no reírme. Le arranco las sábanas y las aparto. Me acerco a ella. No se atreve a moverse. El consolador aún vibrando. Lo cojo y empiezo a moverlo. Con la otra mano busco su clítoris. Su vagina está muy mojada.
–¡¡Aaaaaah!! Yo… No… ¡¡HHHHAAAAAaaaAAHHH!!– aún intenta negarlo. Roja. Es inútil.
Añado qi y muevo el consolador hasta que se corre. Puedo ver un pote con una sustancia líquida. Debe ser un lubricante. Supongo que lo ha comprado. No me acordé de darle.
Mientras jadea, me desnudo. Me acerco a su cabeza. Pongo mi miembro frente a ella. Sin tener que decir nada, lo mete en su boca. Mmm. Ha mejorado. ¿Ha estado practicando? Quizás con el consolador.
No hacen falta palabras. No hay amor entre nosotros. Solo sexo. Yo la domino. Ella es mi juguete. A cambio, tiene placer. Noto que quizás sienta algo por mí. Pero no sé muy bien el qué. Pudiera parecer que se parece a mi relación con Fen Huan. Pero Huan me quiere. Estaba incluso obsesionada conmigo. No tengo muy claro qué piensa Di Tao. Aparte de que soy alguien que la domina. Que incluso la azotó.
–A cuatro patas– le ordeno.
Me mira algo reluctante. Aunque obedece. Nunca lo ha hecho así. De hecho, solo ha tenido sexo una vez. Si descontamos el consolador.
Su culo está lubricado. Mi miembro lleno de saliva. Así que la penetro. Su cuerpo se pone rígido.
–¡Aaaaaaahhhh! ¡Eso era! Tan llena… ¡¡HHHAAaaaahhh!!– exclama, gimiendo, apasionada.
Disfruto de su culo. Juego con su vagina, sin penetrarla con los dedos. Con su clítoris. Con sus abundantes pero no enormes pechos. Decido dejarme llevar. Disfrutar simplemente de ella. Llenarla de mí mientras se corre.
–¡¡¡AaaaaaaaaaAAAAHHHhhh!!! ¡Está caliente!
Mientras jadea, vuelvo a embestir. No se lo esperaba. Bueno, en su culo puedo eyacular varias veces. Tiene espacio de sobras. Así que me puedo dejar llevar mientras me la follo.
A la segunda vez que la lleno, su cabeza está contra la cama. A la tercera, tengo que sujetar sus caderas. A la cuarta, la dejo caer sobre la cama. Me pongo encima. Sigo penetrándola. Disfrutando de ella. Absorbiendo su qi. Llevándola a la extenuación.
Cuando me marcho, su culo aún no se ha cerrado. Ella no se mueve. Solo jadea. Me mira de reojo. Roja. No sé si del esfuerzo o de vergüenza. Al menos, no se ha desmayado. Aunque no creo que aguante mucho más con los ojos abiertos.
—————
Vuelvo a la cabaña e invoco a Rui. Le he indicado antes que prepare su culo. Que lo tenga lubricado y listo para ser penetrado. Me mira expectante.
–Vamos a probar algo. Ven, siéntate de espaldas. Muévete.
Lo hace con pasión. Mi miembro entra y sale de ella continuamente. Gime de placer. Incluso cuando no estoy activamente inyectando qi.
Me he estado fijando en Di Tao. En que es virgen. Al menos vaginalmente. Quiero ver si puedo reproducir el himen en Rui. Lo que resulta ser sorprendentemente fácil. Mucho más que curar a Song. Más rápido que hacerle crecer los pechos a Rong. Lo que faltaría para hacerlo más real sería reforzarlo con qi. Para simular que el qi ha estado circulando durante años. Creo que me costaría semanas para que fuera realista. Tampoco quiero experimentar tanto.
Así que decido atacar los modestos pechos de Rui. Succionar su cuello. Se corre prácticamente al instante. Estaba ya al límite.
La dejo caer. Empiezo a embestir por detrás. Parecido a Di Tao. Disfrutando de ella. Absorbiendo su qi. Poco antes había practicado para hacer sitio a su qi.
Embisto una y otra vez en ella. Aunque no me corro varias veces. Si bien podría, antes ya ha sido suficiente. Cuando lo hago, Bang Rui me mira jadeante desde la cama. Con adoración. Satisfecha.
–He reconstruido tu himen. Mañana probaré a desvirgarte otra vez– le anuncio.
Ella me mira sorprendida. Como si no entendiera qué he dicho por unos instantes. Creo que se está examinando con qi. Sonríe ampliamente.
–¡Sí, amo!– exclama entusiasmada.
No sé si hay para tanto. Solo es una membrana muy fina. Como sea. Sigo con las demás esclavas antes de ponerme a practicar un poco más. Adoro follarlas.
—————
–Mmm. Hay algo que no nos estás contando– me mira Shi a los ojos.
–Sí, oculta algo– está de acuerdo Liang.
–¿Qué será?– se pregunta Yu.
–¿Deberíamos interrogarlo?– amenaza Song, sacando una cuerda y una pluma.
¿Desde cuándo está tan preparada? ¿Quiere atarme y hacerme cosquillas? ¿¡Cómo puede ser tan cruel!?
–Me parece buena idea– la apoya Yi. Traidora. Lo tendré en cuenta.
–Eh, eh, nos os pongáis así– me defiendo, moviéndome hacia atrás –. No es nada importante. Solo un experimento sin importancia.
Song y Yi sonríen. Se acercan amenazantes. Moviendo sus manos y dedos como si quisieran atraparme. Las otras suspiran o se ríen. Ninguna me defiende. Solo puedo confesar. Tampoco es para tanto.
–Solo tenía curiosidad. Como Di Tao es virgen, me pregunté si podía recrear el himen. La observé. Luego lo probé con Rui. Nada más– confieso.
–Oh. ¿Y funcionó?– pregunta Liang, curiosa.
–Más o menos. La membrana es fina y fácil de recrear. Pero el efecto del qi durante años en ella costaría más. Quizás semanas– explico.
–Entonces, ¿no podemos torturarle?– se lamenta Song.
Aunque está vez Yi no dice nada. Ella y Yu están muy calladas. No sé muy bien por qué.
–Ahora que tienes a esa Tao, ¿cuánto tiempo creer que tardarás en comprimir el qi?– pregunta Shi.
Creo que está tratando de cambiar de tema. Quizás sabe en qué están pensando las gemelas. Hablan mucho entre ellas. Ni idea de qué va. Le seguiré el juego. Total, me lo hubieran preguntado igualmente.
–No estoy seguro. No es que pueda absorberle todos los días. Pero quizás un mes menos– estimo. No sé muy bien si es acertado.
–Oh. Pues deberías buscar a más. ¿Yi, alguna voluntaria que conozcas?– propone Song entre risas.
–No, pero quizás podríamos poner un anuncio– propone ella, riendo.
Parece que han conseguido que se olviden por el momento de lo que sea.
–Algo como: "Sexo gratis para estudiantes frustradas en la etapa dos"– propone Yu.
–Yo puedo diseñar el cartel– se ofrece Ma Lang entre risas.
–Yo podría… Ja, ja, ja. No puedo más… Ja, ja, ja.
Parece que Shun ha sido la primera en caer. El resto siguen poco después. No pueden evitar reírse a mi costa. Yo no le veo la gracia. Acaban despertando a Wei. Shun la acuna en sus brazos. Aún con lágrimas en los ojos de tanto reír. Las demás intentan aguantarse. Song se coge el estómago. En serio, no era tan gracioso.
—————
Poco después, Shi me abraza. Me besa. Me mordisquea la oreja. Aprovecha para susurrarme.
–Sé suave con las gemelas. No preguntes. Ya te lo explicarán si llega el momento.
Me mira. No sé de qué va. Pero asiento. Ella me besa con mucha dulzura. Suavemente. Jugueteando con mi lengua con delicadeza. Apretándose poco a poco a mí. Íntimamente, su piel se frota con la mía. Noto la suave punzada de sus pezones erectos. Sus manos recorren mi espalda. La suya es acariciada por mis dedos. Sus escalofríos cuando añado qi son muy sensuales. Ella también provoca los míos de la misma forma. Han aprendido. Y les gusta experimentar conmigo.
Lo hacemos despacio. Con todas. Parece que han llegado a algún tipo de acuerdo. Así que las gemelas también son suaves. Aunque diferentes. Están como siempre. Y a la vez más ansiosas de cariño. De caricias. De besos. De tener sexo lento. De ser penetradas despacio. De saborear cada instante sin prisas. De ser mimadas más de lo normal. No sé qué tendrán en sus preciosas cabecitas rubias. No sé qué ocultan sus preciosos ojos verdes. Sea lo que sea, haré lo posible por ayudarlas.
Ma Lang y Shun están especialmente a gusto con sexo lento y suave. Aunque ocasionalmente también lo piden más intenso, normalmente les gusta que las mime. O mimarme a mí
Con Wan no estoy tan seguro. Pero tampoco parece importarle que la penetre poco a poco. Aunque, si tengo que apostar, lo haría a que mañana me pide que sea mucho más intenso.
Como sea, mañana será otro día. Me duermo mientras mi alquimista preferida se aprieta a mí. Con una de sus enormes tetas sobre mi brazo. La otra, estrujándolo por debajo.
—————
Como es habitual con Wan, tengo que despertarla con sexo. Penetrándola mientras está aún dormida. Sin parar cuando despierta. No se queja. De hecho, me pidió que lo hiciera siempre que quisiera. Gime mientras sus pechos rebotan. Mientras todas sus carnes lo hacen. Diría que ha adelgazado un poco. No mucho. Aunque no necesita comer, lo sigue haciendo. Tampoco hace mucho ejercicio, aparte de sexo. Hacer alquimia no adelgaza.
Como era de esperar, el resto de las chicas quieren hoy sexo más intenso. Song me cabalga sin descanso. Le gusta hacerlo así. A Liang la penetro abrazada a mí. A Yi contra la pared, de espaldas. A Yu contra la pared, de cara. Shi se tumba sobre la cama y me deja hacer, aunque me dirige con sus manos en mi cintura. No deja de mirarme y sonreírme. Lang a cuatro patas. Shun de lado sobre la cama.
Luego le llega el turno a Rui. Normalmente se lo haría para recargar después de copiar una página. Pero hoy toca desvirgarla otra vez. Así que practico un poco con el bastón y la llamo.
La hago ponerse sobre la cama. Mirándome. Sus piernas semiabiertas. Se las coge por los muslos. Me mira fijamente. Ligeramente sonrosada. Mojada sin que tenga que hacer nada.
Inserto mi miembro en su agujero, despacio. Ella se muerde el labio. Hay pasión en su mirada. No tardo en notar una leve resistencia. Pronto desaparece.
–¡Aaah! ¡Amo me ha desvirgado otra vez! ¡Aaaaaah!
Decido follarla despacio. Disfrutando de su estrechez. De la suavidad de su piel. Masajeo sus pechos despacio. Reclamo sus labios. Ella me recibe obediente. Apasionada. Dejándome hacer. Aceptando mis deseos como buena mascota. Sé que incluso si le hiciera daño, obedecería.
Me acaricia el pecho y estómago cuando la dejo hacerlo. Con avidez. Con lujuria. Sus manos expertas se mueven serviciales con suavidad.
A pesar de las veces que la he follado, las paredes de su vagina son estrechas. Apretándome. Envolviéndome. Aunque suficientemente lubricadas como para poder moverme con facilidad.
Dejo sus labios. Me la quedo mirando a apenas unos centímetros. Su boca abierta. Jadeando y salivando. La miro mientras se corre.
–¡¡¡AaaaaaaahhhhhhHH!!! ¡Aaaamoooo! ¡¡¡¡HHHHHHHAAAAaaaaaAAAHHHHHHh!!!!
Suelto entonces sus pechos. Agarro sus muñecas. Las inmovilizo contra la cama. Sin darle tiempo a descansar, empiezo a embestir con más rapidez. Aumento el ritmo. El roce de mi miembro en su interior. La uso para darme placer. Excitando su cuerpo aún sensible por el orgasmo.
No tardo en correrme dentro de ella. Mientras todo su cuerpo tiembla. Mientras el placer la embriaga. Su boca completamente abierta. Su espalda curvada. Su vagina llena y apretándome.
Se me queda mirando con adoración. Con pasión. Mierda. Aún estoy excitado.
Le doy la vuelta. La pongo a cuatro patas y penetro su culo. Inmediatamente, empiezo a usarlo. A embestir. Agarro sus caderas. Ella solo gime. Tiembla a cada embestida.
Acabo eyaculando dos veces más en su culo. Ella se desploma cuando la suelto. Respira pesadamente.
–Ah… Amo… Ah… Increíble. Ah… Ah… Amo… Otra vez soy de Amo…– la oigo murmurar.
Está demasiado cansada. Así que llamo a Ning. La hago limpiarme mi miembro con la boca. Incluso algo de sangre de haber desvirgado a Rui. Ella obedece. Mirando la sangre con curiosidad. Pero deseosa de meterse mi miembro en la boca.
Es demasiado buena. Me acabo corriendo de nuevo. Ella se lo traga con glotonería. La devuelvo. Ya la follaré después. Ahora tengo cosas que hacer. Como copìar unas páginas.
Cuando después la llamo para follarla, me sorprende. Me pide que la desvirgue otra vez a ella también. Parece celosa.
–Rui trabaja mucho más que tú. Tendrás que ser más aplicada. Reduce a la mitad el tiempo de invocar la barrera y lo pensaré– le propongo.
Ella me mira con ojos suplicantes, pero no pienso ceder. No es que me sea un problema. Pero así tengo un aliciente para ella. Aunque no estaba tan dejada como antes, tampoco le pone mucho empeño. A ver si así…
Han pasado cuatro días desde que desvirgué por segunda vez a Rui. Desde entonces, Ning ha estado trabajando muy duro, más que nunca. Me pregunto cómo debería estimularla cuando lo logre para que siga trabajando así. Por lo que se ve, incluso estuvo practicando en el prostíbulo. Entre cliente y cliente. Cuando no estaba con las otras chicas. Al parecer, ha hecho algunas amigas allí.
El otro día se le declaró uno de sus clientes. Lo rechazó sin pensárselo. Dice que es solo mía. Sus clientes solo son una diversión pasajera. Para pasar el rato y ganar dinero para mí. Lo confesó entre orgasmo y orgasmo. Entre gritos de "Amo".
Salgo de hacer las copias cuando me encuentro a Jiao. Me está esperando.
–¿Vendrás esta noche? Te estaremos esperando– me susurra, sugerente.
Esta vez ni siquiera ha traído una nota. Lo único que lamento es que el lugar es concurrido. No puedo estrujar su culo o besarla.
–Claro. ¿Cómo podría no ir?– le aseguro.
Ella sonríe. Quizás se sonroja levemente. Lo disimula. Es preciosa. Asiente y se va. Apenas han sido unos segundos. No me ha dicho quién. Supongo que Sai. Con Jiao y Meixiu.
Solo de pensarlo me excito. Así que saco a Rong en cuanto llego a la cabaña. A Rui y Hai las he usado antes para recargar qi.
–Sírveme con tu boca y tus tetas– le ordeno.
–Sí Amo– obedece.
Le guste o no, no se queja. Se arrodilla. Mete mi miembro en la boca. Hasta el fondo. Lubricándolo con su saliva. Entonces usa sus enormes pechos para envolverlo. Mientras su lengua y sus labios trabajan con la punta.
El tacto suave de sus pechos es delicioso. Pero prefiero en el de su interior. Así que me tumbo en la cama. La hago ponerse sobre mí. Cabalgarme. Sus gigantes pechos botando. Todo un espectáculo.
–Tus tetas me han quedado bastante bien, ¿no crees?
–¡Aaah! Sí, Amo. ¡Aaaaaah!– responde ella.
No es muy apasionada en su respuesta. Me gustaría que sacaran leche. He intentado seguir el ejemplo de Shun. Pero hay algo más que no puedo controlar. Dejarla embarazada no es una opción. No sé si podría mantenerla dentro. Y el niño sería un problema.
Me incorporo y pongo uno de sus enormes pechos en la boca. Apenas un pequeño bocado comparado con su tamaño. Clavo ligeramente los dientes. Ataco con la lengua sus prominentes pezones.
Con una mano ataco el otro pecho. Es inmenso y blandito. Puedo estrujarlo y cambiar su forma. Es erótico hacerlo. Y ver como vuelve a su posición y forma original cuando lo suelto.
La otra mano juega con una de sus enormes y redondeadas nalgas. Las hice crecer mucho más firmes que sus pechos. Aunque también pueden estrujarse. Es una sensación diferente, pero también muy sensual.
Ella gime. Ya no trata de reprimirse. Creo que le molesta no poder controlar el placer. Estar a mi merced. Sigue teniendo ese parte de rebelde. De no ser mía del todo. De no poder confiar en ella.
Le clavo los dientes cuando se corre. También estrujo más fuerte con mis manos. Inmediatamente, la empujo contra la cama. La cojo de los tobillos y le abro más las piernas. Empiezo a embestir sin compasión. Sin dejarla recuperarse. Disfrutando de ella. Del espectáculo de sus masivos pechos botando sin parar. De toda la extensión de su estrecha vagina. De su rostro y gemidos rendidos al placer. De llenarla.
La devuelvo aún jadeando. Llamo a Ning. La hago cabalgarme de espaldas. Mientras practico con el bastón. El instructor aconsejó no solo practicar a solas. Mejor si algo nos distraía. En un combate, cuando realmente hace falta, estamos llenos de distracciones.
Tener a Ning follándome apasionadamente es una buena distracción. Reconozco que el primer día apenas pude practicar. Ahora lo hago mejor, aunque no es fácil. Tiene la ventaja adicional de que puedo ir absorbiéndole qi a medida que lo gasto.
Tengo que concentrarme en hacer el control de qi más pequeño. A la vez que uso qi para que ella se corra. Mientras intento que el placer no me haga perder la concentración. Creo que en unos días más podré empezar a practicar con más de un punto en el bastón.
Las chicas también están practicando algo parecido. Después de que les expliqué lo que me había dicho el instructor, las gemelas empezaron a investigar. Y yo pregunté a Fen Huan y Tai Feng. Al final, conseguimos averiguar los fundamentos básicos a practicar. Tampoco es que sea ningún secreto. Solo hay que ser consciente de ellos para poder buscarlo.
Los principios son similares, aunque con diferencias. Los que tienen armas de filo, como Shi o las gemelas, se concentran más en dicho filo. A veces para cortar. Otras para que sea más resistente. Song tiene filo en la punta casi solo para atacar. Y la defensa en el asta. Un poco como mezcla de bastón y daga. A Liang aún le falta un poco de cultivación. Necesitará añadir qi sobre todo en la punta de las flechas. Además, ha de ser un qi que persista una vez pierde el contacto. También en el arco
No obstante, lo primero es controlar un qi cada vez más pequeño. Luego poder usar varios o darles formas. Y en eso estamos todos. Yo a la vez que follo a Ning. Sigo después de devolverla.
Me tomo un pequeño descansando llamando a Lang. Ella también estaba descansando. Ataco sus labios con los míos, sin dejarla reaccionar. Tarda unos segundos en responder. En abrazarme. Me sonríe tímida. Nos volvemos a besar. Aprovecho para sobar su cuerpo. Con especial atención a sus pechos.
–Es un adelanto. Luego continuamos– le aseguro cuando nos volvemos a separar.
Ella sonríe. La devuelvo. Prometí no molestarlas mucho entre horas. También prometí hacerlo un poco. La verdad es que me gustaría molestarlas más. Pero han sido muy firmes en ello. Tanto que Shi me confesó después que lo hacían también por ellas. Me suplicó que no insistiera. Si no, no podrían resistirse. También dijo que tampoco pasa nada si lo hacía de vez en cuando.
Quieren hacerse más fuertes. Que yo me haga. El objetivo más inmediato es la venganza de las gemelas. Defenderme del estudiante Fen. La posible amenaza de algunos de los que me han mostrado hostilidad. A largo plazo, poder defender nuestra recién adquirida libertad. Felicidad. No sabemos que peligros nos deparará el futuro. Debemos prepararnos.
—————
Para mi sorpresa, están las cinco esperándome. Sai, An, Dandan, Meixiu y Jiao. Sai ha esperado un poco más para estar todas juntas. Para compartirme con sus hermanas. Creo que también para "molestarme" menos. No dudo en respetar sus deseos.
Sai ha subido a tres y sus hermanas a dos. Meixiu y Jiao están cerca de la uno. Las ayudaré un poco.
Tener a sus cinco culos formando uno junto al otro es de lo más sugestivo. Que todas me ataquen a la vez es divertido y erótico. Follarlas una a una es más íntimo. Aunque también resulta interesante hacerlo con dos, tres, cuatro o todas ellas.
A ratos disfruto de un par de pechos. A ratos de varios pares. A ratos una disfruta jugando con mi cuerpo. A ratos varias de ellas o todas. Mi cuerpo tiene marcas de sus labios en cada rincón. De sus chupetones. Tengo complejo de caramelo.
En uno de los descansos me aseguran que Da Ting las trata muy bien. Creo que se ha chivado de que dije que las cuidara. No lo confiesan, así que no puedo estar seguro. Se ve que siempre había sido una estudiante un tanto solitaria. Al ser la discípula directa de la maestre, tiene un rango superior. Eso crea distancia. Además que no le gusta que le hagan la pelota.
La llegada de las tres hermanas cambió eso. Como eran esclavas, el rango no tenía importancia para ellas. Todos estaban por encima. Pero tenían una situación especial por su constitución. Así que cuando Da Ting tuvo que instruirlas por orden de su maestra, los rangos resultaron difusos. Eso, unido al carácter extrovertido de alguna de ellas, las hizo sorprendentemente intimar bastante. Se convirtieron en buenas amigas. En confidentes. Las primeras que Da Ting ha tenido.
A eso hay que añadir que Meixiu y Jiao son las asistentes personales de Da Ting. Hasta entonces, la relación era jerárquica. Por mucho que se apreciaran, no era fácil de cambiar. Sin embargo, con las tres hermanas, las otras dos hermanas tenían el mismo rango. Así que acabaron haciendo de puente para cambiar la relación. Aunque no lo muestren puertas a fuera, parece que Meixiu y Jiao son ahora amigas muy íntimas de Da Ting.
Lo único que me preocupa es qué le habrán contado todas ellas de mí. Me cae bien. Espero que no me coja manía. Al menos, no impide que sus asistentas estén aquí con nosotros. Durmiendo. Apoyadas una en mí y la otra en su hermana.
Me despido por la mañana con la única pega que tendré que esperar un mes para volver a verlas. Aunque ha sido intenso. Me he asegurado de llenarlas bien. De disfrutar mucho de ellas. De hacerlas disfrutar conmigo. Ojalá pudiera quedármelas para siempre. Quizás soy un poco codicioso.
—————
Una semana después de visitar a Sai y sus hermanas, las echo de menos. Me consuela el haber avanzado con mi dominio de qi. Ya puedo imbuir dos puntos del bastón. De hecho, puedo hacerlo desde hace dos días. Aunque entonces apenas lo conseguía unos segundos. Ahora ya es casi estable.
No es fácil moverlos independientemente. Ni reducir el tamaño de los dos a la vez a la anchura de un dedo. De todas formas, no me preocupa mucho. Puedo notar cada día como mejoro un poco. De hecho, sé como reducir el tamaño. Solo que me cuesta hacerlo controlando dos puntos.
Las chicas no han mejorado tanto como yo. Aunque Shi casi. Si pudieran entrenar con la misma cantidad de qi que yo, me sobrepasarían con creces. Lo más curioso son las gemelas. Oyeron una forma especial de hacerlo con dos personas muy compenetradas. Y quisieron intentarlo. Sin duda, ver pasar el qi de una daga a otra resulta impactante.
También van probando a colisionar sus armas con qi de diferentes formas. No solo es el tamaño de la zona de qi, sino su concentración, su densidad. Si es qi más ofensivo o defensivo. Les divierte. Claro que luego me toca a mí. Eso les divierte más.
En el último entrenamiento, tuve que experimentar todos sus descubrimientos. Mis quejas no sirvieron para nada. Excepto para que se burlaran de mí. Aunque luego me vengué cuando nos bañamos juntos. Se dejaron.
También me quedó claro que debo mejorar mi técnica de movimiento. La había dejado un poco de lado. Ellas no. Me destrozaron. Ahora la estoy practicando cuando camino. Es un gasto de qi, pero lo recupero con facilidad. Simplemente practicaré otras cosas con más cuidado.
De hecho, últimamente, por la noche estoy casi sin qi. Recargo con las esclavas. Practico un poco más. Acabo de recargar con las chicas. Quería absorberles menos, pero no me dejaron.
Quizás la peor noticia es que Chun Hua ha salido de su reclusión. Ha logrado alcanzar la etapa cinco, como mis pervertidas. Por suerte, parece que está tan llena de sí misma que las deja en paz. Ha presumido un poco y jactado que las superará. Creo que se sintió humillada cuando la sobrepasaron.
No sé qué pensará cuando lo vuelvan a hacer. No pienso dejar de ayudarlas solo porque esa presuntuosa se sienta ofendida. Además, no puedo estar seguro de que no actúe contra ellas igualmente.
Aún no estoy seguro de si el asunto con Zhi Mu y su hermano se ha solucionado. Creo que no. Y todo es culpa de Chun Hua. Es una víbora que se hace pasar por una inocente flor.
Me preocupa conseguir carne. Todavía nos queda para Terror y Rayitas. Aunque va bajando. Además, les convendría de bestias más fuertes. Han ganado poco poder últimamente.
La que más nos falta es de bajo nivel para las salamandras. Las de alto nivel es demasiado para ellas. El problema está en que van ganando tamaño. Comen cada vez más. Carne de bestias de la etapa uno y dos por ahora. De la tres es demasiado para ellas. Por suerte, sus instintos impiden que coman más allá de lo que son capaces. Si no, quizás hubiéramos tenido algún accidente.
–¡Aaah! ¿Por qué no vas a ver a mamá? ¡¡Aaaaaahh!! Eres su tipo. Si te la follas, te hará un buen precio. ¡¡¡HHHHHAAAAaaaahhhHH!!!– sugiere Hai.
Le estoy perforando su culo. Su rostro contra una almohada. A cuatro patas. Mientras me aseguro de que sus pechos hayan quedado bien. Tengo que comprobarlo cuantas veces sea necesario.
–¿Puedo fiarme de ella? ¿Dijiste que compraría leche?
–Sí… ¡¡Aaaaaaahh!! La gente confía en ella… ¡Aaah! No engaña como padre… ¡¡Aaaaaahh!! Pero está frustrada. Padre casi no la folla… ¡¡¡Aaaaah!!! Desde que se trajo su tercera mujer. Esa mujer es una puta traicionera… ¡¡¡Aaaaaaaaahhhh!!! Comprará la leche. Solo trátala bien. Hazla correrse y te tratará aún mejor. ¡¡Aaaaaahhh!! Lo mejor es ir antes de que cierre. Déjala que ella se insinúe y… ¡¡¡Aaaaaaaahh!!! Síguele la corriente… ¡¡¡¡¡HHHHHAAAAAAaaaaaaAAHHHHH!!!!!
Que mientras se corre me sugiera tirarme a su madre resulta un tanto insólito. Supongo que puedo ir a verla. Al menos comprarle. Lo del sexo tampoco me fío mucho de lo que dice Hai. Probablemente exagera. O esté obsesionada.
Paragraph comment
Paragraph comment feature is now on the Web! Move mouse over any paragraph and click the icon to add your comment.
Also, you can always turn it off/on in Settings.
GOT IT