Download App
27.73% Cultivación prohibida (+18) / Chapter 71: Proscrito (I)

Chapter 71: Proscrito (I)

Tan Bolin está en la etapa ocho. Su amigo en la siete. Debería poder con los dos. Aunque espero que no sea necesario. Llamar a las chicas es la última opción. Si eso sucede, tendríamos que matarlos. Entonces, todo será aún más difícil.

–No, lo siento. ¿Debería saberlo?– finjo ignorancia.

–Soy el novio de Fen Huan. ¿Te suena?– sigue. Hay ira en su voz.

Su amigo está detrás. De momento no me atacan. Pero podrían hacerlo en cualquier momento. Mi mayor ventaja es que creen que estoy en la etapa uno. Si solo quieren pegarme, igual pueda resistirlo con Armadura Interior.

No puedo negarlo. Sé que me vio salir de su cabaña. No sé si podré engañarlo un poco.

–Sí. La amiga de Bei Liu y Bi Lang. ¿En que puedo ayudarte?– pregunto sin mostrar emociones. O eso intento.

–¿Qué hiciste el otro día en su cabaña?– me interroga.

–Lo lamento. Me está prohibido dar esa información. Igual que lo que pase aquí. Excepto si me preguntan rangos superiores.

No me gusta su cara cuando le informo. Intento parecer calmado. Como quien no sabe de qué va esto. Pero no tiene buena pinta. Y menos cuando coge un cuchillo.

–Puedes decirlo por las buenas. O empezaré a cortarte los dedos hasta que hables. Quizás sea mejor empezar con tu polla– amenaza. Es difícil no percibir la ira en su voz.

–Si me haces daño, tendrás que pagar por lo que no pueda trabajar– le informo, en un último intento de disuadirlo.

–Cógelo. Que no se mueva– le ordena a su amigo.

Este da un paso hacia mí. No creo que sea un farol. Ni puedo arriesgarme. Así que dejo de contener el sello. Libero toda mi cultivación. No creo que lo puedan percibir. A este nivel no es fácil verlo. A no ser que te inspeccionan con sentido espiritual. No emitimos casi qi. Excepto cuando ejecutamos habilidades.

Su amigo recibe un codazo. Saco el bastón y golpeo a Tan Bolin con el arma en el estómago. Mientras se duele, me vuelvo y hago caer a su amigo. Y luego a Tan Bolin. No están acostumbrados a luchar. Acaban los dos en el suelo. Doloridos. Asustados. Les ato las piernas y las manos. Luego los ato juntos. Y en a la cama. También los amordazo.

Podría matarlos. Pero, de hacerlo, se sabría. Tendría problemas incluso siendo estudiante. Unas pocas contusiones no serán un problema. Me pongo enfrente del amigo de Tan Bolin. Debe de ser el dueño de la casa.

–Si no quieres morir, dame acceso a la barrera– le exijo, con el cuchillo en su cuello.

No se resiste. Está aterrado. Supongo que no ha salido nunca. Que no se ha enfrentado a peligros fuera. Una cosa es abusar de un esclavo, y la otra tener el frío metal de un cuchillo en la piel. Me da lo que pido. Luego hago que pierdan el conocimiento. Me llevo el cuchillo como souvenir. No quiero perder el tiempo buscando otras cosas. Cuanto antes me vaya, mejor.

Antes de hacerlo, decido vengarme. La verdad es que estoy bastante enfadado con ellos. Tenía que subir al reino del Alma pronto. Solo necesitaba unos pocos días más. Sin mayores problemas. Y estaba yendo bien. Han tenido que fastidiarlo. Ponerlo todo en peligro. Así que lleno un recipiente con la droga afrodisíaca. Se irá evaporando poco a poco. Cuando despierten, les habrá afectado. Estarán atados y calientes. Espero que sufran un poco.

Salgo de la cabaña. No hay nada raro en ello. Algo habitual en un esclavo. Me muevo entre la residencia de estudiantes. La conozco bastante bien. He pasado por ella cientos de veces. Elijo las zonas con menos gente. Salgo de la masculina y me acerco a la femenina.

Llego cerca de mi destino. Mierda. Hay alguien vigilando la cabaña. No es la primera vez. Les envío un mensaje a las gemelas. La piedra acordada. Saben lo que tienen que hacer. Cuando paso por delante de su cabaña, abro la barrera. Y las traigo justo en la salida. Debe de parecer que acaban de salir. Yo paso de largo.

Ellas caminan sin prisa. Charlando. Pasan por delante del que está vigilando. Al cabo de un rato, las sigue. Yo doy una vuelta. Me aseguro de que no hay nadie más. Y entro en la cabaña. Aquí estaré seguro. Por ahora. Pero no sé si me buscarán.

Evidentemente, no podía volver con el resto de esclavos como si nada hubiera pasado. En cuando se despierten y den el aviso, estaré expuesto. Y si no despiertan, es probable que alguien los busque. Y que me pregunten a mí. Que me interroguen. Así que esta es la opción menos peligrosa. O es lo que creemos.

Llamo al resto de las chicas. Están nerviosas. Solo saben que he llamado a las gemelas. Lo que significa que algo ha salido mal. Les explico todo.

–¿Cuanto días te quedan?– pregunta Shi preocupada, aunque ya sabe la respuesta.

–Sobre una semana– respondo.

–Esperemos que no te busquen aquí– casi reza Liang.

Queda poco. Y después aún hay peligro. Incertidumbre. Pero no podemos sino asumir nuestra situación. En parte, es más tranquilo estar aquí. Solo que terriblemente arriesgado. Terriblemente peligroso. Pero no será hasta mañana. Nadie debería echarme de menos hasta que no me presente al siguiente turno de trabajo. O hasta que ellos despierten y consigan desatarse. Y bajar su más que probable erección.

Ai, Shu y el resto se van a preocupar bastante. Lo lamento. Pero no podemos avisarlas. Sería un gran estupidez.

Al cabo de un rato, vuelven las gemelas de su paseo.

–¿Qué ha pasado?– pregunta Yu.

No tardamos en ponerlas al día. Ellas ahora son la pieza más importante. Tienen que reunir información para que podamos actuar. Para saber si me buscan y dónde. Y sin salir de la zona segura. Sin ponerse en peligro.

–Bueno, al menos tenemos a Kong para nosotras solas– me abraza Yi.

–Eso es verlo por el lado positivo– la mira Song.

–Y aprovecharse– protesta Yu, también abrazándome.

–Yo también quiero– ríe Shi, tirándose sobre nosotros.

Al final, acabamos unos encima de otros. Menos Lang y Wan, que no se han atrevido. Nos miran entre incrédulas y envidiosas. No podemos sino reír. Hay que reconocer que Yi ha conseguido animarnos. Aunque ha acabado enterrada. Menos que yo.

—————

Las gemelas duermen la primera noche conmigo. Con la excusa de que es su cabaña y su cama. Y con la complicidad del resto. Debe de ser el primer día que hemos tenido sexo sin ningún tipo de prisa. Sin tener que ir a ningún sitio el día siguiente.

Debería haber sido dulce y relajado. Pero también era el momento perfecto para mi venganza. Que estemos en problemas no significa que no pueda tomarme mi revancha. Y quizás nos ayude a relajarnos un poco.

Con la ayuda de Ning y Rui hemos puesto cuatro cuerdas. Luego las he probado con ellas. Estaban inmovilizadas. Con las manos y piernas abiertas. Sin tocar al suelo. Rui mirando al techo. Ning al suelo. Sus vaginas a la altura adecuada para que las penetrara sin dificultad. Además de que las cuerdas me dan margen para moverlas.

Ning gemía excitada. Rui algo menos exagerada. A las dos las he penetrado analmente. No sé que me excita más. Si ver el culo y penetrarla por atrás. O ver sus tetas y rostro mientras las follo. Siempre atadas y abiertas.

A Rong la he atado boca arriba. Y a Bronceada la he puesto encima. Bocabajo. Pecho contra pecho. Cara contra cara. Follándolas alternativamente. Haciéndolas besarse. Con lengua. Quería probar si las cuerdas aguantaban. Es una buena excusa para engañarme a mí mismo.

Luego las he ido llamando una a una. Shi la primera. De haber algún problema, me avisaría. No se ha resistido mientras la ataba. Ha preferido bocarriba. A veces bombeaba dentro de ella. Otras la movía. Dada su cultivación, el roce de las cuerdas no es problema. Aunque casi se cae cuando la desato. Después de varios orgasmos, atada y llena de mí, sus piernas no le respondían.

La he estado abrazando un rato. Y la he acabado follando de nuevo. Esta vez con delicadeza. En la cama. Besándonos. Hoy tenemos tiempo.

A Liang le ha tocado bocabajo. Ha sido muy sumisa. Shi me provocaba. Ella solo gemía. Y gritaba mi nombre.

También nos hemos quedado abrazados un rato después. Y me ha acabado cabalgando en la cama. Despacio. Suavemente. Con mucha dulzura. Hoy tenemos sesión doble de sexo.

Con Song, Liang me ha ayudado al principio. Tenía miedo de hacerle daño en la pierna. Pero no es tan delicada. Está soldada. Ese es el problema. Mal soldada. Y no puede caminar bien. Pero sí ser atada. Y follada. Con sus pechos rebotando. Con ella quejándose sin parar. Más seductora que enfadada.

Así que lo hemos hecho de nuevo. Otra vez atada. Después de darle la vuelta. Esta vez jugando mucho con sus pechos. Y azotándola por portarse mal. La he devuelto después de un largo y húmedo beso. Y haciéndole prometer que volveríamos a repetirlo.

Lang se ha asustado un poco al principio. Igual pensaba que había hecho algo mal.

–Es tu turno de ser castigada por lo de ayer. Como a las otras. Así que más te vale portarte bien. Al resto le ha gustado– le susurro.

Así que al final se ha calmado. Ha preferido bocabajo. Y ha disfrutado como ninguna. Cuando se lo he dicho, se negaba a mirarme a los ojos. Han hecho falta varios abrazos y besos para que lo hiciera. Estaba tan adorable que también la he vuelto a follar. Abrazados en la cama. A veces yo arriba. Otras ellas. Ha estado muy intensa. Muy activa. Y se ha vuelto a avergonzar luego. He tenido que prometerle varias veces que no diré nada. Claro que, me temo, que ella acabará confesando. Son muy persuasivas.

Con Wan ha sido parecido. Pero también la he convencido diciendo que a las demás les ha gustado. Prometiéndole soltarle si me lo pedía. Bocarriba. No me lo ha pedido. Como mucho pedía más.

–Mmmm, no me he acordado que tenía que azotarte también como castigo– le he dicho mientras la abrazaba tras follarla.

–¿Eso no duele?– me ha preguntado entre interesada y preocupada.

–¿Quieres probarlo? Siempre podemos parar– le aseguro.

Así que, a cuatro patas, la he follado por detrás. Primero la he azotado suavemente. He ido subiendo hasta que se ha quejado. Siempre añadía qi. Ha tenido un orgasmo bastante fuerte. Y también me ha hecho prometer no decir nada. Estaba muy seria. Puede que no consigan sonsacarle nada. No estoy seguro.

A las gemelas las he puesto una sobre otra. Como a Rong y Bronceada. Después de follarlas, las he puesto igual, cambiando posiciones.

Me han pellizcado unas cuantas veces en la cama cuando hemos ido a dormir. Aunque me han dado más besos. Lo peor es que han insinuado que les he dado ideas. Empiezo a arrepentirme.

—————

Me despierto abrazado a Yi y Yu. Aún están durmiendo. Son unas dormilonas. Las beso alternativamente. No despiertan.

Luego empiezo a jugar con sus pechos. Sus pezones. No despiertan.

Bajo hasta sus entrepiernas. Acaricio sus suaves vellos púbicos. Luego sus vaginas. Sus clítoris. Se van mojando poco a poco. Gimen entre sueños. Sigo jugando con ellas.

–¡Aaahh! ¡Kong! ¡¡¡Aaaaahhh!!!

Yi es la primera en despertar. Antes de que pueda reaccionar, la silencio con un beso. La abrazo. Ella me recibe. Con sus húmedos labios. Abre las piernas. También me abraza, Sus manos recorren mi espalda.

No tardo en penetrarla. En disfrutar de su interior. En luchar lengua contra lengua. Sus caderas contra las mías. Su vagina contra mi miembro. Ella apretándome. Yo penetrándola. Yo buscando sus puntos débiles. Ella los míos. Cada vez son más hábiles. Más peligrosas. Me corro en ella. Ella gime de placer.

Nos quedamos abrazados un rato. Cuando me giro, unos ojos verdes me están mirando.

–Me has dejado a medias– protesta.

Yi me empuja riendo hacia su hermana. Que me recibe en sus brazos. Que se pone encima de mí. Mueve su pelvis sobre mi miembro. Incitándolo. Provocándolo. Humedeciéndose ella también.

Al mismo tiempo, acerca sus labios. Tentándome. Pero los separa cuando me acerco. Jugando. Estrujo su pecho como represalia. Añado qi. Ella gime. Me reta con la mirada. Se vuelve a acercar. Me esquiva. Y me muerde el hombro.

Se ríe cuando me quejo. Y me acalla con un beso. Mientras lo hace, me introduce dentro de ella.

–Está hoy muy crecida– comenta su hermana.

Yu le saca la lengua. Luego se mueve sobre mí. Cada vez más rápido. A veces me besa. A veces me tienta. La muerdo una vez, como venganza. Estrujo su culo. Sus pechos. A veces los acaricio con suavidad.

Ella sigue acelerando. Llegando a su orgasmo. Incitando el mío. Colapsa sobre mí cuando la lleno.

–Buenos días– me susurra al oído.

–Buenos días, Mordisquitos– la provoco.

Y, como debería haber imaginado, me muerde. La miro haciéndome el enfadado. Y recibo otro mordisco. Esta vez es Yi.

–¡Dos contra uno es trampa!– protesto.

––Te aguantas— ríen las dos a la vez.

Al final, acabo lleno de pequeños mordiscos. Y a ellas riendo, satisfechas de su victoria. Es fácil dominarlas cuando pelean entre ellas. Cuando se ponen de acuerdo, tengo las de perder. Aunque, a pesar de los mordiscos, no puedo dejar de reír.

Se visten y se van a dar una vuelta. A ver como están las cosas. Espero que estén tranquilas. Necesito, por lo menos, unos pocos días más.


Chapter 72: Proscrito (II)

Las gemelas tardan en volver. Me dan tiempo para follármelas a todas. Bai Wan está nerviosa mientras la penetro. Tiene miedo de que puedan volver y pillarnos. Así que la llevo rápido al orgasmo. La lleno rápido. Empujando por detrás hasta dejarla sin respiración.

Con las otras nos tomamos más tiempo. No les importa que nos pillen. Lo hemos hecho con ellas delante muchas veces. De hecho, cuando llegan, Song, Liang, Shi y yo estamos en una guerra de cosquillas. Desnudos. Todos contra todos. Ma Lang nos mira, indecisa. Bai Wan está destilando unas plantas en la Residencia.

Las gemelas nos miran un momento, sorprendidas. Quiero decirles algo, pero Shi aprovecha para atacarme a traición. Song la ataca a ella. Liang a Song. Y yo a Liang.

Pronto, tanto Yi como Yu están envueltas en la batalla. Empiezan atacándome a mí, pero pronto se vuelven la una contra la otra. Y son presa del resto. No tardan en entender que no hay amigos ni enemigos.

Al final estamos todos tumbados en la cama. Unos sobre otros. Riendo. Jadeando. Agotados.

–No se veía mucho movimiento. Apenas deben haberse dado cuenta de que no estás– informa Yi tras recuperar la respiración.

–En unas horas, volveremos a mirar. Los que nos siguen van a tener que trabajar extra– ríe Yu.

–Pobre. Cuando nos hemos separado no sabía a quién seguir– también ríe Yi, aunque en ese "Pobre" no hay ninguna lástima.

–Tened cuidado– se preocupa Liang.

–No pueden hacer nada dentro de la secta, no a la vista de todos. Están esperando que salgamos– añade Yu, con ira contenida en su voz.

–Dejadles que se confíen. Cuando llegue el momento, recibirán su merecido– interviene Song, con clara hostilidad hacia ellos.

–Song es tan decidida– la abraza Yi.

–Y tan blandita– se recuesta Yu en sus pechos.

–¡Eh! ¡Parad!– protesta Song, sin saber muy bien como reaccionar.

Los demás nos reímos. Resulta realmente agradable estar simplemente con ellas. Lástima que estemos en grave peligro.

Aunque querría estar más con todas, al final solo una o dos se quedan conmigo en cada momento. El qi es más denso en la Residencia. Y va subiendo a medida que me hago más fuerte. De esa forma, pueden recuperar más. Y yo absorberles más.

No hay mucho que hacer. Practicar un poco mientras tenga qi suficiente. Hablar con las chicas. Por alguna razón, solemos acabar follando. Me dicen que es culpa mía. Que soy un pervertido. No lo voy a negar. Pero no tengo claro de que sea el único.

—————

Bai Wan me ha estado hablando de plantas y píldoras. Ha estado practicando con los calderos. Básicamente haciendo mezclas sencillas. O derritiendo algunos materiales. Extrayendo la esencia. También ha incinerado unas cuantas plantas. Pero así está aprendiendo rápido a controlarlo.

Está entusiasmada. No entiendo la mitad de lo que dice, pero me gusta escucharla. Claro que a veces le cuesta concentrarse y seguir hablando. Sobre todo cuando le voy metiendo mano.

–No te preocupes por mí. Sigue. ¿Para qué decías que servía ese extracto?

–¡Aah! Kong. No seas malo. ¡Ah!– protesta mientras manoseo su pecho.

Al final se enfada. Me empuja contra la cama. Me coge las manos para evitar que las use contra ella. Y mete mi miembro dentro de su vagina. Ha ganado confianza muy rápido. Al menos cuando estamos solos.

–¡¡AAAAaaah!! ¡Es culpa tuya! ¡¡HHHAAAAAAAAAaaahh!!

Es un espectáculo verla cabalgarme. Pronto se pierde en el placer. Se olvida de retenerme. Aprovecho para sentarme. Para llegar a sus labios. A su culo. A sus pechos. Para besarla y manosearla.

Acaba agotada. Aprovecho para estirarla sobre la cama. Para ser yo el que empuje. Para hacerla mía otra vez. Para seguir disfrutando de ella. Para llevarla de nuevo al clímax.

–Entonces, ¿qué decías del extracto?

–Aaah. Song tiene razón. Eres muy malo. Aaaah– se queja.

No puedo evitar besarla. Abrazarla. Me la volvería a follar, pero está demasiado cansada. Se acaba durmiendo. La devuelvo a su cama un rato después.

Aprovecho para mirar los cuadernos. A ver si me interesa alguno más. Aunque podría practicar las técnicas que conozco un poco más, las tengo bastante por la mano. Incluso, Corriente de qi empiezo a dominarla. Y las gemelas nos enseñaron a crear luz.

Dicen que es bueno practicar diferentes técnicas. Para compararlas. Para comprender mejor sus entresijos. Para aplicar lo que aprendes de unas a otras. Para llegar a revelar la esencia de cada una. Siempre y cuando tengas suficiente qi. Aunque no pasarse con demasiadas a la vez. O acabas confundiéndote.

Estos cuadernos son los que las chicas han seleccionado para mí. Todos parecen adecuados. Así que voy a seguir sus sugerencias. Por desgracia, no tengo técnicas de bastón. Pero el Refuerzo de qi para endurecer un arma parece útil. Para proteger el bastón de armas superiores. O de continuos golpes.

Es similar a Corriente de qi, aunque el qi se introduce en el arma. En lugar de que salga en el golpe, como una pequeña explosión. Pero el principio es el mismo, así que debería ser fácil. E igual me ayuda a comprender mejor el otro. De hecho, tiene cierto parecido a Armadura Interior.

Tengo a Bronceada haciéndome una felación mientras lo reviso. Ha mirado los cuadernos con bastante sorpresa. Pero no se ha atrevido a preguntar. Hasta que ha visto Golpe Celestial.

Se trata de una técnica más apropiada para espada. Aunque debería poder ejecutarse con el bastón. El movimiento del arma, con gi, genera una especie de hoja de qi que se lanza contra el oponente. Es una de las técnicas necesarias para aprender muchas técnicas de espada. Shi y Ma Lang la están estudiando.

El cuaderno tiene una técnica hermana, Golpe Celestial. Comparten la primera parte. Por eso le debe de interesar.

–Te puedo dejar aprenderla si me haces correr en menos de cinco minutos– le he propuesto.

Se está esforzando. Pero hago trampas. No puede superar mi control. Al final me corro en ella después de casi diez. Me mira algo deprimida.

–Te falta mucho. Pero si demuestras que eres obediente, quizás te deje aprenderla en el futuro– le ofrezco –. Ahora ponte a cuatro patas y fóllame.

Se muerde el labio. Obedece. Yo estoy sentado al borde de la cama. Ella fuera de ella. Con su culo moviéndose hacia delante y atrás. Haciendo todo el trabajo. A veces pauso la lectura para introducir qi. O para golpearla levemente.

Es cierto que no le tocaba hasta la noche. Pero tengo tiempo libre para follarla. Para dominarla. Para usarla.

Termino una primera lectura. Necesito practicar para acabar de comprender algunos conceptos. Y luego, seguramente, volver a leerlo. Volver a revisar las palabras. El qi entrelazado que da más detalles, y que ahora se me escapa un poco.

Pero, antes, veo que Bronceada está un poco cansada. Cojo sus nalgas y la detengo. La empujo contra el suelo. Yo detrás de ella. Embisto con fuerza. Con qi. Llevándola rápidamente al orgasmo. Descargando la presión en ella. Llenándola

–Buena chica. Sigue así– le digo, palmeando su culo.

La devuelvo. Saco el bastón y le añado qi. Parte no entra. Parte se difumina por toda su extensión. Algo he hecho mal. Era de esperar. Ya veo. Tengo que tener en cuenta la estructura del bastón. Pero, cómo. Mmmm. A ver. ¡Mierda! Se ha metido en mi mano. Ha sido una sensación extraña. A ver. Mi mano también cuenta. Ajá, aquí dice que…

Estoy una hora con el bastón. Se me ha pasado un poco el tiempo. He hecho algún progreso, pero no puedo gastar mucho más qi. Y las gemelas se están impacientando.

–Lo siento, me he entretenido practicando– me disculpo.

–Como si con Wan no tuviéramos bastante…– gruñe Yi.

–Os compensaré– le aseguro.

–¿Y cómo?– se cuelga Yu de mi cuello.

–Seguro que se os ocurre algo.

Beso a Yu. Y no me olvido de su culo. Yi me abraza también. Exigiendo mi atención. Esta vez Yu no se enfada. Se ríe. Luego se quejan de que les he arrugado la ropa. Se la ajustan la una a la otra. Y se van a dar una vuelta.

Últimamente no se las veía mucho. En teoría, porque estaban cultivando. En realidad, porque estaban conmigo. Así que, la excusa, es que necesitan un tiempo para relajarse. Para contemplar el mundo. Para meditar de otra forma sobre lo que han percibido. Relajar su contenedor. Bueno, lo llaman mar de qi.

La verdad es que las gemelas han conseguido excitarme un poco. Sus besos no eran nada inocentes. Y sus piernas se restregaban contra mi miembro. Miro a Rong. Está despellejando a una bestia. Llena de sangre. Ya me la follaré en otro momento.

Ning está practicando con las barreras. Para una vez que Rui ha conseguido que lo haga, la dejo en paz. Rui está practicando con las dagas. Contra un tronco. Con una técnica llamada Invasión de qi. Tiene el cuaderno al lado.

Se trata de, un vez clavada el arma, insertar qi a través de ella para atacar el interior desprotegido. En el reino del alma, con el qi cada vez más denso, se va haciendo más y más peligroso. En reinos superiores, se puede llegar a controlar más sutilmente ese qi. Hacerlo más mortífero.

No pasa nada si la interrumpo. Es diligente. Volverá a trabajar. Así que, después de clavar la daga, la traigo. Se la había quedado mirando. Pensativa.

–¡Amo!– exclama, sorprendida.

La tiro contra el suelo. Bocarriba. Sus piernas dobladas. Llegando casi a sus hombros. Sus rodillas ligeramente separadas. Dejándome asomarme entre ellas. Llegar a sus labios. Mi miembro rozando su entrada.

Su boca me recibe sin dilación. Con pasión. No tarda en estar mojada. En ser penetrada. En ser usada para satisfacer mi lujuria. Función que cumple obediente. Fiel. Hambrienta.

En esta posición, puedo penetrarla fácilmente hasta al fondo. Dominarla. Someterla. Follarla a placer. A mi placer. Solo la llevo una vez al orgasmo. Cuando yo mismo me dejo llevar. Llenándola. Liberando mi excitación. Aunque ella parece más que dispuesta a servirme. A ser usada. A ser follada.

La hago limpiarme. Con la boca. Es buena. Me acabo corriendo de nuevo en ella. Se lo traga, saboreándolo. Sonríe ampliamente cuando la alabo. Por el sexo. Por su entrenamiento. Como un perro al que das un par de palmaditas cariñosas.

La devuelvo. No tarda mucho en volver a entrenar. Su culo moviéndose sugerente. Sus tetas oscilando. Dejo de mirarla. O la traería otra vez.

No es mejor si miro a las chicas. Pero me traigo un rato a Liang para que me haga compañía. Con Rayitas. Que corre por la habitación, animada. Ya ha estado antes. Y a las gemelas no le importan algunos arañazos. Total, casi no están aquí. Y tienen a la tigresa muy mimada. Todas ellas. Quizás yo también.

Se tira sobre mí. Me exige caricias. Que juegue con ella. Liang se ríe. Aprovecha para besarme cuando estoy sobre la cama. Con la tigresa acolchando la túnica, en mi pecho, con sus garras. Es mejor ir vestido si está ella. Sus uñas son afiladas. Incluso en etapas altas. No sé de qué están hechas. Supongo que añade qi naturalmente.

Tengo que sujetarla cuando llegan las gemelas. No vaya a ser que se escape. Estas la ven y se tiran sobre la cama. La provocan. Pronto Yu está chupándose el dedo. Tiene un pequeño arañazo. Pero no le importa mucho. Ya están acostumbradas.

Lo cierto es que está aprendiendo a ser más delicada. Casi siempre, esconde las uñas cuando juega con nosotros. Pero a veces hay algún accidente. Yi le ha pegado en el hocico. Rayitas ha emitido una especie de maullido. No sé si de disculpa o de indignación. Pero ha sido adorable.

Llamo a las demás para que expliquen lo han visto. Pero tardan un rato en hacerlo. Todas se han puesto a jugar con Rayitas y Terror, que Yi ha pedido traer.

Tigresa y rata se pelean entre ellas durante un rato. Pero no se hacen daño. Ahora están con nosotros. Terror se ha escondido entre mi ropa. Me hace cosquillas. Y Rayitas la buscaba con su suave pata. Con las uñas escondidas.

Las chicas, lejos de ayudarme, lo encuentran divertido. Bueno, no negaré que es gracioso. Pero no sé por qué tengo que ser siempre la víctima.

—————

–No se sabe que ha pasado. Solo se sospecha que un esclavo ha huido. Bueno, probablemente los esclavos lo sepan– empieza Yu.

–Han interrogado a varios de ellos. Seguramente también a los guardias. Deben de saber que no has salido– sigue Yi.

Les encanta turnarse. Contar una parte cada una. Siempre me ha resultado curioso.

–Por ahora, están buscando en almacenes y varios lugares de trabajo. No se lo han tomado muy en serio. Supongo que piensan encontrarte pronto.–Añade Yu.

–No sabemos si han hablado con Tan Bolin, pero suponemos que sí. Cuando no te encuentren, empezarán a tomárselo más en serio. No sabemos si inspeccionarán cabañas– acaba Yi.

–Tendremos que acabar de preparar el plan– interviene Shi, muy seria.

–Es lo mejor. Tiene que estar listo. Cuanto antes, mejor– asiente Song.

–¿Qué plan?– pregunto.

–Ya te lo explicaremos– responde Liang, sin poder ocultar una sonrisa traviesa.

De hecho, todas sonríen así. Incluso Ma Lang o Bai Wan. Las dos apartan la mirada cuando las miro. ¿Debería tratar de torturarlas para sacarles información?

–Te lo explicaremos cuando llegue el momento. En-ten-di-do– me amenaza Shi, a la que le cuesta aguantarse la risa.

–Entendido– me rindo.

No sé que planean, pero me temo lo peor. Aunque, sea lo que sea, espero que funcione.


Load failed, please RETRY

Weekly Power Status

Batch unlock chapters

Table of Contents

Display Options

Background

Font

Size

Chapter comments

Write a review Reading Status: C71
Fail to post. Please try again
  • Writing Quality
  • Stability of Updates
  • Story Development
  • Character Design
  • World Background

The total score 0.0

Review posted successfully! Read more reviews
Vote with Power Stone
Rank 200+ Power Ranking
Stone 9 Power Stone
Report inappropriate content
error Tip

Report abuse

Paragraph comments

Login

tip Paragraph comment

Paragraph comment feature is now on the Web! Move mouse over any paragraph and click the icon to add your comment.

Also, you can always turn it off/on in Settings.

GOT IT