Kate se sobresaltó y luego cerró la boca al instante como si Matt la hubiera pillado con las manos en la masa.
Matt sintió que había ganado la lotería. Como esperaba, Kate realmente tenía mucho más que solo diez millones de dólares en patrimonio neto. Por eso estaba tan desesperada por comprarle para anular el acuerdo prenupcial, porque no quería perder demasiado dinero.
—Vaya, la has cagado, Kate. ¿Crees que me engañarás? —Matt dijo con una sonrisa—. No soy un idiota. Puede que sea vago, pero soy mucho más inteligente que tú. ¡Deberías estar agradecida de que no te haya pedido el divorcio primero!
—Maldito enano—Henry se levantó de su silla pero fue detenido a la fuerza por Kate.
—Siéntate, Henry.