—También tiene algunos apartamentos que alquiló en Los Ángeles y Nueva York. Entonces, sus activos, acciones y ganancias le dan ¡diez millones de dólares de patrimonio neto!
—Al principio, Mary se quedó en shock, pero su sorpresa se convirtió en ira al darse cuenta de lo mezquina que era Kate. —¡Esa perra! ¿Por qué nunca me habló de nada de esto?!
Matt quería decir que él le había dicho a propósito que se callara sobre todos sus logros y riquezas, para que Mary lo viera a él como el exitoso.
Pero eso ya no importaba ahora.
Debido a ese acuerdo prenupcial, tendrían la misma riqueza después de su divorcio.
—Lo sé, mamá. ¡Por eso dije que es tan jodidamente malvada! —se quejó Matt—. ¡Solo pedí diez mil dólares y se lanzó de lleno solo para humillarnos! Diez mil es como... ¡el salario de diez días para ella!
Mary estaba muy enfurecida. Sentía que había sido atacada injustamente por esa perra sin razón alguna.