Diez minutos después, Connor estacionó el coche frente al Hotel Hilton.
—Señorita Aida, la cama en este hotel parece ser muy cómoda. ¡Cuando llegue el momento, los dos podemos experimentarlo! —dijo Connor con una sonrisa.
—¡¿Todavía estás de humor para bromear conmigo en un momento como este?! —Aida rodó los ojos hacia Connor sin poder hacer nada.
—Haha... —Connor sonrió levemente, luego tomó la mano de Aida y entraron al hotel.
Había un joven sentado en el coche que había estado siguiendo a Connor. Cuando el joven vio a Connor salir del coche, sacó su teléfono y tomó algunas fotos de Connor, luego se las envió a Dane.
Después de que Dane recibió la foto que su subordinado le envió, la envió a Cielo sin dudarlo.
Cielo, quien había estado esperando ansiosamente en casa, tenía una expresión complicada en su rostro al ver la foto de Connor sosteniendo la mano de Aida y entrando al hotel. Había sorpresa, confusión y asombro.
Nunca pensó que el hombre al lado de Aida sería Connor.