—¡Caña, tú eres el que me pidió que me quedara! —protestó Ethan—. Estaba muy seguro de que este alfa le daría más dolores de cabeza en el futuro con lo posesivo y sobreprotector que sería, pero luego no se quejaría tanto, ya que estaba muy feliz de ver finalmente que Caña obtenía lo que merecía y el destino no fue demasiado cruel con él.
Además, tuvo una idea de cómo Caña trataría a Iris, ya que había presenciado de primera mano cómo era el alfa con Leane cuando ella estaba embarazada. Probablemente, su tendencia a ser sobreprotector podría ser peor, dada la grave situación en la que se encontraban ahora y la historia de la salud de Iris.
—Un abrazo no le hará daño —gruñó Ethan.
Por otro lado, Iris comenzó a reír. Tomó la iniciativa de soltarse de Caña y se acercó a Ethan. Le dio al gamma un gran abrazo para que dejara de refunfuñar. Sentía que Ethan era más un hermano que el que tenía. Le gustaba mucho el gamma.