```
Unos minutos más tarde, Elsa finalmente salió del baño. Sus movimientos se detuvieron cuando se percató de que Samuel se acercaba a ella. Su expresión se ensombreció a medida que los recuerdos de su encuentro anterior inundaban su mente.
Ese día, había estado desconsolada y humillada. Había cometido el error imprudente de asumir que su salvador podría convertirse en su novio. Se había acostado con él sin dudarlo. Lo que no sabía es que él sería solo otro chico que le rompería el corazón y la humillaría.
El dolor de la confianza traicionada y el amargo sabor de la traición inundaron sus pensamientos, alimentando su inmediata aversión hacia él. Intentó evitarlo, esperando eludir cualquier confrontación adicional, pero Samuel se mantuvo firme, bloqueando su camino, su determinación palpable.
—¿Podrías hacerte a un lado por favor? —preguntó Elsa, evitando el contacto visual con él.