Abigail presionó el teléfono contra su oreja, sus ojos llenándose de lágrimas de alegría al escuchar la voz de su padre después de tantos días.
—Papá —susurró, la ternura en su voz transmitía la profundidad de sus sentimientos—. Estoy tan contenta de que hayas llamado. Te extrañé muchísimo. Se sentó en el sofá, su corazón latiendo de emoción.
La voz de Sebastián era cálida y tranquilizadora al otro lado de la línea. —Yo también te extrañé, querida. Lamento no haber podido asistir a tu fiesta de baby shower, pero quería llamarte y saber cómo estás.
Abigail tomó una respiración profunda, intentando controlar sus emociones. —Está bien, Papá. Jasper me contó sobre la condición de Britney. ¿Cómo está ella ahora?
Hubo una ligera pausa al otro lado de la línea antes de que Sebastián respondiera. —Ahora está estable y ha regresado a casa. Todos estábamos muy preocupados por ella, pero está mucho mejor.