Abigail fue llevada rápidamente al hospital cercano. Sufrió un infarto. Afortunadamente, Michael logró llevarla al hospital a tiempo. El personal del hospital tomó el control rápidamente, sus movimientos eran un torbellino de caos coordinado.
El miedo y la ansiedad se apoderaron de él mientras presenciaba las secuelas de su infarto.
Abigail fue salvada, pero su condición era crítica. La trasladaron a la unidad de cuidados intensivos. Profesionales médicos vestidos de verde se movían con determinación. El constante pitido de los monitores y el suave siseo de los ventiladores llenaban el aire, recordándole su dependencia del soporte vital para mantenerse en su frágil estado.
Los pensamientos de Michael estaban divididos entre su preocupación por el bienestar de Abigail y su inquietud acerca del paradero de Samuel y Sebastián. Necesitaba desesperadamente ponerse en contacto con Samuel, para averiguar el resultado de su misión y saber si habían logrado escapar sanos y salvos.