No podían creer lo que Pino había hecho con su personalidad. Había logrado cortar el brazo de Luce, y lo asombroso era su razón para hacerlo. Ahora, con el brazo en su posesión, significaba que tenían parte de la sangre del rey demonio.
Sabían que Luce era fuerte, demasiado fuerte, al punto que un ataque sorpresa seguramente no lo mataría. Y con la personalidad de Pino, casi todos los golpes que daba tenían como objetivo matar al oponente.
—Olvidé que tenía el poder de los familiares para ayudarlo —Hikel agarró el brazo y sacó un frasco de debajo de sus pantalones gruesos. Luego comenzó a exprimir el brazo, permitiendo que la sangre goteara dentro del frasco.
—¿Acaso estuvo esperando en ese huevo todo el tiempo, esperando el momento adecuado para atacar y que pudiéramos obtener esto? —preguntó uno de los presentes.