—Me convertiré en una criminal buscada y me veré obligada a esconderme en la selva hasta llegar a la violeta. No más comida. No más baños relajantes. Pasaré la próxima década huyendo como una animal. Dioses, soy tan estúpida. Lo arruiné todo.— pensó Kelia.
Dusk no tuvo tiempo de consolarla. Ya había tomado el control de su cuerpo y estaba tejiendo una Distorsión Espiritual, esperando que el mana de Kelia fuera suficiente. Sus siestas en el baño no eran suficientes para reiniciar los efectos de Invigoración, y no había dormido en casi un mes.
—Incluso si logramos la Distorsión, ella se desmayará por abuso de mana. Con mi energía, como máximo puedo hacer que flote. Si la Emperatriz tiene una forma de seguirnos, nosotros-—
Un hechizo de Espacio Sellado aplastó sus planes.