—Lith recordó su primer encuentro durante el Festival de Primavera en Lutia, cuando el Conde había traído a su último protegido, Ricker Trahan. Había sido la arrogancia del joven la que había llevado a Nana a humillar a Ricker mostrando a su futuro aprendiz.
Lith acababa de usar magia en una lechuga para entretener al noble, pero ese pequeño e insignificante evento había entrelazado sus vivas hasta su final amargo. Lith se aferró a Kamila mientras recordaba su absurdo plan para fingir la presencia de fantasmas para desenmascarar a los traidores que Koya, la esposa del Conde, había plantado entre el personal.
Recordó la cara tonta de Lark cubierta de harina, riendo como un niño mientras Lith lo hacía volar con magia. Era todo muy caricaturesco que casi podía oír a la Condesa decir:
—"Y habría salido con la mía también, si no fuera por ese molesto niño" mientras la Asociación de Magos destruía su hogar por intentar atentar contra la vida de Nana.