—¿Por qué tenía miedo al fuego entonces? —preguntó Solus.
—Probablemente porque fue un ogro normal hasta hace poco. Todos los seres vivos tienen miedo natural al fuego. Aún tenía que darse cuenta de que sin órganos vitales y con magia de luz a su disposición, el fuego es una pequeña amenaza para una criatura basada en agua como él.
—Deja de perder el tiempo. Eres fuerte, el maestro puede usarte. —Lith se volvió hacia la fuente de la voz, pero ni la Visión de Vida ni el sentido del maná mostraban nada. Al menos no hasta que una figura encorvada surgió literalmente de las sombras.
La criatura no se parecía a nada que Lith hubiera visto antes, ni siquiera estaba en ninguno de los bestiarios que poseía. Era un pequeño humanoide, apenas 1.3 metros (4'3") de altura, con piel gris pálida y cabello grueso y grisáceo.