En el momento en que entró a la cámara, Lith notó un letrero que decía que era posible utilizar objetos dimensionales dentro de la sala de reuniones. Decidió aprovecharlo para lograr el efecto más dramático posible.
—¿Has llevado eso contigo todo el tiempo? —Todos los presentes en la sala habían visto su parte de personas muertas. Lo que sorprendió al general Morn fue la facilidad con la que Lith realizó su truco.
—Sí. También tengo el resto del cuerpo si está interesado en examinarlo. Tiene algunos tatuajes de runas desconocidas que planeaba estudiar en el futuro cercano. —Ya los había copiado antes de la reunión, solo por precaución.
—Si leen el informe que presenté al teniente Yehval inmediatamente después de los eventos, coincide con la descripción de mi atacante. Además, tengo esto. —Lith les proporcionó copias de los hechizos que había aprendido de los clérigos del Alto Sol, tanto en idioma kaduriano como común.