Esa chica había soportado una vida llena de tragedia: perder a su madre a temprana edad y crecer sin conocer a su padre. Irónicamente, su padre resultó ser nada menos que su propio tío, el antiguo rey de su país.
Conocer el alcance completo de las luchas de Scarlett abrumó a Teodor, lo que le causó un fuerte dolor de cabeza. Además, no podía ignorar las emociones persistentes que albergaba por ella, sentimientos que habían florecido desde el día en que se conocieron por primera vez.
Ahora, sentía un profundo temor, preocupado de que Scarlett lo golpeara una vez que supiera el resultado del ADN.
—¡Dios mío! ¿Cómo puedo albergar sentimientos románticos por alguien que comparte mi sangre? —Suspiró profundamente en silencio mientras seguía a Rex hacia el coche.
—¿Quieres subirte a mi coche? —preguntó Rex a Teodor antes de meterse en su propio vehículo.
—Subiré a tu coche —respondió Teodor. Necesitaba hablar de algo con Rex antes de llegar a la casa de Scarlett.
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