—No finjas ser una buena chica. No lo eres y nunca lo serás —dijo la mujer al otro lado del teléfono.
Jeslyn apartó el teléfono de su oído y miró la identificación antes de mirar alrededor de la habitación. No entendía de qué estaba hablando esa mujer.
—Lo siento, ¿me conoces de algún lado? —preguntó Jeslyn.
—¿Y esperas que responda a una pregunta tan estúpida de una cazafortunas como tú? Jeslyn o como sea que te llames, aléjate de mi hijo. No te lo advertiré de nuevo. Vera es mi nuera y está embarazada de mi hijo por segunda vez. Si no fueras una persona malvada, no necesitarías que nadie te dijera cuál es tu próximo paso —dijo la mujer.
Jeslyn se sorprendió al escuchar esto. ¿Qué estaba pasando? Trató de buscar el número de Vera en su teléfono, pero no lo encontró en ninguna parte. Todos los mensajes, chats, correos electrónicos y llamadas anteriores no se encontraban en su teléfono. Era como si Vera nunca hubiera existido.