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40.19% Sobreviviendo al fin del mundo en Latinoamérica / Chapter 41: Capítulo 41 – Recompensas

Chapter 41: Capítulo 41 – Recompensas

El pararme frente al zombie lo provoco a tal grado que se olvidó de que estaba apoyado únicamente en sus rodillas y su brazo izquierdo haciendo que levantara el único brazo sano que le quedaba haciéndolo caer al piso y dejándome a la vista su cráneo abierto con su cerebro expuesto el cual apuñale sin piedad.

Las fuerzas abandonaron gradualmente el cuerpo del zombie quedando en una posición extraña con el trasero al aire.

De su espalda un cristal dorado emergió irradiando una luz modesta y agradable. Esta imagen nubló por un momento mi visión haciendo que extendiera mi brazo como si intentara atraparlo. Sin embargo, el cristal desapareció antes de que pudiera sentirlo con la punta de mi dedo y con ello múltiples anuncios se proyectaron frente a mí.

Sistema: Felicitaciones por derrotar al jefe Zombien mutado (D-)

Sistema: La habilidad devorar ha sido utilizada

Sistema: Felicidades por obtener la habilidad Piel de acero

Sistema: Felicidades por obtener 2 puntos de fuerza, 2 puntos de defensa y 10 monedas de plata.

Sistema: Se ha completado la misión, se ha empezado a calcular las recompensas…

Sistema: Todos los miembros que participaron en la incursión recibirán un objeto al azar y 5 puntos de estadísticas al azar.

Sistema: Felicidades por obtener Collar de enfoque (D)

Collar de enfoque: Aumenta la sabiduría en 10 puntos

Sistema: Se ha desbloqueado el sistema de logros.

Sistema: Las acciones meritorias serán recompensadas con títulos que ofrecen bonificaciones a los usuarios.

Estas pantallas seguían pareciendo frente a mí. De momento decidí ignorarlas por el lugar donde estábamos. Éramos un blanco fácil para monstruos o incluso personas. Todo este ruido debió alertar a todas las criaturas dentro de un buen perímetro por lo debíamos salir corriendo lo más rápido posible. El anciano ya no podía pelear y estaba siendo cargado por Mario, Cristina lucia bien, pero era la más débil entre todos. No pudo ayudar en lo absoluto contra el zombie por lo que andaba con la mirada agachada. Julia lucia exhausta y todavía tenemos que caminar de vuelta durante cuatro horas.

Ya era medio día por lo que el sol y el calor eran insoportables. Todos corrimos sin mirar atrás con el único objetivo de regresar al hospital.

Mis sentidos empezaron a detectar pasos de muchas direcciones acercándose a nosotros. Posiblemente ese zombie mantuvo a los monstruos alejados por su presencia. Debido a su muerte este miedo desapareció de las criaturas haciendo que quisieran reclamar esta nueva tierra como su territorio.

Leo: ¡Apúrense no tenemos tiempo!

Diana: ¡Mejora básica! ¡Mejora básica! ¡Mejora Básica! ¡Mejora básica!

Leo: ¡Detente!

Diana empezó a lanzar hechizos de mejora básicas a todos lo que provoco que su tez se volviera pálida. Aparte de lanzar hechizos de apoyo y curarnos durante todo el día Diana no podía ingresar a un combate directo. Posiblemente esto le causaba una carga emocional haciéndola sentir inútil.

Diana: ¡Estoy bien! ¡De verdad estoy….

Diana dejo de hablar y su cuerpo empezó a perder el equilibrio. Generando que cayera al suelo a causa del agotamiento del mana. Afortunadamente estaba cerca y pude agarrarla de princesa.

Julia: ¿Cómo esta?

Julia me pregunto mientras todos continuábamos corriendo.

Leo: Esta bien solo está agotada por no tener mana.

Al escuchar mis palabras todos sin excepción suspiraron. Diana era una gran ayuda y no lo sabía aún. Sin ella posiblemente no hubiéramos sobrevivido contra Belcebú y los múltiples combates que provocaron que todos se lesionaran con cortes y moretones.

El paso no se interrumpió hasta que finalmente deje de escuchar gritos y pasos de las bestias.

En el hospital – Punto de visto de Alejandra

Melissa: ¿Dónde está mi hermano?

Melissa me miró fijamente con ojos un poco triste. La niña se había recuperado y finalmente hoy no tuvo fiebre. Esto permitió que finalmente pudiera comer una comida completa. Volviéndola más enérgica y sobre todo curiosa.

Alejandra: Salió a buscar comida, dijo que hoy volvería pero que posiblemente se podía retrasar unas horas.

*PA *PA

Las puertas se abrieron de par en par y una mujer con lente y hermosa que ha estado vigilando y cuidando a Melissa todos los días entre. Era Sonia la directora del hospital.

Sonia: Parece que amaneciste mucho mejor. Te traje la medicina, tienes que tomártela para crecer fuerte y sana.

Melissa: ¡No quiero! Saben mal.

Sonia: No puedo darte pastillas por lo que debo de buscar otras opciones así que abre la boca y toma el jarabe. Di AHHHHHH~

Melissa cerro su boca negándose a tragar la cucharada de jarabe. Cuando eso sucedía Leo me dijo que debo sobornarla.

Alejandra: Melissa toma el medicamento y a cambio te daré este…

Revise mi mochila buscando algo dulce que pudiera darle. Pero las cosas que me dio Leo ya casi se estaban acabando. Decidí compartir un poco con esa niña Sara que viene a jugar todos los días con Melissa por lo que se agotó más rápido la comida y el agua. Cuando creí que no había nada encontré una pequeña funda lo cual agarre y saque.

Alejandra: ¡Este snicker!

Viendo el snicker que saqué me di cuenta que era el último que tenía por lo que me puse realmente triste. El snicker era mi chocolate favorito por lo que lo estaba guardando para un momento especial.

Melissa se levantó y agarro el snicker antes de que pudiera meterlo de nuevo a la mochila luego corrió hacia Sonia tomando su medicamente.

¡Mi último chocolate!

Estaba gritando y llorando en mi mente por mi último dulce. Hice una nota mental de cóbraselo a Leo cuando regresara. No estaba asustada de que no regresaran porque sabía bien los fuertes que eran Leo y Julia.

Sonia: Hoy deberían de volver, aunque ya se tardaron estoy algo preocupada. La comida en el hospital ya se acabó y algunas mujeres ya empezaron a inquietarse perjudicando sus estados.

Alejandra: Debemos tener fe.

Sonia: La señora Morales está organizando un rezo por todos los que salieron. Pueden unirse si quieren.

Después de salir Melissa y yo nos miramos en silencio.

Melissa: Tengo miedo… Quiero a mi hermano…

Alejandra: Estará bien, solo tienes que confiar en él.

Kitty: MIAU~

Melissa/Alejandra: ¡!


CREATORS' THOUGHTS
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Capitulo sorpresa de la semana y el ultimo de esta misma. Gracias por el apoyo que le han estado dando a la novela. Espero seguir mejorando y que ustedes tengan una mejor experiencia cuando lean.

Chapter 42: Capítulo 42 – Despertar

Punto de vista Alejandra

Cuando escuchamos el maullido Melissa y yo volteamos automáticamente solo para ver a Kitty que finalmente despertó de su sueño. Había dormido por tres días seguidos y finalmente había terminado su proceso de evolución.

No había muchos cambios físicos en ella a excepción de su tamaño que aumentó ligeramente y su pelaje anteriormente amarillo se volvió rojizo.

El gato salto a la camilla donde descansaba Melissa y paso su cabeza por ella. Este es un comportamiento completamente normal en donde deja sus feromonas en ti para demostrar a otros gatos que era una persona de su grupo. Melissa empezó a sobar la cabeza de Kitty mientras esta última ronroneaba.

Parece que no sufrió cambios serios Leo se pondrá feliz cuando llegue. Espero que vuelva pronto. ¿Por qué no dejo de pensar en él? =Sera que…? Mis mejillas se sentían algo calientes por lo que lleve mis manos a mi rosto. ¡No! ¡Él ya tiene a Julia! No puedo meterme en su relación. Pero se veía tan guapo cuando me salvo y después cuando me dio comida sentí como si fuera mi príncipe azul. ¿Debería luchar por él? ¿No soy fea verdad? Agache la mirada y vi mis pechos los cuales compare mentalmente con los de Julia. ¿Le gustaran grandes? Suspire al saber que actualmente era completamente inútil en el grupo, no hacía nada más que ayudar a Leo a cocinar. No podía pelear como lo hacía Julia o Leo y no podía cocinar tan bien como Leo. Su comida es realmente buena parece como si fuera sacada de un hotel cinco estrellas o de un restaurante Michelin. En cuanto a mi estado.

Nombre: Alejandra

Edad: 21 años

Constelación: Virgo

Clase: Druida (Épico)

Nivel: 0

Estadísticas

Fuerza: 11

Defensa: 10

Velocidad: 11

Sabiduría: 13

Encanto: 19

Habilidades:

Crecimiento acelerado (Únicamente efectivo en plantas), Comunicación con plantas, Ataque de raíces.

Objetos equipados: Ninguno

Mis habilidades eran inútiles ya que no podía usarlos en la ciudad. Por lo que prácticamente no podía luchar. Cada vez que las intentaba usar no sucedía nada, solo hablaba con la hierba en piso que me decía que me quitara que les tapaba el sol.

Me daba ganas de arrancarlas del piso y pisarlas por lo frustrada que estaba. Incluso ahora eh estado practicando con las macetas que están dentro del hospital que aparte de mover un poco la tierra no he logrado mucho avance.

Talvez simplemente tengo que aceptar el hecho de que soy inútil. No sirvo más que para carne de cañón y mis delirios de buscar comida por mi cuenta no fue más que una estupidez. Casi acabo violada por un monstruo horrible.

Alejandra: Ya vuelvo. Voy a tomar aire.

Melissa: Esta bien.

Sali de la sala de emergencia y camine sin rumbo por el pasillo. No había electricidad, pero contábamos con una iluminación natural del sol que nos permitía ver con claridad. Pasé por muchas habitaciones las cuales tenían las puertas abiertas en ellas solo había mujeres embarazadas y ancianos o esto es lo que pensé al principio. Al parecer el día del accidente había una persona en coma que ha estado hospitalizado hasta la fecha. Sin embargo, tenía muerte cerebral por lo que murió cuando el apoyo vital se quedó sin energía. La habitación fue cerrada porque no tenían un lugar para almacenarlo y se prohibió la entrada a todos.

Nadie hablaba de ello y no había ni un solo familiar de él. Morir sin nadie alrededor o que se preocuparan por ti. La historial del señor me hizo pensar que casi acabo así. No literalmente como el, pero si muerta. Las mujeres abusadas por esa cosa terminaban muriendo durante el parto o como comida. Tuve mucha suerte, pero no podía seguir contando con él.

Niño 1: ¡Mamá tengo hambre!

Niño 2: ¡Mamá yo también tengo hambre!

En un cuarto dos niños estaban molestando a sus madres para conseguir algo de comer. Las madres parecían algo desnutridas junto con los niños. Solo ha pasado una semana y posiblemente ya haya gente muerta por el hambre.

Sara: Mamá tengo un algo para ti…

Vi a la pequeña Sara en una de sus habitaciones. Vestía un lindo vestidos con estampados de girasoles y unos zapatitos negros. Sus rasgos faciales eran sus ojos cafés y un característico agujero entre sus dientes. Su cabello era negro y recogido en una trenza. Era muy linda y adorable. Cada vez que la veía me daban ganas de garrarles esas mejillas regordetas y rosadas.

Sara era más pequeña que Melissa, pero eso no les impedía hacer amistad.

¿?: ¿Qué cosa?

Sara: Toma

Sara saco un paquete de galletas que le di esta mañana para desayunar.

¿?: ¿De dónde sacaste eso?

Sara: Me lo dieron, pero no haz comida nada desde ayer las guarde para ti.

¿?: Guárdalas. Estas en crecimiento y necesitas alimentarte bien. ¿No quieres crecer?

Sara: ¡!

Sara: Si quiero, pero tú mamá…

Sara empezó a sollozar lo que provocó que su madre la abrazara.

Sara: Extraño a papá… Sob… Sob… Todo es mi culpa… Sob… Si no me huera… Sob… Enfermado… Sob… Estaríamos con papá… Sob…

La pequeña Sara se volvió un mar de lágrimas no esperaba que detrás de esa sonrisa tan resplandeciente que siempre tenía. Estuviera escondiendo todos sus sentimientos.

La madre de Sara agarro el paquete de galletas de las manos de Sara y empezó a comer. Debería de hablar después que regrese Leo para enviarle un poco de comida extra a Sara. ¿Pero que calificaciones tenía? Solo soy una mujer afortunada que se unió a su grupo por coincidencia.

Al llegar al lobby vi a una anciana arreglando un pequeño altar con una mujer embarazada. Había rosarios y velas con fotos de las personas que salieron a buscar comida. Sin embargo, solo había tres fotos en el altar la de un anciano, una chica que lucía joven y una doctora muy guapa. Sentía que era un poco injusto ya que se fueron más personas y no solo ellos, pero podía entender que no tenían fotos de todos.

Seguí caminando hasta que regresé a la sala de emergencia en donde Kitty y Melissa estaban durmiendo.


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