Punto de vista Leo
Habíamos caminado casi la mitad del camino. Pero estas calles en completo silencio me estaban causando un mal presentimiento. ¿Qué está pasando? ¿Hay pocos monstruos? Tampoco veo o escucho sobrevivientes en los edificios. Las puertas parecen destruidas por que puedo inducir que posiblemente estén muertos. Pero aun así es muy extraño no ver monstruos alrededor. Normalmente escucho murmullos de personas o rugidos bajos de bestias. Pero no hay nada.
La carretera continuaba y solo había autos volcados y destruidos alrededor de la calle dejando que pasáramos por en medio sin muchos problemas. Normalmente estas calles deberían de estar abarrotadas de vehículos por el tráfico. Si el fin del mundo comenzó y fueron atacados por monstruos deberían de estar los autos todavía aquí, pero ¿Dónde se fueron?
No fue hasta que escuche pasos que mi atención cambio a otra cosa.
Leo: ¡Atentos se acercan enemigos en la siguiente encrucijada!
Saque una espada y un escudo. Quería probar como sería usar una espada. El peso era casi igual al hacha por lo que no molesto al contrario el peso era más equilibrado lo que me permitía moverla a libertad y usarla a una mano.
De todas formas, active refuerzo muscular y me prepare para cualquier cosa.
Sin detener el paso llegamos a la encrucijada y vimos contra nos enfrentábamos.
Carnicero: ¡Santa madre de Dios! ¿Qué son esas cosas?
Anciano: Podrían ser…. ¡GLUP!
Leo: ¡Son Zombies! ¡Todos alertas y no dejen que los muerdan!
Cuando los cuatro zombies estuvieron frente a nosotros los ventanales de los edificios empezaron a romperse unos tras otros y esqueletos cayeron al suelo. Habían alrededor de cuatro esqueletos más. En total eran ocho enemigos.
Leo: Es una emboscada, protejan al anciano. Cristina te dejo a uno de los esqueletos, Julia ¿Puedes con dos esqueletos?
Julia: Si puedo, pero podrías darme una de las espadas y escudos.
Leo: Seguro.
Le di una espada y un escudo.
Leo: Milton quedas solo protegiendo a Diana y al viejo. Carnicero te necesito al frente con el esqueleto faltante. Yo me encargo de los zombies.
Active esprintar y corre hacia los zombies sin demora. Embestí a uno con el escudo lo que lo envió a volar. Mientras los otros tres corrieron hacia mí.
Leo: No se amontonen hay suficiente para todos.
Use manipulación de sombras e inmovilice a uno con éxito. Luego corrí hacia ellos disminuyendo la distancia entre nosotros. Esto me permitió realizar un barrido haciendo caer a uno de los zombies dejándome en un combate uno a uno con ellos. Debía de ser rápido antes que los dos zombies en el piso se recuperaran. El restante se lanzó contra mi ferozmente por lo que bloquee con el escudo. Sin embargo, ya era tarde el primer zombie que envié a volar con el escudo ya estaba de pie corriendo hacia mi espalda.
Leo: Escudo de viento.
Un patrón exquisito con muchas runas se formó y comenzó a brillar con una luz de tono verde. Un escudo de viento se formó entre ellos y yo causando que ambos perdieron los brazos y fueran mandados a volar. Me acerque al que aún estaba inmovilizado y lo decapite con la espada. Como la carne estaba podrida fue fácil hacerlo.
Sistema: Felicitaciones al usuario por derrotar a un Zombie (F)
Sistema: La habilidad Devorar ha sido activa
Sistema: se ha obtenido 0.2 puntos de fuerza. Debido al alma dañada se ha obtenido 1 fragmento de habilidad (4/10)
Volví a utilizar manipulación de sombras inmovilizando al que si tenía brazos. Los otros dos zombies restantes volvieron a abalanzarse sobre mí. Pero los Bloquee con el escudo. Sin embargo, esta vez no podía repelerlos. Entre los dos eran demasiado fuertes para encargarme de ellos.
Diana: Mejora básica
La luz descendió sobre mi lo que me permitió lanzar a los dos zombies una vez más y dando el suficiente margen para mover la espada decapitando a los zombies con un tajo horizontal.
Sistema: Felicitaciones al usuario por derrotar a dos Zombies (F)
Sistema: La habilidad Devorar ha sido activa
Sistema: se ha obtenido 0.4 puntos de fuerza. Debido al alma dañada se ha obtenido 1 por cada uno fragmento de habilidad (6/10)
El ultimo zombie que quedo lo asesino de forma fácil enterrando la espada en su cráneo. Estaba cansado, aunque esto pareció durar poco tiempo en realidad fueron casi siete minutos de pelea por los forcejeos que hubo entre las criaturas. Tenía que cuidar que no me mordieran por lo que perdí algo de tiempo. Active sentidos agudos y me asegure que más criaturas no estuvieran cerca.
Esqueleto: ¡KIIIIIIIIIII!
Volteé hacia la dirección del grito solo para ver al último esqueleto ser destruido por Cristina.
Vi a todos completamente cansados por lo que dije.
Leo: Tomemos un descanso.
Todos estuvieron de acuerdo por lo que empezamos a buscar un sitio, decidí entrar en alguno de los edificios por donde salieron los esqueletos. Ya que no salieron más debieron ser los únicos estacionados ahí.
Al parecer este eran un edificio destinado a oficinas. Había un olor a podrido como si fuera rata muerta. No subimos mucho y solo nos detuvimos en el primer piso. Había manchas de sangre en la alfombra, pero no vi ningún cadáver.
Leo: Tomemos un descanso aquí parece seguro.
El carnicero saco unas tiras de carne seca que ofreció a todos.
Carnicero: Las hice yo mismo y nunca salía de casa sin ellas. Son mis provisiones personales.
El anciano no se negó y cogió una de forma cortes, Julia por otro lado saco emparedados que preparo un día a anterior y compartió con todos. Yo por otro lado saqué botellas de agua que distribuí entre los miembros del equipo. Cristina y Diana comieron enérgicamente pero solo hubo una persona que no se integró que fue Milton.
Policía: Alguien debe de cuidar la entrada.
Milton salió de aquí y se quedó en el pasillo cuidando las escaleras.
Cristina: ¿Qué le pasa?
Anciano: Tiene el orgullo herido.
Carnicero: Estoy de acuerdo contigo.
El carnicero asintió mientras se llevaba a la boca un trozo de carne seca.
Carnicero: Esta enojado consigo mismo por no poder ser útil.
Diana:…
Leo: Sobre todo porque fue superado por cristina.
Cristina: ¿?
Cristina que tenía un sándwich en la boca trago apresuradamente cuando escucho su nombre.
Cristina: ¡Yo que! No es mi culpa que yo sea tan fuerte y hermosa.
Al escuchar las palabras de Cristina todos se echaron a reír.
La novela esta siendo muy apoyada por lo que estoy eternamente agradecido con ustedes. No se olviden de continuar apoyando la novela con piedras de poder o dejando sus comentarios y teorias.
En el pasillo Milton se encontraba haciendo guardia. Pudo escuchar todo lo que los demás estaban diciendo. Estaba apretando el puño tan fuerte que comenzó a sangrar. ¿¡Por qué soy tan débil!? ¿Por qué no puedo ser tan fuerte como Leo? ¿Qué tiene el que no tenga yo? ¿Es por qué perdí un brazo que eh vuelto inútil? ¿Qué se cree? ¿Si tuviera mis dos brazos me encargaría de enseñarle una lección?
¿?: ¿Quieres ser más fuerte? ¿Quieres recuperar tu brazo?
Una voz sonó dentro de la cabeza de Milton. La voz era la de una mujer increíblemente sensual, era casi angelical.
Milton: ¿¡Quién dijo eso!?
¿?: No tienes por qué asustarte niño. No te voy a hacer daño solo te estoy proponiendo un trato.
Milton: ¿Un trato a cambio de qué?
¿?: A cambio de un favor cuando te lo pida.
Milton: ¿Qué clase de favor?
Milton trago saliva mientras se dejaba llevar por todas las palabras casi hipnotizantes.
¿?: Sube hacia mí para recuperar todo lo que tendría que ser tuyo ~
Milton empezó a subir las escaleras sin dudarlo. Su visión estaba completamente apagada. Milton había subido hasta el cuarto piso del edificio. En él no había absolutamente nada y solo había una mujer vestida de un vestido blanco y con el cabello negro completamente suelto dandole completamente la espalda a Milton. La mujer estaba en la sombra mientras veía el exterior a través de la ventana.
Mujer: Ven Milton acércate a mí~
Milton no detuvo su paso hasta que finalmente se puso frente a la mujer. La luz volvió a la pupila de Milton y su conciencia por fin se puso clara. La mujer volteo. Al instante Milton se horrorizo, los ojos de la mujer estaban completamente vacíos, su boca estaba cocida y su piel estaba completamente pálida, en el interior de las cuencas de sus ojos salían muchos gusanos que estaban devorando su cuerpo.
¿?: Ven Milton seamos uno solo. Déjame darte lo que mereces.
Milton trato de escapar, pero sus piernas estaban temblando tanto del miedo que no pudo moverse. La mujer empezó a abrir la boca y los hilos que la mantenían cocidos poco a poco empezaron a romperse. Cuando toda la boca estaba abierta a su totalidad un enjambré de moscas salieron disparadas hacia la boca de Milton que fue abierta a la fuerza por la mano de la mujer.
Milton: ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!
El grito de Milton resonó por todo el edificio hasta que llego al espacio donde estaban Leo y los demás.
Julia: ¿Qué fue eso?
Diana: Parecía la voz de Milton
Al escuchar eso todos nos pusimos de pies y recogimos nuestras armas. Salimos con dirección al pasillo para buscar a Milton, pero ya no estaba ahí.
Cristina: El grito vino de arriba. ¿Podría ser que subió?
Me agaché y revisé las pisadas en la alfombra. Todo indicaba que efectivamente Milton había subido las escaleras. Siguiendo el rastro nos condujo hasta el cuarto piso.
Abrimos la puerta y una escena sacada de una película terror se hacía realidad delante de nuestros ojos. Milton se encontraba de pie mientras le sacaba un brazo a una chica con las cuencas de los ojos vacíos y se lo colocaba en su brazo faltante. Cuando el muño y el brazo amputado de la chica se encontraron cientos de gusanos empezaron a salir de la piel de Milton uniendo los dos brazos y cambiándolo por completo hasta ser idéntico al otro brazo de Milton.
Lo más aterrados no era eso. Si no el hecho que los ojos de Milton ya no estaban en su lugar había gusano que parecían devorar el interior de Milton.
Milton: Finalmente llegaron. Tardaron un poco más de lo que esperaba.
Anciano: ¿Qué le hiciste a Milton?
Milton: ¿Yo? Nada simplemente cayo en una trampa de miel. ¡JAJAJA!
La risa de Milton resonó por completo en todo el edificio.
Diana: ¿Quién eres?
Milton: Buena pregunta…
Milton parecía que estaba deliberando por algo, pero no sabía que era.
Milton: Ya que de todas formas todos morirán ya que hice un trato no importa si respondo esa pregunta. Ustedes me conocen como Belcebú.
El anciano tembló y cayó al piso del shock.
Belcebú: Parece que ese anciano me conoce.
Anciano: EEEE….Eressss… ¡El príncipe del infierno!
Belcebú: Ting Ting ¡Tenemos un ganador! ¡Aplausos por favor!
Belcebú parecía extasiado por la reacción del viejo.
Belcebú: Al parecer los mortales no han olvidado mi magnifico nombre. Solo por eso les daré una muerte rápida e indolora.
Belcebú abrió la boca y una horda de moscas empezaron a salir volando hacia nosotros. Cuando las moscas se acercaron dije en voz baja.
Leo: Escudo de viento.
El viento a nuestro alrededor se arremolino y todas las moscas se convirtieron en polvo.
Belcebú: Mis hijos. ¡Tú maldito infeliz! ¡Me quedare con tu alma y la torturare en el infierno!
Belcebú corrió hacia mi mientras apretaba el puño.
Leo: ¡Diana!
Diana: ¡Déjamelo a mí! ¡Mejora básica!
Corrí hacia el usando esprintar y refuerzo muscular. Cuando estuvimos cerca nuestros puños interceptaron la cara del otro enviándonos a volar.
Belcebú se recompuso en el aire mientras yo me impacte contra una columna de hormigón.
Belcebú: ¿Desde cuándo los humanos son tan fuertes? Si estuviera en mi cuerpo real fácilmente de tuviera reducido a pasta de carne.
Belcebú empezó a delirar mientras yo lo miraba. Escupí la sangre que se había acumulado en mi boca y me pare.
Diana: Sanación menor
La luz brillo sobre mí y el dolor de espalda que tenía poco a poco iba disminuyendo en intensidad.
Leo: ¡Salgan! ¡Corran!
Sabía que este monstruo que tomó posesión del cuerpo de Milton era mucho más fuerte que mi actual yo.
Al escuchar mis palabras todos levantaron sus guardias. El anciano que estaba en el piso fue levantado por el carnicero. Aun débil el anciano levanto su mano y lanzo una bala de roca.
Belcebú estaba todavía en estado de éxtasis lo que permitió que la bala impactara su rostro, pero para desgracia de nosotros no tuvo efecto. Al contrario, esto provocó a Belcebú y dijo.
Belcebú: Eh cambiado de parecer prepárense para la muerte más espantosa que puedan imaginar. Sus almas las usare como unas de los miles de ofrendas para traer mi verdadero cuerpo a este plano y esos vejestorios no podrán impedirlo. JAJAJAJA
Belcebú bajo la mano de su rostro y corrió hacia nosotros.
Anciano: Muro de roca
Un muro de roca se levantó entre nosotros y Belcebú.
Belcebú: ¡Inútil!
Con las manos completamente desnudas Belcebú destruyo el muro sin sufrir ni un solo rasguño en su puño.
Diana: ¡Bala mágica!
Una esfera blanca salió de la mano de Diana y voló a gran velocidad esta esfera impacto con Belcebú lo que provocó que gritara mientras un olor a quemado invadió este espacio.
Belcebú: ¡AHHHHHHH! ¡Ese olor desagradable! ¡Eres una santa de esos viejos!
Corrí usando esprintar y sin dejar tiempo a que Belcebú reaccione impacte mi escudo contra él. Enviándolo al otro lado de sala.
Detrás de él se había puesto el carnicero quien con su cuchillo descendiendo grito.
Carnicero: ¡Festival de caza!
Su cuchillo brillo como si hubiera estado en una forja y recién haya salido de una fragua. Belcebú se curvo y apenas un pequeño corte se pudo hacer en su brazo, pero múltiples heridas aparecieron en todo su cuerpo. Cuando Belcebú choco contra una columna se había convertido en un mar de sangre. Sangre y pus salieron de las heridas acompañados con gusanos que parecían vomitar una especie de sustancia blanca que cerro completamente las heridas de Belcebú.
Paragraph comment
Paragraph comment feature is now on the Web! Move mouse over any paragraph and click the icon to add your comment.
Also, you can always turn it off/on in Settings.
GOT IT