La pareja se encuentra en la sala de la gran casa sentados sobre un sofá de color negro.
El de ojos verdes está sobre el regazo del mayor recibiendo los suaves besos que el Alfa está repartiendo sobre su cuello. Algo que siempre le gustó y aún le sigue gustando de Kaoru es la dulzura con la que lo trata a la hora de tener relaciones.
Lo cuida y disfruta de cada segundo dándole gran cantidad de cariño,es un Alfa muy dulce y dedicado que invierte cada segundo que tiene para hacerlo sentir en las nubes.
—Me encanta tu olor— el de ojos lilas olfateo con anhelo el cuello del muchacho disfrutando de su aroma. Akeru tiene una esencia dulce pero atrevida,es una mezcla entre el tabaco de los cigarrillos que fuma junto con un poco de vainilla.
Esa esencia fue la que logro atraerlo la primera vez
,cuando viajaba en el tren rumbo al trabajo sintió ese aroma. Ese suave y salvaje olor.. Ahí lo vio. Vio ese cabello blanco y esos ojos verdes tan vivaces,tan atrayentes;Kaoru quedó encandilado por ese Omega.
Con algo de desesperación el albino le quitó la camisa dejando a la vista el trabajado torso del mayor
,eso lo hizo sonreír internamente. Sin duda su Alfa es muy sexi aunque no lo admita en voz alta.
Pero ese es un problema para él. Que su Alfa sea tan atractivo y amable solo le trae competencia,hay cientos de Omegas desesperados que harían cualquier cosa por estar entre la sábanas de su prometido.
—Di que eres mío— murmuro en el oído del mayor,las uñas de Akeru crecieron hasta clavarse en los hombros de Kaoru. —Dilo— algunas gotas de sangre comenzaron a caer.
—No necesitas oírlo por qué ya lo sabés. Yo soy tuyo Akeru, siempre será así—; el nombrado sonrió encantado antes de acercarse a su rostro para poder besarlo con lentitud dejando que su lengua de aventure dentro de la boca del más alto. Otra cosa que le gusta de Kaoru es el sabor que tiene,fuera de ser fuerte o muy invasivo la esencia y el sabor del muchacho son muy suaves. Es una mezcla entre menta y azúcar. Así debe saber la inocencia y la ternura.
Y para mayor deleite él es el único que a probado esa esencia. Él es quien beso por primera vez a ese Alfa,fue el primero que lo vio sin ropa.. Fue quien le quitó la virginidad.
—Kaoru, tú eres mío. ¿Oíste?— el albino lo tomo del cabello con fuerza haciéndolo gruñir por lo bajo. —¡Contéstame!— ahora el más bajo se movió sobre la entrepierna del mayor haciéndolo gemir.
—Te deseo tanto. Akeru
,déjame hacerte el amor— el nombrado no contestó solo lo beso con cierta desesperación.
Una desesperación que oculta sus verdaderos sentimientos.. Sus inseguridades.
¿Como es posible que alguien como Kaoru lo amase tanto?
Los besos y caricias fueron subiendo de tono hasta que los labios del Omega de dirigieron sobre el cuello del de ojos lilas quien lo freno de manera abrupta.
—Hoy no quiero marcas amor— el pequeño frunció el ceño viéndolo expectante. —Mañana tengo una reunión importante y no puedo aparecer con marcas en el cuello. No son bien vistas—; ¡Oh-oh!,Akeru le dio una bofetada en el rostro y se puso de pie.
—¡Bien!,¡Si no son estéticas no te haré nada!— otra bofetada fue a dar en el rostro del Alfa quien bajo la cabeza intentando aguantar las lágrimas. Cada vez que Akeru se enfada lo golpea o le dice cosas horribles. —¡No creas que me gusta tocarte!— Kaoru se cubrió con la camisa al instante.
—Pe-pero yo no dije nada malo— contesto temeroso,el más joven se acerco agarrándole el cabello con brusquedad.
—Por esa razón me das asco— otra vez lo abofeteó y se fue a la cocina dejando al mayor solo y con el corazón roto.
Una vez más palabras hirientes y cueles.
Una vez más desprecio.
Una vez más golpes.
Kaoru apretó los puños antes de cubrirse la cara con las manos para ponerse a llorar como si fuera un niño pequeño.
—¡Dios ya actúa como hombre!,¡Deja de llorar!— el Omega salió de la cocina solo para verlo con desprecio. Como pudo el muchacho se limpio las lágrimas intentando no hacerlo enojar de nuevo. —¡Y ponte esa camisa que me das asco!— Akeru se fue a su habitación azotando la puerta.
—Joven Kaoru,si gusta le puedo preparar algo para cenar— por fin se dejó oír una nueva voz que no sea la del Omega gruñón. Una joven de unos veinticinco años vestida de servidumbre se acerco con lentitud hacia el nombrado.
Hace más de dos años que trabaja para el Alfa,dos años que lo ve sufrir y ser insultado. Dos años que ve el corazón de ese muchacho ser destrozado una y otra vez.
Pero por más que quisiera decirle algo no puede,no puede decir ni opinar nada por qué ella solo es una empleada,su deber solo es cocinar y limpiar por qué Akeru no es capaz de hacerlo. No puede siquiera prepararle un plato de comida.
—No tengo hambre Shizuka. Estoy bien— murmuro en voz baja,la chica asintió en respuesta. —Esta bien. Si necesitó algo te llamaré—
Shizuka es una de las tantas Deltas que está perdidamente enamorada de Kaoru. Es una de los cientos de Omegas y Deltas que sueñan con poder estar entre los brazos del Alfa de ojos lila,con poder besar sus carnosos labios y sentir su aroma impregnado en la piel.
Por qué.. El sueño de muchos es poder recibir todo el amor y el cariño que Akeru recibe injustamente. Ese maldito enano tiene lo que muchos Omegas han anhelado con fuerza,tiene un Alfa que lo ama y que lo cuida como si fuera un tesoro. Hay tantos que sufren de la peor manera por ser de un nivel inferior.. Tantos que son abusados y torturados.
Akeru es un maldito enano desagradecido.
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