Todo a mi alrededor se cubría de un completo negro, mis párpados eran demasiado pesados como para abrir los ojos. ¿En dónde estaba? ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué es este lugar? Y ¿Por qué estoy aquí?
Varias preguntas surgieron en mi mente a través de una rápida sucesión. Ni siquiera podría responder a la primera pregunta, pero mi cerebro continuó bombardeando con las siguientes preguntas. Me encontraba en la completa duda con mis pensamientos desenfocados.
Vagamente pequeños destellos de recuerdos retornaron hacia mi mente. Finalmente había recordado algo, al parecer había provocado el fin del mundo. Nada menos que un apocalipsis zombi, tal y como se vería en las películas de los años 2,000. Realmente no fue a propósito, simplemente una falla en los cálculos de mi experimento.
Y lo peor de estos recuerdos no fue el fallo del experimento, y tampoco mi muerte ya que esta no fue provocada por estos zombis directamente. Aunque debo decir que no suena mal morir por uno de mis experimentos, lamentablemente no tuve ese honor, y tampoco estoy arrepentido.
En realidad mi muerte fue provocada por una mujer. No, no soy tan estúpido como para sacrificar mi vida por una mujer. Fue ella quien había tomado mi vida, me había asesinado. De solo recordarlo mi sangre hierve de ira.
Esa desquiciada parecía furiosa cuando se presentó ante mí, diciendo cosas sin sentido sobre que era la Diosa guardiana del mundo y que mis acciones habían provocado un desequilibrio en el universo.
Como si me importaran esas cosas. Realmente no entendí de qué hablaba esa desquiciada mujer. Se suponía que disfrutaría de unas relajantes vacaciones después de mi largo tiempo de investigación, sé que irme de vacaciones después de provocar el fin del mundo es algo irresponsable ¿pero qué se puede hacer? Realmente necesitaba un descanso. Jamás pensé encontrarme con una loca que destruiría el avión en el que viajaba. Incluso ahora sigo sin comprender cómo lo hizo.
Sin poder hacer nada fui arrastrado por la fuerte presión del viento, y arrojado fuera del avión teniendo así una caída libre sin ningún tipo de protección. Lo último que recuerdo hasta ese momento fue mirar la cercanía del suelo. No había que pensar mucho acerca de la razón de ese último recuerdo, lo más seguro es que haya terminado como una masa de carne aplastada por la gravedad.
Mientras divagaba en mis pensamientos se escucharon algunos sonidos. Era similar al sonido de una puerta al abrir y cerrar, junto a pasos ligeros, similares a los de una mujer. No es como si fuera experto en este tipo de cosas, simplemente es un conocimiento que obtuve tras mi largo tiempo en el laboratorio.
Después de todo, el laboratorio era un lugar tranquilo y silencioso. Era completamente lógico que solo se escucharan los pasos de cada persona que caminara cerca, y que con el tiempo aprendiera a diferenciar entre los pasos de un hombre y una mujer.
Poco a poco comencé a ser consciente de lo que había a mis alrededores. Pude recuperar el sentido del tacto, sintiendo la calidez del lugar en el que me encontraba. Escuché de una manera más clara, me relajé cuando el nítido canto de las aves entró a mis oídos, una vez más la puerta se abrió. Esta vez luché contra el pesar de mis párpados, y con gran esfuerzo logre abrir mis ojos.
...
En una pequeña habitación escasamente amueblada, se encontraba un joven durmiendo en una gran cama. Respiraba relajadamente, como si estuviera en un profundo sueño. Al poco tiempo sus párpados se movieron en repetidas ocasiones, parecía que le estaba tomando un poco de esfuerzo el abrir los ojos.
Después de varios intentos finalmente logró abrir los ojos. Con una mirada somnolienta recorrió la habitación hasta donde alcanzaba la vista. Ya que su cama estaba frente a la puerta, los ojos del joven se encontraron con los ojos de una mujer. Aquella mujer lo miró algo perpleja.
*Crujido. Los platos que llevaba cayeron al suelo, con incredulidad siguió mirando a los ojos del joven. Aquella mujer no parecía tener más de 15 años, vestía con ropas sencillas de color azul, poseía una destacable y cautivadora belleza, con un largo cabello negro y ojos almendrados de color marrón.
"Jo-Joven maestro ¡Finalmente ha despertado!". Con sus labios temblorosos, al principio tartamudeó sus palabras, posteriormente se llenó de emoción. Esta era la clara alegría. "Espere un momento, avisaré al tercer anciano". Rápidamente salió de la habitación cerrando la puerta de un solo golpe y sin siquiera recoger los platos tirados en el suelo.
El joven recién despertado no parecía tener idea de lo que sucedía. Miró sin ninguna expresión la partida de la chica, entonces continuó mirando los alrededores en donde lo había dejado antes de encontrarse con los ojos de esa mujer.
El joven era incapaz de mover la cabeza, simplemente podía mover los ojos de lado a lado. Y tampoco podía mover alguna otra parte de su cuerpo, solo los ojos.
Su mente se encontraba en confusión. El joven recordaba haber sido asesinado por una desquiciada mujer en un ataque de ira. Su avión había sido partido y con eso tuvo una caída libre desde varios cientos de metros de altura antes de encontrarse con el duro pavimento. Instantáneamente había perecido, no había razón para tener esperanza de una segunda oportunidad para vivir, tenía muy en claro que la vida era algo único. O al menos eso era lo que pensaba antes de lo ocurrido en la actualidad.
Despertando en un lugar desconocido, con una atmósfera extraña, siendo llamado joven maestro y mirando a una mujer que fácilmente podría ser una modelo hablándole tan humildemente. Estos sucesos eran tan extraños, demasiado surrealistas, para él era complicado encontrar una explicación lógica a todo esto.
Con tantas preguntas en su cabeza y sin nadie que las pudiera responder, tomó un respiro y se tranquilizó. El nombre de este joven era Bai Yingzu, una de las mentes más brillantes del año 5,000. Provenía de un mundo de alto progreso social y tecnológico, con grandes méritos a su nombre con tan solo 25 años, siguió una carrera de investigación y especialidades en múltiples disciplinas. Su calidad como persona era dudosa, pero como un investigador fue halagado por toda la comunidad científica.
Ahora esta persona se encontraba en un lugar desconocido, sin la capacidad para moverse o siquiera hablar. Mientras que las tantas preguntas dentro de su mente corrían salvajemente, vagos recuerdos que no le pertenecían se comenzaron a filtrar dentro de su mente. Como un río que fluye se unieron como parte de sus propios recuerdos.
En estos recuerdos se encontraban grabadas escasas experiencias de vida. Comenzó a comprender de mejor manera qué era este lugar, además de entender que había cambiado de vida. Sus nuevos recuerdos abarcaban únicamente 7 años, posteriormente todo se volvía oscuro, hasta que en la actualidad nuevamente volvió a abrir los ojos.
Acerca de eso él no necesitaba una explicación, fácilmente podría hacerse una idea de lo que había ocurrido. En el pasado aquel niño había sufrido un atentado junto a su madre y todo el clan. Fue gracias a su madre y abuelo que su vida fue salvada, pero él junto a su madre habían sufrido graves daños, los cuales habían provocado una extrema debilidad, por lo que ambos cayeron en un coma profundo.
Desde su nacimiento hasta casi sus 7 años, aquel niño había tenido una buena vida, lleno de cariño y buenos cuidados por parte de su madre y abuelo.
Fue hasta el día en que celebraría su séptimo cumpleaños que las cosas se habían tornado tan sangrientas y peligrosas para sus seres queridos y él mismo. Mirando aquellos recuerdos, Bai Yingzu solo podía entender que este nuevo mundo era demasiado peligroso, tan salvaje y libre para que aquellos capaces puedan hacer lo que les plazca.
Pensando profundamente en esto hizo una nota mental, remarcando explícitamente el evitar ofender a cualquier persona que representara un peligro para su vida. Esto no significaba que Bai Yingzu fuera un cobarde, al contrario si alguien tuviera malas intenciones hacia él respondería de la misma manera. Esto era así porque principalmente Bai Yingzu nunca quizo tomar la iniciativa de ofender a otros.
Ya había entendido que este no era el mundo de donde provenía, el hecho había sido aceptado tras enterarse de las extrañezas que había encontrado en comparación a su mundo original.
Estas extrañezas habían sido divididas en tres puntos importantes.
Como primer punto, se trataba del avance tecnológico. De sus nuevos recuerdos había visto que la civilización actual tenía un pobre desarrollo tecnológico, pareciendo más a los años 600 a 950 de su mundo original. Claro esto podría arreglarse si se creaba la hipótesis de que había viajado en el tiempo, descartando así la idea de estar en otro mundo. Pero fácilmente esta idea era descartada al mirar los avances artísticos, más específicamente la pintura y la música.
En el caso de la pintura, había encontrado ciertas técnicas desconocidas, y algunas otras técnicas que se suponía llegarían varios años más adelante si se tratara del mismo mundo en otra línea de tiempo.
En el caso de la música era algo similar, ya que existían notas musicales diferentes, además de existir algunos instrumentos extraños y otros que siguiendo la línea de su tiempo original debían crearse a partir de los años 1,200. El orden cronológico era desproporcionado, habiendo cosas que no encajaban con la historia que conocía.
Como segundo punto, se encontraba el lenguaje y la escritura. Estos eran puntos importantes ya que si este aún era su mundo original, el lenguaje y la escritura debía ser algo que conociera o al menos relacionara. Quedaba descartada la idea de que se tratara de una lengua extranjera. Bai Yingzu conocía parte de las 6,000 lenguas del mundo, incluyendo aquellas que se extinguieron con el pasar del tiempo y las otras que perduraron hasta el año 5,000.
Si bien no era un experto en los 6,000 lenguajes, todavía podía diferenciarlas gracias a su excelente comprensión de las 600 lenguas principales. Estas 600 lenguas principales habían sido la base de los 6,000 lenguajes del mundo. De igual manera poseía una total comprensión de los sistemas de escritura de cada una.
El lenguaje y la escritura usada en este mundo eran muy diferentes al de su mundo original. Principalmente porque no tenía ninguna conexión con las 600 lenguas principales. Estas lenguas principales eran las precursoras de todo el vocablo usado en el mundo del que era originario, no era una exageración el decir que sin ellas no habría forma de comunicarse de forma oral o escrita.
Ya con el tercer punto no hacía más que confirmar por completo todas sus sospechas. En este último punto se encontraba algo que en su mundo original nunca existió y que posiblemente jamás existiría, esto era el llamado ‹Cultivo›.
Si fuera en su mundo original la palabra cultivo podría confundirse con el concepto relacionado a las plantas y la preparación de la tierra, sin embargo en el mundo actual los caracteres de esta palabra tenían un significado diferente. En realidad lo que se conocía como cultivo era algo realmente complejo, incluso Bai Yingzu con el conocimiento de los nuevos recuerdos se sentía confundido acerca de eso.
En palabras más simples el cultivo implicaba la absorción de energía espiritual del ambiente y otros medios aplicando diversas técnicas especializadas para obtener un crecimiento tanto en cuerpo como en espíritu, esto era así con el fin de obtener fuerza sobrehumana más allá de lo imaginable y extender el tiempo de vida.
En los nuevos recuerdos obtenidos, Bai Yingzu recordaba haber escuchado a su abuelo decir que, con un alto poder de cultivo las personas podrían mover grandes montañas e incluso cambiar la dirección en el flujo de los ríos. Escucharlo de esa manera era increíble, verdaderamente sorprendente, no habría forma de que un humano normal pudiera hacer tal cosa, incluso con el gran avance tecnológico esa hazaña sería difícil e incluso peligrosa para el entorno.
Y en palabras de su abuelo, eso era lo que alguien con un cultivo mínimamente aceptable podría hacer. Bai Yingzu ni siquiera podía imaginar las proezas que alguien por encima de eso podría lograr.
Tras aceptar el hecho de que este era un nuevo mundo, con leyes y sentido común diferentes al de su mundo original. Lo único que podía hacer era adaptarse a la nueva vida, sin importarle las complicaciones del futuro ¿Qué otra cosa podía hacer de no ser así? Bai Yingzu tenía claro los puntos importantes, de esa manera dividió tres objetivos para tener éxito en la vida.
El primero era adaptarse a la nueva vida. Evitar problemas, y en caso de no ser posible, resolverlos de forma inteligente.
El segundo era aprender más acerca del nuevo mundo y el cultivo, en este último tenía mayor interés debido a las capacidades que podía obtener, pero primero necesitaría entenderlo de una manera más lógica que se adaptara a su comprensión.
El tercer y último punto era aplicar todo su conocimiento, tanto nuevo como pasado para trazar un camino propio.
Los tres objetivos anteriores habían sido pensados con un único final, y este era el obtener una vida lo suficientemente satisfactoria. Una buena vida para Bai Yingzu no era simplemente vivir en paz. También se trataba de lograr sus objetivos tanto personales como profesionales, disfrutar de vivir sin arrepentimientos, así como también evitar el miedo y tomar valor frente a situaciones desconocidas o complicadas.
Sabía que huir podía ser bueno de vez en cuando, pero también debía tomar los problemas de frente cuando fuera necesario.
Antes de que siguiera pensando con más profundidad la puerta se abrió revelando la figura de aquella joven que había salido hace un tiempo. Detrás de la joven un hombre anciano la seguía.
...
..
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El anciano acompañado de la joven entró a la habitación y miró los platos rotos con los alimentos en el suelo, volteó a mirar a la joven por unos segundos. Ella solo pudo sonreir de forma incómoda.
El anciano dejó esto a un lado y miró a los ojos somnolientos e inexpresivos de Bai Yingzu. Una suave sonrisa se mostró en el rostro envejecido del hombre, ignorando los platos rotos frente a la puerta dio un paso al frente y se acercó hacia la cama.
"Ying, finalmente has despertado". El anciano se acercó a la cabecera de la cama y puso sus manos en la frente de Bai Yingzu.
Bai Yingzu no se sorprendió de la forma en la que fue llamado, sabía que en este nuevo mundo el dueño anterior del cuerpo también recibia su mismo nombre. Una extraña coincidencia a la que no le prestó mucha atención.
Al contacto con las manos del anciano Bai Yingzu sintió una cálida y extraña sensación introduciéndose en su cuerpo, esta era la sensación de que algún tipo de fluido recorría desde su cabeza hasta los pies. Se sintió observado, como si estuviera desnudo ante las miradas, similar a un tipo de muestra bajo los lentes de un microscopio.
La sensación solo duró unos pocos segundos, posteriormente el anciano retiró la mano con una expresión complicada. Parecía aliviado, pero al mismo tiempo preocupado por algo. Bai Yingzu simplemente quedó mirando, algo confundido por la expresión del anciano.
"Tercer anciano ¿Cómo es? ¿El joven maestro está recuperado?". El estado de ánimo antes quieto volvió a estimularse debido a la enérgica voz de aquella chica.
"Necesitaremos la opinión del médico. Xia Yanyu, llama al médico Wenyan". El anciano ordenó a la joven mujer. Ella entendiendo que esto no podía esperar y salió rápidamente.
Bai Yingzu conocía a este anciano, especialmente porque tuvo una buena relación desde su corta infancia. Se trataba del tercer anciano del clan Bai, Bai Lie, quien era el abuelo de su media hermana. Este hombre lo había tratado como a uno más de sus nietos, y Bai Yingzu por su parte le había respetado como a un segundo abuelo.
Ahora Bai Yingzu sabía que muy seguramente el lugar en el que se encontraba actualmente era el territorio del clan Bai. Este estaba ubicado en una pequeña ciudad de las que eran dueños, se encontraba habitado por familiares consanguineos desde los muy cercanos hasta los demasiado alejados, miembros sin parentesco anexados por compromisos, vasallos, empresarios y mortales comunes.
Bai Yingzu entendía que básicamente los clanes eran muy similares a los clanes antiguos de su mundo, tanto en gestión como en estructura interna, en esencia simplemente son un grupo formado por los vínculos de un ancestro en común sea pariente de sangre o no, aunque se le da más valor a la sangre.
Bai Lie había guardado silencio desde que aquella joven había salido en busca del médico, se mantuvo en silencio mirando a Bai Yingzu teniendo pensamientos complicados.
Bai Yingzu como no podía hablar ni moverse, también se quedó mirando a los ojos del anciano, ninguno podía saber lo que pensaba el otro. Varios minutos pasaron mientras que ambas personas se miraban fijamente, cada uno en sus propios pensamientos.
Bai Lie tenía preocupaciones, entre estas preocupaciones se encontraban las cuestiones acerca de la vida diaria que llevaría Bai Yingzu, los cuidados, su alimentación, y rehabilitación para retomar una vida normal.
Mientras tanto, Bai Yingzu no pensaba acerca de eso. Retomó nuevamente la construcción de sus planes, primero tendría que lidiar con la parálisis, para posteriormente investigar sobre el nuevo mundo, una vez obtenido el conocimiento podría comenzar a actuar. La rehabilitación no era algo que le preocupara, si las personas podrían mover montañas y cambiar el flujo de ríos, era impensable que la rehabilitación de un coma profundo fuera imposible.
La puerta fue abierta, aquella chica había regresado. Detrás de la joven otro anciano la seguía. Dio un saludo al tercer anciano y fue en dirección a Bai Yingzu. Del anillo de su dedo anular el médico sacó diferentes aparatos usados para hacer diagnósticos en sus pacientes.
El tiempo pasó tras una larga revisión en la que Bai Yingzu había sido desnudado, el médico terminó de revisar su condición, guardando sus aparatos médicos las metió nuevamente a su anillo, caminó hacia una silla y se sentó. El tercer anciano lo siguió y también tomó asiento.
En la misma habitación comenzaron a hablar, entonces Bai Yingzu escuchó con total atención.
"Anciano Lie te seré sincero, en mis observaciones Bai Yingzu se encuentra en un estado intratable, aquel joven que alguna vez fue nunca volverá". Volteó y miró a los ojos de un estupefacto Bai Yingzu. "Eso es solo un cascarón vacío, aunque esté con vida es imposible el recuperar su alma".
Bai Yingzu se sintió muy confundido, la confianza que había surgido de sí mismo poco a poco se extinguió. Era imposible lo que aquel médico estaba diciendo. Era de sentido común que después de un coma profundo la parálisis sería algo normal, pero con la ayuda de una larga rehabilitación podría volver a la normalidad.
'¡Médico charlatán, no es más que un médico charlatán! ¿Cómo es posible que hable de esa manera? puede ser que no sepa cómo tratarme y está diciendo toda esa tontería para no quedar mal. Solo para cuidar su reputación, tal acción es despreciable'. Bai Yingzu miró al médico con desprecio. Pero cuando escuchó al tercer anciano se calmó y aún más confusión surgió de su mente.
"Yo también me he dado cuenta, Bai Yingzu parece no estar consciente, y a pesar de respirar y ver sus alrededores pareciera como si en realidad no estuviera aquí. Como si se encontrara en un lugar lejano, sus ojos están vacíos".
Bai Yingzu pensó con más detenimiento. Escuchó el resto de palabras que el médico tenía que decir, y con cada una de sus palabras el tercer anciano asentía a las sugerencias. La sugerencia del médico Wenyan era dejarlo descansar en un sueño profundo, evitando así perturbar lo poco que quedaba de su alma. Después de unos pocos minutos más de charla el médico se despidió.
El tercer anciano regresó a lado de Bai Yingzu. "Debes tener sueño, descansa y mañana vendré a visitarte". Dijo el anciano con voz suave antes de irse.
La joven Xia Yanyu regresó a la habitación, después de todo era su trabajo el encargarse del cuidado de Bai Yingzu. Bai Yingzu por su parte se sentía cansado y un poco decaído, había descubierto que a pesar de su lucidez interior, en el exterior simplemente se veía como alguien perdido, como si no fuera consciente de las cosas.
Ser un muñeco de carne y hueso era poco para describirlo, no solo nadie sabía que estaba consciente desde su despertar, sino que estaban pensando seriamente en someterlo a un sueño profundo. Bai Yingzu entendía que ese estado de sueño no era la muerte, era literalmente dejarlo dormir en una cámara especial por el resto de lo que le quedara de vida. Podía sonar como algo completamente misericordioso para una persona que ha perdido la cordura y desconoce de su propia identidad, pero Bai Yingzu no era este tipo de persona.
Para Bai Yingzu este trato sería lo mismo que dejar morir a una persona saludable debido al diagnóstico erróneo que describía una enfermedad terminal. En estos momentos se encontraba bajo presión, no sabía cuándo lo dejarían dormir por siempre. Tenía que encontrar una solución a todo esto, en caso contrario sería su perdición. Estaba tan tenso que no pudo dormir en toda la noche.
Xia Yanyu quien lo acompañaba en la misma habitación, miró esto de forma extraña. Ella dormía en un sillón mientras que Bai Yingzu se acostaba en la cama, cuando abrió los ojos ella miró a Bai Yingzu y le pareció algo inquieto.
Ella se levantó y fue hacia Bai Yingzu. "Joven maestro". Ella lo llamó con una suave voz. Bai Yingzu no volteó, la ignoró por completo, tenía cosas más importantes que pensar. No quería perder el tiempo con aquella mujer.
En su mente seguían rondando varias ideas de como evitar su prematura muerte, si hubiese quedado muerto desde el principio no importaría. Pero ahora que sabía que podía tener una segunda vida no había razón para rendirse, se esforzaría en mantenerse a salvo sin importar el costo.
Mientras seguía en sus pensamientos de pronto tuvo una sensación cálida acercarse a él, sintió unos suaves brazos a su alrededor, estos mismos tiraron de él recostándolo sobre un par de suaves montículos. A pesar de no ser tan grandes para Bai Yingzu se sentían algo cómodos.
Saliendo de su estupor se dio cuenta de que estaba entre los brazos de aquella joven, ella se había acostado con él mientras lo abrazaba. "Joven maestro, tiene que dormir, ya se ha mantenido despierto durante todo el día". Ella acarició la cabeza de Bai Yingzu con calidez y cariño.
Bai Yingzu sintió que esta mujer era muy molesta, en estos momentos interrumpía sus pensamiento y no le dejaba pensar en comtramedidas para salvar su vida. Debido a su parálisis y a no poder hablar no podía enviarla fuera de la habitación para que dejara de molestarlo. Sin embargo el cuerpo suave y la respiración cálida cerca de él lo hizo sentirse relajado permitiéndole dejar a un lado sus preocupaciones, y a pesar de no quererlo Bai Yingzu se quedó dormido.
A la mañana siguiente Bai Yingzu abrió los ojos debido a una extraña sensación refrescante y ventilada a su alrededor, entonces miró a su cuidadora aquella chica joven llamada Xia Yanyu rodeada por varios remolinos de un color blanco brillante, esferas se formaron en sus manos y al levantarlas dieron vueltas sobre su cabeza y se esparcieron como una brisa.
Este extraño fenómeno continuó durante varios minutos, posteriormente pequeños hilos brillantes salieron de la tierra y se conectaron con el cuerpo de la mujer integrándose al remolino y a las esferas sobre sus manos haciéndolas más brillantes y llamativas.
Al ver esto Bai Yingzu tuvo una idea de lo que estaba sucediendo, posiblemente esto era el llamado ‹cultivo›. De pronto pensó que eso podría ser útil, si pudiera hacer lo mismo podría ayudarlo a demostrar que estaba totalmente despierto, cuerdo y consciente de su entorno. Si Bai Yingzu hiciera tan llamativo espectáculo ya no habría nadie que cuestionara su salud, sin dudar más lo ayudarían a rehabilitarse y retomar una vida normal.
Sin dudarlo por más tiempo Bai Yingzu cerró los ojos y se concentró en explorar los recuerdos del Bai Yingzu original para encontrar aquellas técnicas de cultivo que su abuelo le había transmitido. Era un poco difícil ya que esos recuerdos solo se mostraban como pequeños destellos, sensaciones y unas pocas vivencias. No parecían ser parte de él en su totalidad, era más como ser un espectador mirando la televisión.
Profundizando durante varias horas finalmente encontró varias técnicas centradas en diferentes rutas de cultivo. Se encontró la ruta ortodoxa del espíritu, y algunas otras poco ortodoxas como la ruta del cuerpo físico, la ruta del alma, la ruta de las palabras, la ruta de las acciones, entre algunos otros poco conocidos.
En aquel momento cuando recibió los conocimientos su abuelo le había mencionado que era libre de escoger cualquiera que le gustara y se adaptara a sus preferencias. El Bai Yingzu original había escogido una técnica de la ruta del cuerpo físico llamada ‹Camino del dragón y sus nueve cuernos dorados›, esta era una técnica de alto nivel que le brindó efectos increíbles. La técnica por sí misma lo ayudó a desarrollar una fuerza y resistencia extrema muy por encima de los cultivadores ortodoxos del mismo nivel.
El Bai Yingzu original era tan talentoso que cuando estaba por cumplir los 7 años, estaba a un solo paso de atravesar al reino terrenal.
A través de esos recuerdos Bai Yingzu también pudo saber acerca de la estructura y niveles de cultivo dentro del nuevo mundo, a grandes rasgos este se encontraba dividido en nueve ‹caminos místicos›, que a su vez se dividían en cuatro etapas o bases. Temprano, tardío, avanzado y pináculo.
El primer camino místico era conocido como ‹Mortal›, este era el camino de un aspirante a cultivador. Un camino místico en el que los cultivadores principiantes reunían la energía interna de la respiración y las concentraban en las venas físicas donde circulaba la sangre.
Cuando se lograba reunir los primeros rastros de energía de la respiración se podía alcanzar la etapa temprana. Al condensar y estabilizar el 50% de la energía en todo el cuerpo se alcanzaba la etapa tardía. Una vez que el cultivador lograba condensar el 75% de la energía de la respiración se decía que se había logrado la etapa avanzada. Llegar al 100% era igual a la etapa pináculo.
El segundo camino místico es conocido como ‹Combatiente›. Mientras que un cultivador Mortal condensaba la energía de la respiración, un cultivador Combatiente reunía la energía interna de la sangre y la combinaba con la energía interna de la respiración
Solo al condensar el 100% de la energía de la respiración se lograba reforzar el cuerpo de un cultivador para posteriormente soportar la intensa y explosiva energía sanguínea. Una vez que el corazón del cultivador alcanzaba los 120 latidos por segundo podría ser capaz de recoger las primeras hebras de energía sanguínea y mezclarlo con la energía interna de la respiración previamente condensada, tras lograr una mezcla del 25% se lograba la etapa temprana.
Cuando el corazón del cultivador latía a 240 pulsos por segundo la energía sanguínea podía mezclarse con más facilidad hasta alcanzar un 50% llegando finalmente a la etapa tardía.
Cuando el latido del corazón llegaba a los 500 pulsos por segundo, después de un tiempo se podía aumentar la velocidad de la mezcla hasta llegar al límite del 75% alcanzando así la etapa avanzada.
Cuando el corazón llegaba a los más de 900 pulsos por segundo la velocidad de la mezcla se intensificaba a límites extremos hasta llegar al 100%, de esa manera se llegaba a la etapa pináculo.
El tercer camino místico llamado ‹Energía›, es conocido como el verdadero camino de cultivo. Un aspirante a cultivador que llegue hasta aquí, es considerado como un verdadero cultivador por una gran mayoría, siendo capaz de observar la verdadera energía y ejecutar las artes místicas, también se obtiene una fuerza superior además de agudizar sentidos y reflejos.
Con el uso de la poderosa energía de sangre fluyendo a través de las venas físicas se logra atraer los primeros rastros de verdadera energía en el ambiente. Al lograr condensarlo en lo que los cultivadores llamaban ‹dantian› por más mínima que sea la verdadera energía se alcanzaba la etapa temprana abriendo así el flujo de las venas espirituales.
Al condensar la verdadera energía y darle forma en un pequeño núcleo se llegaba a la etapa tardía, demostrando así un control relativamente preciso de esta energía.
Cuando el cultivador lograba acelerar el flujo de las venas espirituales y finalmente llenaba cerca del 50% de toda su capacidad es que finalmente podría considerarse que a logrado entrar a la etapa avanzada.
Una vez que el cultivador alcanzara la capacidad para acelerar aún más el flujo de energía y con ello lograba llenar todas las venas espirituales en su totalidad es que se podía considerar que había ascendido a etapa pináculo.
Cabe destacar que en este camino místico se lograba consolidar los logros futuros del cultivo en un individuo. No importaba si en los primeros dos caminos se tuvo algún error en la consolidación de la base, estos podrían ser corregidos al formar el núcleo de la verdadera energía. Mientras más tiempo se dedicará a darle forma al núcleo se lograría elevar la calidad de este, lo que influiría en los caminos místicos posteriores.
El cuarto camino místico era llamado ‹Terrenal›, esta era la abertura que hay entre el ser mortal de la humanidad y el ser trascendente de un cultivador. Al llegar al límite máximo de acumulación de verdadera energía en las venas espirituales el núcleo de energía se convertía en la llave para elevarse al siguiente camino místico.
El cultivador usa su núcleo de energía previamente formado como un bombardero para tratar de romper su caparazón mortal, con la ayuda de la velocidad de flujo en las venas espirituales se podía enviar más energía en el menor tiempo, lo que haría que los bombardeos fueran constantes y poco a poco se lograría romper el caparazón.
Si la calidad del núcleo era alta el bombardeo al caparazón sería más poderoso, influyendo mucho en el tiempo para romper el caparazón. Mientras más alta la calidad del núcleo resulta más fácil romper.
Cuando finalmente el cultivador logra romper se forman los primeros rastros de un pequeño espacio mental ubicado en su mismo núcleo de energía, en la primera etapa apenas en comparable al espacio vacío que hay en un bolsillo. Teniendo estas características es que se considera que un cultivador se ha convertido en un Terrenal de etapa temprana.
Si se quería pasar a la etapa tardía se requería de la reunión de los pensamientos del cultivador e iniciar un proceso extraordinario de darle forma dentro del pequeño espacio, haciendo esto también se lograría ampliar el espacio y formar lo que serían los primeros rastros del prototipo de un mundo pequeño.
Posteriormente cuando los constructos del pequeño espacio mental lograban solidificar su existencia el cultivador ya había logrado la entrada a la etapa avanzada. La etapa pináculo se alcanzaba una vez que el pequeño espacio mental lograba estabilizarse y reforzarse, es hasta entonces que podría considerarse un verdadero mundo en miniatura.
Lamentablemente Bai Yingzu solo conocía hasta el camino místico del terrenal, su abuelo ya no le dio más información de los demás caninos porque quería que fuera a un ritmo sin presiones. Bai Yingzu agradecía su consideración, pero ahora simplemente lo había dejado ignorante de una importante información en este mundo.
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