Bienvenida
Varios días han pasado desde que el muchacho de ojos verdes se ha despertado de su coma, ha tenido varias visitas de varios compañeros del instituto y otros conocidos, aunque esto lo alteraba un poco puesto que faltaba mucha gente, esto lo deprimía un poco.
Ahora mismo se encontraba caminando por los pasillos de su enorme casa mientras era supervisado por una criada con una edad un tanto avanzada.
- va bien joven Zagros.
Zagros: gracias a tu ayuda claro - este le sonríe amigablemente agradecido con aquella señora quién al principio lo ayudaba con sus ejercicios, que ahora pudiera caminar solo sin sentir cansancio como lo era al principio.
En eso llega a las escaleras de la casa que van camino abajo a lo cuál este apoyandose de la baranda de la escalera bajaba tranquilamente mientras era seguido por la sirvienta.
Zagros: me siento un tanto nervioso.
- ¿hay alguna razón en particular? - pregunta curiosa la criada con una de sus cejas alzadas
Zagros: esperaba que ciertas personas me vinieran a visitar, pero nada...
- ya veo...
Zagros: ¿sabes algo?
La señora solo pudo asentir mirar a Zagros para recordarle que no es momento de hablar de eso por temas de la extraña amnesia.
El Pelirrojo un tanto indignado termina de bajar las enormes escaleras y se sigue paseando por la casa, saludando a unos cuantos sirvientes y sirvientas que se encontraba en el camino y dándole los buenos días, al rato se dirige al patio dónde al abrir la puerta su vista se queda observando el gran patio que su casa lo tenía, ciertamente Zagros vivía muy privilegiado aunque nunca fue un presumido por esto, no le gustaba jugar a ver quién tenía la casa más grande.
El enorme patio constaba de varios caminos de hormigón los cuáles tenían a sus lados arbustos perfectamente cuidadas a pesar de la nieve que estaba por la zona, se podía ver pequeñas zonas como una que es una de flores, una fuente y un pequeño invernadero adornado con flores en el interior, Zagros observaba como las flores estaban un poco descuidadas.
Zagros: por favor, mencionale a los otros que le den un poco de amor a este lugar - le solicita a la señora mientras tocaba delicadamente una rosa.
- la señora Selene dijo que no tocaramos esto, pues pensó que sería bueno para que usted tenga un pequeño hobby antes de volver a asistir a su instituto.
Zagros: vale, pero tampoco dejen que las plantas marchiten.
- lo tendré en cuenta, también los haré saber.
Zagros: gracias.
Luego de la conversación el chico sale del invernadero para seguir explorando el patio, pasando por varias zonas, en eso divisa que una parte de la pequeña planicie había alguien a lo que este simplemente se dirige para saber de quién se trataba.
Llegando observa que era un hombre pelinegro quién se encontraba haciendo flexiones estando de cabeza y apoyándose nada más de dos dedos.
Zagros: ¿Ciel? - lo llama un tanto confundido.
Ciel: ¿uh? - el hombre deja su ejercicio y se para de pie tranquilente y me mira quién lo llamaba - ¡oh, Zagros, muchacho!
El sujeto se dirige hacía él para darle un abrazo en grande pero el pelirrojo se aparta mientras sonríe un tanto nervioso.
Zagros: estás sudado Ciel, y mira que hace frío.
Ciel: oh, cierto, una disculpa de mi parte - este se dirige a un bolso que tenía al lado de dónde se ejercitaba y saca una toalla para limpiar su sudor.
El hombre era alguien que tiene su buena altura, tiene un cuerpo delgado pero definido sus ojos eran tapados por el flequillo de su oscuro cabello y la parte derecha de su rostro hay un tatuaje que empieza del antebrazo pasando del brazo, clavícula y cuello hasta llegar un poco elevado a la mejilla derecha, sinceramente Zagros al conocerlo creyó que era un mafioso o algo por el estilo, afortunadamente es el caso totalmente opuesto
Zagros: ¿y bueno?
Ciel: ¿y bueno que?
Zagros: ¿porque no me visitaste si te la pasas aquí?
Ciel: estaba trabajando con Divor, hoy le pedí que me diera el día libre para verte, aunque te me anticipaste mientras daba mi ejercicio matutino, este cuerpo no se mantiene solo - tras decir esto flexiona un brazo mostrando musculatura - mira, tengo otra pose dónde se denota más los músculo-
Zagros: por mi sanidad visual, no lo hagas.
Ciel: así no vas a atraer chicas.
Zagros: pues dudo que posando lo haga de todas maneras.
Ciel: ¿ya lo intentaste?
Zagros: ¿tienes novia?
Ciel: ... - el pelinegro solo se queda callado mientras un aura depresiva lo envuelve mientras que el pelirrojo solo sonreía victorioso, con esto el pelinegro vuelve a hablar - me voy a cambiar, hazlo también y me esperas en la salida.
Zagros: ¿alguna razón en particular?
Ciel: ¿necesito una razón para pasar el tiempo con mi discípulo y sobrino?
Zagros solo se queda pensando un poco ante esto, tal vez le vendría bien pasear un poco por la ciudad, además, no es como que le desagrade pasar el tiempo con Ciel a pesar de lo irritante que puede llegar a ser, sin pensarlo más solo asintió y se fue de ahí directo a su cuarto, claro, siendo supervisado por la sirvienta quién no dijo una sola palabra por simple ética profesional.
Ya al rato se encontraba Zagros esperando en la salida vistiendo de un suéter algo acolchado para mantener el calor corporal y una bufanda roja pasando alrededor de su cuello.
Al rato se escucha un pitido afuera del hogar y Zagros sale para ver a su tío esperándolo con su auto de lujo, además que curiosamente estaba posando desde afuera de la puerta del conductor.
Ciel: mira, esta pose si atrae chicas.
Zagros: si... te ves bien posando con el auto que te regaló mamá.
Ciel no dijo una palabra y solo se subió al auto de nuevo, Zagros solo río chistosamente ante esto y se sube también.
Ciel: bien... ¿dónde quieres ir?
Zagros: ¿me llamaste y no tienes nada planeado?
Ciel: si - luego de esa afirmación solo se ríe y avanza el carro saliendo de la prácticamente mansión - solo estaba jugando.
El chico no dijo nada y solo se queda observando el camino, trataba de buscar si algo cambió en estos meses de coma.
Zagros: la única diferencia es que ahora hay nieve... y es por el invierno - pensó esto para sí mismo y se cubre un poco con la bufanda - Ciel, ¿esto no tiene calefacción?
Ciel: te aguantas.
Zagros: ¡acabo de despertar de un coma!
Ciel: bueno... es buen entrenamiento mental - sonríe un poco encantado de su misma idea.
El chico solo chisteo y le dió un golpe en el hombro, pero el hombre ni se inmuta y sigue conduciendo tranquilamente mientras le sonreía burlonamente a Zagros.
Zagros: me hubiera quedado en casa.
Ciel: tranquilo, igual ya llegamos - notifica en lo que estaciona el auto y sale del vehículo.
Zagros aún indignado chasquea la lengua y sale también se queda mirando el lugar y se fija que Ciel se dirige a un local en específico.
Zagros: ¿ese no es?...
Ciel: me dejaron el día libre si te traía hoy aquí.
Zagros: ¿es decir que viniste por mí solo porque te lo pidió Divor?
Ciel: eh... ¿no? como sea, camina.
Zagros: ¡eres un-... ahg, vamos... - empezó a caminar rápido puesto que se andaba muriendo de frío ahí afuera, Ciel abre la puerta y entra siendo seguido por Zagros, aunque encontrándose con todo el lugar vacío.
Zagros: ¿ah? ¿cerrado? - este mira a un lado para ver a Ciel pero este no estaba cosa que lo espanta un poco, se queda observando el interior del lugar, siendo una cafetería común, aunque claro, con todo vacío - Ciel, no estoy jugando.
- ¿que tanto tardas? Ven para acá, tengo algo que mostrarte - se escucha la voz de Ciel en el fondo de la cafetería.
El muchacho solo suspira y se acerca un tanto nervioso, si bien, confiaba en su tío, su forma de ser no dejaba de tenerle una confianza completa, ya al rato llega a una puerta la cuál abre y encontrándose con la habitación oscura.
De repente escucha unos veloces y fuertes pasos acercándose a su espalda y en eso el chico hace un movimiento rápido para evitar cualquier cosa, de repente se prende las luces dejando aún más estupefacto a Zagros.
Resulta que en la habitación estaban varias personas, como amigos de su instituto y varios adultos quiénes lo criaron desde que era muy pequeño, había un cártel de bienvenida de su coma y varios listos para lanzar confeti, aunque todos se le quedaron viendo sonriendo nerviosamente, pues había tirado a uno en el suelo... aunque Ciel rompió el hielo lanzando confeti encima de Zagros.
Ciel: ni en coma pierdes forma - ríe orgulloso del chico.
Zagros: eh... ¿ups?
- también me alegra verte - dice el chico que se encontraba en el suelo un tanto adolorido y llorando cómicamente... aunque a todos le valieron poco puesto que ahora si lanzaron el confeti y se alegraron de ver al chico sano.
La incomodidad pasó rápido y Zagros ayudó al chico levantarse luego de esto varias personas se abalanzaron a él invadiendolo con preguntas, cosa que Zagros respondía con una sonrisa para calmarlos un poco y ver si paraban un poco, en eso se escucha de fondo varios comentarios referente a un accidente y que es un milagro que sobreviviese, Ciel y otro sujeto de cabello castaño les hicieron señal de silencio para que no soltasen de más, esto ocasiono un leve dolor en la cabeza al pelirrojo, aunque tenía que insinuar estar bien para no preocupar a nadie.
- me alegro que estés bien - uno de los chicos le da unas palmadas a la espalda sonriendo en grande.
- ¿estás bien? ¿te duele algo? - se acercó otro preocupado por el bienestar del chico.
Esto y entre más cosas el chico se estaba agobiando, el tipo castaño de antes se acerca al grupo y los aparta delicadamente dándole espacio al pelirrojo.
- sé que están felices y toda la cosa, pero aún con el espectáculo de karateca sigue con efectos del coma, no sean tan intensos por favor - el hombre dijo esto mientras tenía una mano en el hombro de Zagros, esto mientras observaba como logró calmar a todos.
Zagros: ... también me alegra verlos - los mira a todos observando a su grupo de amigos más que todo - gracias por estar aquí.
- bueno... a todo esto... ¿quién quiere pastel? - preguntó el castaño a lo que algunos alzaron la mano, dijeron "yo" o simplemente fueron como Ciel que se fueron corriendo a la cocina, esto ocasionó una risa al castaño, ve a Zagros pensativo a lo que decide en revolver le un poco el cabello haciéndolo volver en sí - es tu día, pásala bien ¿ok?
Zagros: si... gracias Divor.
Divor: ¡para eso estamos muchacho! - este le sacude un poco más el cabello y se va rápido a la cocina antes de que Ciel haga un desastre.
Zagros solo pudo reír ante esto, en eso el chico que antes arrojó al suelo se le acerca, era un chico rubio que llevaba ropa de invierno.
Zagros: perdón por lo de antes...
- no hay de que, es un poco mi culpa.
Zagros: ¿como fueron las cosas desde que estaba... pues en eso
- nada que recalcar, haces falta, Steven si bien lo viste alegre estaba decaído por la noticia, de hecho a veces lo veía aburrido.
Zagros: ya veo... - mira de reojo al chico que antes le palmeó la espalda, capaz tenía que hablar con él después, también aprovechó para ver a todos, Divor quién era dueño de la cafetería estaba replicandole cosas a Ciel cosa que este escuchaba cabizbajo mientras que una mujer que trabajaba también para Divor estaba repartiendo pastel, los veía a todos y parecía incomodarle algo.
- Luca tambien entro en una etapa de depresión pero lo superó en- - el chico iba a seguir hablando pero es interrumpido.
Zagros: Seke - lo llama seriamente.
Seke: ¿dime?
Zagros: te voy a hacer una pregunta - miraba de reojo a ver si alguien estaba cerca, no quería que nadie le replicase y negarán la información.
Seke: Zagros, creo que sabes que no-
Zagros: Seke... ¿dónde está Akemi?
En eso el chico rubio se le queda mirando sin responderle nada.
Zagros: Seke.
Seke: ... - sigue mirándolo fijamente, esto ocasionó que Zagros empezará a frustrarse.
Zagros: Seke... - lo toma de los hombros y lo sigue mirando seriamente - ¿dónde está mi hermana?
Fin.
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