Pero también había otra forma de ver el objeto maldito y esa era pensando en que ocurriría si cumplías las condiciones …
Al ver que los dos grumetes se quedaron con sus cajas una gran sonrisa se dibujó en el rostro de Paulo, mientras murmuraba: "Que poco valen las vidas humanas…"
"Se van a quedar mirando las cajas o van a ver lo que hay dentro?" Comentó Paulo, al ver a los dos grumetes atontados con las cajas en las manos.
Ya sin tiempo para la duda Ricardo fue el primero en abrir su caja, pero esta vez Lucas no lo siguió, sino que se quedó mirando a Ricardo , para ver qué ocurría a continuación.
Al abrir la caja , el rostro de expectativa en la cara de Ricardo cambió a uno de desilusión, porque el interior de la caja estaba repleto de arena
"Debí haberlo imaginado…" Sonrió con auto-burla Ricardo
Sin embargo, al levantar la cabeza y notar que el timonel no se estaba burlando, volvió a aparecer esperanza en su corazón.
Y retirando la arena de la caja, noto que una pistola similar a la pistola de pedernal se hallaba bajo la arena.
La pistola estaba bastante oxidada como si hubiera estado demasiados días y noches oculta sobre la arena , la gran diferencia que tenía con una pistola común, es que una especie de percebe estaba ubicado donde tendría que estar el martillo para iniciar la pólvora.
"Mmm parece muy normal..." Dijo Ricardo con algo de duda.
"Mejor que sea así ,créeme …" Comentó el timonel con más experiencia.
Lucas al ver que no ocurría nada anormal, abrió su caja para ver cómo era su pistola , pero al abrirla se sorprendió, a diferencia de la caja de Ricardo la suya estaba completamente oxidada por dentro y las paredes se encontraban llena de corales de diferentes colores.
En medio de los corales, uno podía encontrar una pistola cubierta por corales, como si se hubiera perdido en el océano por mucho tiempo.
Al igual que la de Ricardo, tampoco tenía martillo y una especie de percebe se encontraba en su lugar.
"Vaya las dos pistolas parecen sacadas de tienda de segunda mano" dijo Ricardo algo incómodo "Si no fuera por las cajas, pensaría que son chatarra"
"Y lo son…" Dijo Paulo fumando su pipa
Al notar la cara de desilusión de los grumetes, continuo: "Lo importante no son las pistolas en sí, sino el pequeño molusco que está arriba de ellas"
"Son moluscos de una isla muy lejana del Mar de Júpiter ,demasiado lejana como para que valga la pena mencionarla, los lugareños los crían como armas desde hace décadas"
"Pero no serían especiales si solo fueran moluscos, estas dos pistolas fueron pasadas por el ritual de sacrificio del Panteón … Fátima y María fueron las sacrificadas" Dijo el timonel, pareciendo recordar al pasado.
"Así que los del Panteón mataron a dos mujeres, solo para hacer estas armas?" Comentó Ricardo mirando al molusco en la parte superior de su pistola con algo de disgusto "¡Que manga de lunáticos!"
"Niñas…" Dijo Paulo, mientras recargaba su pipa con una pasta amarillenta "Fátima y María eran un par de niñas, para ser exactos…"
Pero justo cuando Ricardo iba a expresar su disgusto, fue interrumpido por el timonel.
"Y no fueron los miembros de la iglesia del Panteón los que hicieron el sacrificio…" Dijo Paulo, con indiferencia mientras prendía su pipa y le daba una buena calada"… Yo fui el que sacrifico a las niñas"
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