Randall caminó hacia el mar y apretó la mano derecha contra el grueso hielo.
Con un estallido, el enorme y grueso hielo se hizo añicos de inmediato con gran calma.
—¡El Jefe es tan poderoso!
Park Sora miró a Randall con admiración.
—¿Eh?
Randall frunció el ceño de repente. Le pareció que aquello era menos contundente de lo que había esperado.
Randall miró a Jordan con desconfianza. Jordan también lo midió, como si sintiera mucha curiosidad por conocer su verdadera fuerza. Dijo:
—Gracias.
Jordan se dirigió entonces poco a poco hacia la playa.
Mirando la insondable espalda de Jordan, Randall pensó para sí:
—Acabo de emplear mucha menos fuerza de la que esperaba. En otras palabras, Jordan podría haber roto ya algo de hielo.