Sus palabras agitaron miles de ondas.
La gente de fuera miró a Nora con sorpresa.
Los ojos de Joel y Tanya también se abrieron de par en par. Los dos se miraron. Tanya estaba perdida. Joel se adelantó y preguntó: —Nora, ¿qué pasa?
Nora no entregó el informe de ADN a la policía. En su lugar, arrastró los pies y se dirigió a Tanya, y se lo entregó. Sus ojos almendrados estaban llenos de compasión. Suspiró.
—Jill no es tu madre. No, debería decir que la persona que está delante de todos no es la madre de Tanya.
Tanya ya había hecho una prueba de ADN con Karl la última vez, así que ya sabía cómo era el informe de la prueba de ADN.
Al oír esto, todavía abrió el informe en su mano con incredulidad. Cuando vio que su ADN sólo se parecía en un 30%, se quedó atónita.
Jill no era su madre. No era su madre.
Este pensamiento hizo que Tanya tragara saliva. Volvió a levantar la cabeza y miró a Nora.