Chapter 3: Chapter 3: Amethyst
Unas cuantas horas en el avión lograron que Cas construya una red de información en su cabeza. Las piezas que ya tenía en manos y las que faltaba para construir su rompecabezas aún estaban por encontrarse. Finalmente en su destino pudo apreciar el ambiente caluroso y trópico del lugar. Puerto Rico era conocido por sus innumerables playas hermosas así también por el ambiente seco y caluroso que la abrazó tan pronto puso pie fuera del aeropuerto de San Juan, PR. El asento de las personas era bastante diferente al español simple que conocía. Usaban palabras ofensivas para dirigirse unos a otros como si no fuera nada, se sonreían unos a otros sin sentir ninguna ofensa por cualquier comentario que salieran de sus bocas. "He reservado el hotel dónde nos quedaremos. Este lugar es peligroso pero no creo que eso te afecte demasiado." Dejó saber Azazel mientras la observaba, ella parecía sumergida en sus pensamientos.
"Las personas aquí son muy libres..." -expresó- "¿Nos quedaremos aquí mucho tiempo?."
"Tengo una reunión con un agente de aquí, en dos días nos estaremos transfiriendo al lugar donde se encuentra nuestro objetivo." Informó, parece que tenía planeado dejarla en el hotel para irse a hacer sus cosas pero la mirada de Cas dejó por descubierto sus pensamientos. Ella simplemente no se quedaría tranquila, la conoce bastante bien.
"Tu puedes ir a investigar el lugar... pero ten cuidado. No es lo mismo aquí que de dónde venimos. El ambiente es totalmente diferente."
"No le veo el problema, de seguro será bastante divertido." Respondió la mujer para seguido entrar dentro del auto que la esperaba para dirigirse al hotel. Una vez allí se quedó impresionada por la decoración moderna y tropical del lugar. Los tonos azules y blanco encajaban bien con el negro de respaldo que usaron en las paredes logrando así que cada objeto de un color más claro resalte. Aunque no era su gusto personal pero le agradó un poco.
"Señorita Cas... ¿A dónde quisiera ir?" Preguntó la de cabellos plateados mientras esperaba por una respuesta luego de haber guardado el equipaje en el closet de su habitación.
"No me digas señorita, es como si estuviera por encima de ti y no me gusta ese sentimiento de inferioridad. Llámame Cas."
"Pero Azazel me dijo..."
" C-A-S" Deletreo la mujer como si le ordenara en un tono alto pero gentil. "Vanos inténtalo..."
"Mm... Cas..."
"Mucho mejor. " Expresó sinceramente, acercándose al ventanal el cual le regalaba la vista de altos y lujosos edificios. En el piso dónde estaba se encontraban solamente los turistas VIP como de costumbre por su trabajo estaban allí como agentes incubiertos y por ende debería actuar como la típica turista amable que tan mal le quedaba.
Con su personalidad podría interpretar ese personaje por unos diez minutos frente a algún desconocido pero daría lo mejor, pues en su mente aún pasaban las imágenes de aquel hombre y su pequeña charla en París. "Iremos a la playa... escuché que hay un lugar donde tienen una cadena de bares y comida rápida preparadas al momento. Deberíamos ir allí."
"¿Cómo supiste eso tan pronto entramos?"
"Mientras subias las maletas escuché a una pareja hablando de un lugar llamado Los Kioscos de Luquillo. -Se volteó para verle- Quiero ir allí, pienso que mientras más apoblado esté más fácil será para mi encontrar a mi primer sospechoso."
"Valla.... tienes razón. "
"Además, Azazel me ha dado toda la información que necesito acerca de esta persona. Alta de cabello negro, ojos marrones como parece ser común aquí. Solo tengo una foto de cuando tenía quince años no hay más fotos recientes. Es por eso que quiero ir allí. "
"Entonces iré a cambiarme por algo más tropical "
"¿Un bikini talvez? Que traviesa...."
"Oye, es la primera vez en años que veo una playa, claro que no me lo voy a perder. Además son nuestras vacaciones. "
"Es cierto..." Respondió Cas al comentario de su compañera. Sin olvidar su objetivo, observó los diferentes trajes de baño que Azazel puso en su maleta. Todos con etiqueta, el que lo viera actuar de esa forma pensaría que ellos dos son una pareja. Lo cual a Cas no le molestaría en lo absoluto pero no pensaba que Azazel pensara de la misma forma o lo tomaría igual.
Finalmente lista con su pequeño 'disfraz' Cas se sostuvo del brazo de su compañera y juntas emprendieron a su destino. De camino pudo notar como los hombres sin ninguna vergüenza les comentaban y les lanzaban piropos acerca de su belleza. Una vez en el lugar Cas se vio rodeada de una inmensa multitud. Ya sea familias compartiendo a amistades pasando el día libre.
Música tropical por los diferentes puestos de comida. Turistas y personas locales hablando un inglés muy fluido que llamó por completo su atención. Observaba el lugar tras sus gafas de sol totalmente escondiendo sus hermosos zafiros. Decidió incluirse en el último kiosco dónde la música era lo suficientemente alta para que las personas pudieran hablar entre sí sin temor a que nadie más pudiera oír sus conversaciones.
La peliblanca finalmente le dejó saber su opinión al respecto de lo que estaba siendo testigo. "Hace demasiada calor aquí, pero estas personas no parecen afectadas. " Mientras sus ojos se concentraban en un hombre que con pasos seguros se acercaba a ellas con una sonrisa deslumbrante y atractiva.
Tenia el típico estilo de un puertorriqueño, con una camiseta blanca con el logo Nike al frente unos zapatos deportivos del mismo color y su corte de cabello alineado escondido debajo de una gorra de la misma marca. Era blanco de ojos azules y atractivo pero no lo suficiente para alcanzar la belleza masculina de Azazel.
"Buenas, damas. " Habló con educación mientras se sentaba a un lado de la peliblanca sin ninguna invitación lo que les pareció un comportamiento totalmente rudo para ellas pero para el era totalmente normal.
"Soy Pedro, un placer. " Se dirigió a Cas pero esta solo respondió con una sonrisa. "Les prometo que soy totalmente inofensivo" Expresó el hombre sintiendo el rechazo de Cas quién de manera tranquila se dirigió al pequeño bar para ordenar unas bebidas las cuales pagó al momento.
"Es difícil de obtener... ¿Siempre es así? " Preguntó Pedro a la peliblanca y esta respondió. "No has visto aún como es, está siendo muy amable si me lo preguntas. Soy Liz por cierto. "
Ofreció la mujer su mano al hombre de manera amable como su papel le indicaba que fuera. El hombre sonrió y estrechó su mano a la mujer quién no pudo evitar el sentir el aroma varonil que emanaba el hombre. De seguro un perfume caro.
De vuelta a su mesa Cas ya había observado como Liz y Pedro charlaban entre sí. Puso las bebidas sobre la mesa y una comida que Liz nunca había probado antes. "¿Qué es?" Preguntó esta a lo que Pedro sin permitir que Cas respondiera aclaró sus dudas.
"Eso querida, es arroz con gandules y carne frita. Es un plato común en Puerto Rico. Parece que vienen de lejos ¿De dónde son? " Preguntó a las mujeres como si las conociera de toda la vida. Estas se miraron entre sí para así continuar la conversación, Cas finalmente entró en su papel.
"Venimos de Inglaterra, unos amigos nos recomendaron éste lugar y déjame decirte que no nos a decepcionado en lo absoluto. " El hombre se lleno de orgullo. Su sonrisa ahora se había ensanchado con tal felicidad que incluso ellas se habían sorprendido. "Bueno, siempre es bueno escuchar eso. Música para mis oídos. " Sin dejar ese hermoso acento que los distinguía Pedro continuó su charla.
"Ay muchas cosas que van a encontrar interesantes aquí. ¿Han ido al castillo en el viejo San Juan? " El hombre las observó, las mujeres parecían esperar que el continuara su relato. "Es tan viejo como te lo puedas imaginar. ¿Quieren escuchar la historia? "
Cas parecía muy interesada, todo acerca la antigüedad le llamaba mucho la atención y al momento que escucho la palabra 'castillo' Pedro se había ganado toda su atención. "No nos dejes en suspenso Pedro, es de mala educación. " Mencionó Liz a lo que Pedro dejó salir una risa suave, su voz profunda y joven parecía un hechizo sumado a ese acento ella simplemente parecía encantada. "Dale está bien. Pero se tomará mucho tiempo Liz ¿Que tal si nos vemos en la noche? "
Propuso el hombre, Cas conocía bien sus intenciones pues no paraba de observarla. Finalmente luego de tanto silencio finalmente habló. "¿No será problema si mi esposo está presente, cierto? " Pedro por primera vez había levantado su guardia frente a ellas una actitud que las había tomado por sorpresa. "Bueno, si el no tiene problemas con que estemos hablando así, por mi esta bien. Además hoy en la noche habrá una actividad que no quisiera que se perdieran, rara la vez suceden cosas así. "
"Entonces nos veremos aquí en la noche. Iremos por un chapuzón el calor es demasiado. " Dejó saber Cas mientras tomaba a Liz de la muñeca quién había recibido un trozo de papel de Pedro quién en una sonrisa le hizo una seña con su mano para que ésta se contacte con él. En el papel el número de Pedro junto a un corazón o un intento.
"Liz, sólo estamos aquí por trabajo no lo olvides. "
"Soy lesbiana Cas, no me gustan los hombres. " Cas la dejó libre y se volteó a verla deteniendo sus pasos. La arena caliente por el ardiente sol se colaba en sus pies dejando un sentimiento de incomodidad. "Entonces mejor aún... no quiero tener que matar a un hombre. "
"¿Una confesión de amor? Que inusual..."
"No me tientes Liz..."
"Esta bien, seré buena. Pero hablando enserio, viste al hombre que tenía trenzas largas hasta la espalda. No dejaba de mirarte. " Cas finalmente observó detrás de Liz aún con sus gafas puesta las cuales no se habia quitado aún. El hombre del cual Liz hablaba aún estaba observándola. Al lado del hombre Pedro le susurraba algo al oído y las miradas de los dos se clavaban en la espalda de Liz, como si planeaban algo.
"Liz, en la noche no vengas con las manos vacías. " Advirtió Cas, por alguna razón tenía un mal presentimiento. Se dio la vuelta para ver el abierto mar de cerca, cristalino y frío. Se hundió en este y se alivió al sentir como el mar la abrazaba. Era un sentimiento único en donde por unos minutos pudo sentir un poco de paz. 'Estás personas disfrutan de esto todos los días.... que envidia.' Pensó ella.
Al llegar la atardecer estaban listas para despedirse cuando Pedro se había acercado a ellas con una sonrisa y un palo de billar en la mano derecha. "¿Ya se van?" Preguntó este, parecía persistente con su pregunta según Cas pero Liz actuó como si nada pasara. "Si, iremos a recoger a su esposo y cambiarnos por algo más adecuado para la noche. "
"Entonces las espero aqui..." Pedro les guiñó para darse la vuelta y seguir su camino, dentro del bar comenzó a jugar billar. Parecían discutir de quién era el turno en el juego entre risas y dinero sobre la mesa. Dentro del auto Cas notó como el hombre de cabello largo nuevamente susurraba algo al lado de Pedro. Este asintió con su cabeza levemente, dejo el juego a medias y desapareció del lugar. Cas encendió el motor del auto y ajustó el GPS para llegar al hotel.
De camino, Liz se sintió amaravillada de el atardecer. El sol se escondía en el horizonte dejando unas manchas anaranjadas mezcladas con violeta en el cielo. Era simplemente hermoso. El tráfico parecía nunca acabar, tomaron más tiempo de lo pensado el llegar al hotel, ya eran las siete de la noche.
Dentro de la habitación, Azazel las esperaba con mucho papeleo sobre la mesa. Cas ignoró por completo su presencia entrando al baño se deshacía de su ropa mientras que escuchaba a aquellos dos hablar pues no había cerrado la puerta. Cuando terminó Liz finalmente tomó su turno en el baño cerrando la puerta tras ella.
"¿Tienes un minuto?" Preguntó Cas a Azazel arrastrándolo a la habitación y cerrando la puerta tras ella finalmente dejó salir su preocupación mayor. "Creo que vamos a tener problemas en la noche. Tienes que venir con nosotros..."
Azazel suspiró pero no se nego en ningún momento. "¿Cual es el plan?" Preguntó esperando instrucciones pero en cambio Cas se acercó y lo abrazó con fuerzas. "Recargo baterías... " Azazel sonrió a ese gesto correspondiendo el abrazo. Cas sintió como las manos frías de ese hombre acariciaban su espalda permitiendo así que todo su cuerpo se relajará con su tacto.
"¿Has pensado en lo que te propuse ese día?" Azazel la miró confundido. Ella levantó su mirada chocando los miel de su amigo. "Quiero que seas mío.... hoy serás mi esposo. "
Azazel sonrió, esa sonrisa que siempre la había mantenido cautiva a sus encantos y que hacía su corazón latir velozmente. El hombre acercó sus labios a la mejilla de Cas, depositando un beso en su mejilla para entonces susurrar en su oído. "Aún no estás lista... Fea."
Su rostro enrojeció al punto que parecía que su cabeza explotaría de la vergüenza. Puso sus manos en el abdomen de Azazel con el fin de empujarlo pero sus intentos fueron en vano. La levantó estilo princesa hasta llevarla a la cama, una vez ahí acarició suavemente su rostro recibiendo en cambio una mirada gentil y tierna.
El corazón de Cas parecía querer explotar cuando vio como Azazel se acomodaba entre sus piernas dejando sus huellas en caricias a medida que se acercaba. Sus labios se colgaron en su cuello, el frío de los mismos erizaron la piel de Cas y no pudo evitar dejar salir un pequeño quejido que lleno de emoción a Azazel.
No quería tomarla, al menos no en esos momentos. Para llegar a eso el quería que ella lo tomara enserio, porque el no quería una sola noche con ella, la quería para toda la vida. Abrió la toalla de Cas dejándola completamente a su merced y un sentimiento de inseguridad sobresalía de los ojos de ella.
No habían palabras que valieran para describir la conexión que tenían ambos. Azazel comenzó a besar su cuerpo desnudo notando como el calor en el cuerpo ajeno aumentaba con cada beso, con cada caricia, en cada suspiro.
"Cas... " Expresó el hombre, deteniendo todo movimiento sobre ella. Confundida le miró con atención a los ojos. "¿Estás segura?" Preguntó, asintió levemente pero Azazel quería más de ella. "¿Serás solamente mía?" Cas no respondió y en cambio ocultó su rostro tras sus manos.
"¿No te gusto acaso?" Preguntó sin remover sus manos. Azazel recostó su cuerpo levemente sobre el de ella permitiendo así que sintiera la firme que estaba en su parte baja, parecía querer explotar de emoción lo que la avergonzó engrandemente. "¿Respondí tu pregunta?"
Un pequeño silencio que duró cinco segundos. Cas removió finalmente sus manos de su rostro permitiendo que Azazel se deleitará de su dulce expresión, casi como si quisiera comerlo por completo. "Estoy asustada.... " Expresó, con un tono bajo que solo ellos pudieron escuchar. Azazel sonrió en derrota y luego de depositar un beso en su frente tiernamente la dejó libre cubriendo su cuerpo con la toalla nuevamente.
"Lo siento, fui egoísta en pensar en mi. Te lo diré por primera y última vez, esperaré a que estés segura que esto es lo que de verdad quieres. Cuando estés dispuesta a ser solo par mí entonces será posible, mientras, eres libre de hacer lo que quieras. ¿Esta bien?"
"Yo... yo no e estado con nadie... es por eso que tengo miedo. "
"Lo sé... " Respondió Azazel, sosteniendo su mano gentilmente para ayudarla a ponerla en pie. Una vez los dos en pie Azazel depósito un suave beso por primera vez en sus labios. "Es por eso que quiero esperarte..."
Cas sonrió, tener a ese hombre en su vida era una total bendición. Su gentileza y amabilidad eran algo que solo él expresaba con ella. Finalmente Azazel la dejó libre entrando al closet y sacar la maleta de Cas. Abriéndola para ver su contenido comenzó a eligir la ropa que utilizaría la mujer esa noche. "Cuando te vistes simple en un lugar como este no llamas tanto la atención y es eso exactamente lo que queremos. Usa esto, te esperaré afuera. "
Se acercó a ella, Cas solo siguió su mirada permitiendo la cercanía entre ambos. "Ire a mi habitación a prepararme. Te espero abajo. " Beso su frente gentilmente para entonces salir de la habitación dejando a Cas con un sonrojo y un corazón latiendo tan fuertemente que parecía querer salir de su pecho. "Maldición..."
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