"¿Estás seguro? Es un objeto rúnico mágico, no es algo que cualquiera pueda obtener fácilmente sin arriesgar su vida"(Ángela)
Tratando de tentar a Santiago este se giro con aburrimiento y tan poco interés que hizo a la princesa dudar de sus propias palabras.
"Ya te dije, paso, no tengo pensado hacer equipo"(Santiago)
"Se-Señorito, Podría tener más objetos para protegerse y volverse más poderoso, rechazarlo no es buena idea"(Elizabeth)
"...No me gusta repetir 10 veces la misma frase, dejen de molestar"(Santiago)
Con un tono firme y brusco, Santiago se saco de encima tanto a la sabia como a las dos princesas y estas solo le observaron mientras estiraba tranquilamente alejado.
"Tampoco parece tener avaricia alguna"(Melissa)
"Eso es malo, si no le interesan los objetos rúnico mágicos a tal punto... ¿Cómo nuestro padre podría hacerle ayudar?"(Ángela)
Después del todo, sin importar el resultado, como mínimo Santiago estaba al nivel de ambos príncipes o cerca así que tenerle casi que garantizaba la victoria en ese sitio.
"Mi joven señora, ¿Es cierto lo que la sirvienta me dijo?"
El hombre tenía una vena en la sien, pero antes de enrabiarse, pregunto, Ángela se acerco a él y aclaro la situación, ella deseaba que luchase contra un rango A pero Santiago fue el que dijo S, el hombre miro hacia donde estaba Santiago y le vio con ganas de aplastarle contra el suelo.
Siendo un poco alto, 1,80m y sin muchos músculos, el hombre se quito su armadura y solo mantuvo su espada en la cintura, una katana enorme de casi un metro, su camisa larga y holgada de color blanca y un pantalón de cuero negro pero que no era tan apretado.
El combate de los elites término rápido ya que incluso un cerdo se podría dar cuenta de que todos deseaban ver otro espectáculo, ambos se pararon uno delante del otro.
Santiago se había quitado todos sus objetos excepto por las pendientes del rey ciego y el arca dorada, incluso su broche que mantenía su cabello ordenado, viéndole su aspecto aunque intimidaba parecía un puercoespín.
"Espera, me parece bien la apuesta, solo ayudar está bien"(Ángela)
Sería estúpido desaprovechar la oportunidad de al menos hacerle ayudar, así que luego de pensarlo un poco, Ángela acepto la apuesta incluso si no era del todo razonable, en especial luego de pensar que Santiago no tenia oportunidad alguna.
"Bien, supongo que ahora si tengo una razón para ir en serio"(Santiago)
Liberando toda su energía corporal de forma ordenada y extremadamente controlada, Santiago cubrió todo su cuerpo con una especie de armadura de energía corporal, el espadachín le miro con un poco mas de interés y con sus ojos marrones no le quito la vista de encima.
"¿Y tu arma?"
"No uso armas, no soy muy bueno con ellas"(Santiago)
El guerrero se molesto de vuelta, ¿Un niño le estaba subestimando? Se estaba buscando la muerte
Desenvainando su espada y sosteniéndola con ambas manos, Santiago silbo de la sorpresa al ver un arma tan conocida que antes no había visto en este mundo, sonriendo se puso en guardia.
Su oponente iba a ir 5 minutos de forma suave y luego iría en serio, podía tomarse el comienzo con calma así que no debía de usar el quinto cielo ni nada muy sofisticado o poderoso.
"¡Empiecen!"(Ángela)
Emocionada, la princesa fue quien marco el inicio del combate, su hermana pequeña le vio con una mirada irritada como si estuviese de vuelta haciendo travesuras pero solo suspiro.
El primero en atacar fue Santiago, corriendo hacia delante, todos vieron como los movimientos de Santiago eran absurdamente lentos, pero en menos de un segundo, ya estaba frente al guerrero.
Este dio un corte horizontal bastante básico, pero contra toda lógica Santiago salto hacia arriba de este, deteniendo su espada a la mitad del corte horizontal, giro su espada e intento cortar en vertical hacia Santiago pero este dio dos patadas fuertes sobre el aire y de alguna forma se impulso hacia encima del espadachín.
Este se giro e intento dar otro corte horizontal pero hacia arriba, pero Santiago doblo todo su cuerpo y le esquivo de vuelta, tocando el suelo, Santiago dio un patada horizontal rozando el suelo, el espadachín en vez de saltar deslizo sus pies hacia atrás.
Pero antes de poder darse cuenta, dejo de sentir el suelo, un pilar de viento extremadamente fuerte le levanto y alzo 3 metros del suelo, rechistando, giro en el aire y puso su frente hacia el suelo para poder contraatacar cualquier intento de ataque de Santiago.
Pero este solo se quedo en el suelo sin hacer nada, cuando el espadachín cayo, Santiago solo se mostro calmado y pacifico, no tenía intenciones de arriesgarse atacando, solo estaba midiendo y viendo las técnicas de su oponente.
"No tienes que enojarte tanto por un combate, solo es un entretenimiento"(Santiago)
"Tch"
Rechistando de vuelta, el hombre se mantuvo en su sitio sin intenciones de atacar, en cambio Santiago se adelanto corriendo hacia él, y esta vez el hombre dio un corte vertical hacia abajo veloz, Santiago reacciono al instante y esquivo moviéndose hacia su derecha mientras giraba sobre sí mismo y extendía su pierna.
Dando una patada directa hacia el hombro del espadachín, este que no se defendió con su energía corporal ya que no la había estado usando, salió volando e incluso tuvo que clavar su espada en el suelo.
Claro, el golpe que recibió le hizo sentir que su brazo se dormía y dejaba de moverse bien, un golpe directo y sorpresivo, el tiempo de reacción y la calidad del movimiento que utilizo en solo medio segundo hicieron que incluso las princesas miraran con seriedad el combate que antes estaban tan calmadas y emocionadas.
"Si te enojas tanto vas a tomar malas decisiones"( Santiago)
Sonriendo casi como burlándose al hombre, Santiago que estaba tonteando había conectado un buen golpe sin perder nada de tiempo, casi como si en vez de pensarlo solo hubiese reaccionado a ello por experiencia.
"Ya van 2 minutos"(Elizabeth)
"¿Ya? El tiempo pasa volando"(Santiago)
No eh podido sacar mucho de este sujeto, ni siquiera se digno a usar su energía corporal además de que solo está usando técnicas básicas y aburridas.
Biien, bien, vamos un poco más serio
Corriendo y viéndose en cámara lenta de vuelta, a la mitad de la distancia, la figura de Santiago se adelanto en un solo paso, su figura se volvió borrosa por la velocidad que alcanzo y entonces el hombre dio una puñalada al frente, justo hacia el pecho de Santiago.
Otra vez dando un pequeño salto hacia un lado mientras giraba sobre sí mismo, pero la figura del hombre se volvió borrosa y 3 espadas parecían estar cayendo sobre Santiago a la vez, sin razonarlo Santiago uso –Torbellino de desplazamiento- y los 3 ataques casi simultáneos que uso el hombre se desviaron hacia el suelo clavándose en las baldosas.
Los ojos del hombre se abrieron de la sorpresa, y esa sorpresa era tan grande, que su tiempo de reacción cayo por los suelos, Santiago estaba a menos de un metro de el por lo que recibió un puñetazo en la cara, el hombre salió despedido hacia atrás.
Todos los que estaban viendo estaban de cara, la habilidad que acaba de usar Santiago logro no bloquear sino que desviar 3 ataques simultáneos al instante, las 2 princesas estaban viendo y parecían mas sorprendidas que el resto de maestros y elites.
El hombre por primera vez en el combate salto al ataque y parecía realmente furioso, tanto que dejo de contenerse con su fuerza física, en un instante alrededor de Santiago había casi 6 ataques simultáneos, Santiago sonrió como si no fuese nada y volvió a usar –Torbellino de desplazamiento- pero hacia otro lado.
Los 6 ataques fueron desviados a la vez y cortaron el suelo pero la palma de sus manos tenían algunos cortes, el avance del espadachín se torció y perdió el equilibrio, Santiago giro sobre sí mismo y dio un poderoso gancho en la mandíbula inferior que le envió lejos de vuelta.
Es un ataque interesante y fuerte, pero contra mí es bastante inútil, da igual cuantos cortes des a la vez, puedo simplemente desviarlos todos, si su estilo se basa en ataques como estos entonces podría incluso ganarle.
Levantándose y mirando hacia Santiago como si estuviese viendo algo imposible, el espadachín sostuvo su espada se coloco a la defensiva mientras se concentraba, puede que incluso dejase de utilizar ese tipo de habilidades ya que había comprendido que eran inútiles.
"¿Un estilo contra espadas?"(Ángela)
"Ni siquiera un golpe conecto, ¿Qué tipo de habilidad es esa?"(Melissa)
"No lo sé, el señorito entreno por su cuenta"(Elizabeth)
"¡OH! Si se especializa en derrotar espadachines... ¿No podría ganarle el príncipe de Valle Dragón?"(Amelia)
Cuando Amelia dio el comentario lo hizo con las intenciones de picar y molestar a ambas princesas, y lo logro, Ángela se giro con malhumor por un segundo, pero luego ignoro a Amelia y se centro en el combate.
Pisando y colocándose para atacar con toda su fuerza, el espadachín respiro calmándose y tomándose su tiempo, claramente estaba esperando a que pudiera ir en serio.
Y en cambio, Santiago pateo con su suela las baldosas para hacer tiempo, además estaba moviendo sus brazos como si estuviese preparándose, y cuando llego el momento, la que grito fue Ángela.
"¡5 minutos!"(Ángela)
Al segundo ya estaba sobre Santiago, y en vez de 6 espadas, imágenes de 20 espadas le rodearon, al ver tal ataque Santiago no pudo evitar sonreír de emoción, al fin ese bastardo estaba mostrando sus verdaderas habilidades, no tomarle en serio podría resultar en que recibiese heridas severas.
Colocando una mano detrás de su espalda en la base de su espalda y la otra en su abdomen bajo, Santiago activo de nuevo –Torbellino de desplazamiento- pero esta vez mientras giraba activo el –Quinto Cielo- para proteger sus brazos y evitar daños.
El torbellino que antes era solo un montón de viento, esta vez tomo un color celeste apagado, cortes de espadas aparecían en el suelo, de hecho, eran tantos que al principio todos pensaron que de nuevo Santiago había desviado todos los cortes.
Pero en realidad de las 20 espadas, 6 le alcanzaron, leves cortes en su torso que aunque no eran la gran cosa, los 6 a la vez eran duros, al sentir que había conectado un ataque, el hombre salto hacia atrás y se preparo para un segundo ataque.
Cuando el torbellino de desvaneció, la figura de Santiago con sus brazos rodeados de un color celeste y con su cabello de color rojo intenso, además de sus ojos celestes se mostro dejando a todos realmente confundidos.
"Ahora es mi turno"(Santiago)
Apretando sus puños, las baldosas debajo de Santiago se rompieron y saltando casi 20 metros en el aire, Santiago reunió toda su fuerza en el puño derecho, detrás, en su espalda, el pilar de viento le impulso hacia el suelo.
Y como si fuese un meteorito bajo mientras se impulsaba dando saltos hacia abajo en las plataformas de viento que creaba, el hombre que estaba en el suelo activo su energía corporal y con su espada y cuerpo listo esperaba contraatacar a la perfección un ataque tan poco lógico.
Cuando la figura de Santiago estaba frente afrente con la del espadachín, este desato su mejor ataque y 40 espadas espectrales surgieron desde casi todos los ángulos posibles, viendo esto, Elizabeth levanto su mano y estaba a punto de intervenir, pero en medio de un movimiento tan brusco y directo, Santiago abrió su puño derecho y se detuvo en el mismo segundo en el que todos los ataques ocurrieron delante de él.
Utilizando el –Séptimo Cielo- Santiago logro cambiar su tempo de una forma absurda y quebrar un ataque tan bruto y veloz en uno lento y suave, su cuerpo cayó al suelo y cuando lo hizo dio una patada directa a la cabeza del espadachín.
Al último segundo la detuvo y bajo su pierna, golpearle de tal forma luego de que mostro un ataque tan increíble seria un pena, ese fue el pensamiento que paso por su mente, además, luego de ver y entender el ataque lo que más quería Santiago era irse a entrenar para poder robar tal técnica, golpearle extendería el combate.
"Seguir es innecesario, de todas formas voy a perder"(Santiago)
El espadachín tenía gotas de sudor bajándole por la mejilla y su espalda se sentía fría, un niño acababa de hacer el cambio de tempo más absurdo y perfecto que había visto en toda su vida y no solo eso, estaba usando 2 técnicas asombrosas, ese torbellino capaz de desviar casi 20 ataques perfectamente simultáneos y esa habilidad para rodear sus brazos con lo que parecía un pequeño cielo.
"¡Eso fue asombroso! ¡Nunca en toda mi vida vi un movimiento como ese!"(Elizabeth)
Emocionada, la sabia corrió al lado de Santiago y puso sus manos en los hombros, sin duda estaba tratando de evitar abalanzarse sobre él, pero al menos quería felicitarle.
"¿Fue tan asombroso?"(Amelia)
Siendo de bajo rango E-, la chica estaba confundida ya que casi desde el inicio apenas podía verles moverse correctamente, pero aun así, todos pudieron ver como un terrible ataque se desato y al mismo instante final cambio por otro, casi cualquier luchador que hubiese intentado un cambio de tempo sabría lo absurdo que fue el movimiento que Santiago completo.
"Fue esplendido, las habilidades del señorito no tienen igual, no solo rango y energía corporal sino que habilidades inigualables, ¡Solo alguien bendecido por la diosa podría tener tanto!"(Elizabeth)
"Exageras, este nivel cualquiera lo puede alcanzar con el entrenamiento adecuado"(Santiago)
Estirándose y caminando, Santiago quiso reducir un poco los actos de la sabia pero el actuar de forma humilde y pacifica fue incluso peor, ya que daba la imagen de alguien sin mucha confianza en su propio poder.
"No, no, no, mi señorito, usted es asombroso, ni siquiera entre los –Artistas Marciales- habría más de 2 de ellos capaces de lo que usted acaba de mostrar, vuestra calidad como luchador es simplemente divina"(Elizabeth)
Ambas princesas estaban quietas en sus sitios, el espadachín fue hacia ellas sin decir una sola palabra, ya era algo que no se podía negar, no era solo aspecto físico parecido al de la diosa de la muerte sino que acababa de mostrar un poder completamente inhumano.
¡Si era el elegido de la diosa de la muerte después del todo! No era que la Iglesia estuviese exagerando solo por el aspecto de un niño.
Y no solo eso, ¡¿Por qué su aspecto cambio de repente?! ¡Cabello rojo y ojos celestes! Eso era igual que el aspecto del dios del cielo.
Pero mientras pensaban en ello, lentamente el color de cabello y ojos volvió a la normalidad, siendo negro y violeta, como si fuese una clase de transformación.
"Me siento como un súper sa*an"(Santiago)
"¿Cómo qué? Nunca antes había oído de tal cosa, ¿Qué es?"(Elizabeth)
"...Nada, tonterías mías"(Santiago)
"¿Se siente cansado? ¿Precisa descansar? ¿Qué tal algo de beber? ¿O prefiere comer?"(Elizabeth)
Moviéndose de izquierda a derecha emocionada e hiperactiva, la sabia parecía una niña que tenía en su casa a un famoso que idolatraba, este comportamiento era normal ya que acababa de mostrar que sin duda era un elegido por la diosa.
Que un niño de 19 años derrotase a un hombre de casi 50 años que entreno su espada con dedicación y consumió píldoras para poder cultivar mejor su rango.
"Tu técnica con la espada es asombrosa pero deberías recubrirla al igual que yo lo hago con mis brazos, si lo haces sería imposible desviarla"(Santiago)
Hablando hacia el hombre, Santiago parecía estar dándole un consejo respetuoso y que el hombre acepto pero ya que tenía la oportunidad de hablar no dejaría tantas dudas sin preguntar.
"¿Cómo se llama esa técnica que parecía un tornado?"
"-Torbellino de desplazamiento-"(Santiago)
"¿A qué escuela perteneces?"
Luego de esa pregunta, Santiago se quedo en silencio pero cuando la princesa Melissa estaba a punto de hacer otra pregunta para no molestar, Santiago respondió.
"Ninguna, aprendo de los que derroto y de quienes me derrotan"(Santiago)
"¿Eso significa que puedes robar habilidades? ¿Existe una habilidad como esa?"(Ángela)
Preocupada de que Santiago tomase la técnica de de las espadas espectrales, la princesa solo podía fingir que estaba sorprendida y emocionada.
"No, nunca dije eso, las observo y trato de comprender, luego las entreno y las hago mías"(Santiago)
"¡Ah! ¡Ya veo, eso tiene más sentido!"(Ángela)
Comprender las espadas espectrales solo viéndolas era imposible, eran técnicas demasiado complejas acumuladas, respiración, posición, entrenamiento de músculos específicos y habilidades de maestría con espadas demasiado especificas y no muy comunes de ver.
"¿Fuiste capaz de entender las espadas espectrales?"(Melissa)
"Demasiado complejo, ni siquiera se usar una espada, ¿Cómo voy a comprender una habilidad de tan alta calidad? Solo me hice una idea de las bases de la espada observándole"(Santiago)
"Supongo que sí, sería demasiado pedir, pero haber comprendido las bases de la espada en una sola batalla... Tu observación es increíble"(Melissa)
"Es la experiencia, Leónidas Bellian tiene una mejor observación que la mía, ambos estuvimos en guerras y combates que nos llevan casi a la muerte"(Santiago)
"¡¿Guerras?! ¡¿Participasteis en una guerra con solo 19 años?!"(Ángela)
No solo las princesas, sino que incluso los guardias de Valle Dragón estaban helados, ¿No era un niño? ¿Acaso en el continente los niños también eran usados como soldados?
"No es muy común, pero había una clara desventaja así que la elite joven del clan Bellian y algunos más contándome participamos"(Santiago)
Rascándose el oído luego del grito estridente de la princesa que estaba conmocionada, Santiago contesto sin mucha emoción, para él no era la gran cosa, 18 años ya le convertían en un adulto hecho y derecho, no se consideraba a sí mismo un niño en lo más mínimo.
"Oí sobre eso, el señorito arrastro al joven Nicolás Nodra y la decima princesa Trista Nodra al campo de batalla, además de algunos otros, ¿Fue allí donde conoció a Agustín Teck no es cierto?"(Elizabeth)
"No los arrastre... Bueno, a Nicolás si, pero a Trista no"(Santiago)
Casi como quejándose, Santiago dejo de actuar y aunque no lucia enojado, parecía irritado de una forma bastante graciosa por lo que la sabia sonrió por ver algo nuevo.
"I-incluso una princesa asistió a un campo de batalla..."(Ángela)
"¿Nicolás Nodra no tenía tan solo 14 años? ¿Qué hacía en medio del campo de batalla?"(Melissa)
"¿HM? Seguirme por supuesto"(Santiago)
"¿Y porque te seguiría?"(Melissa)
"Soy algo así como su maestro"(Santiago)
"¿Se llevan bien? Eso es interesante, Nicolás Nodra es alguien que nuestro padre desea ver personalmente"(Melissa)
"¿Lo hace?"(Santiago)
"Si, el desea que entrene en Valle Dragón bajo la tutela de cierto –Artista Marcial-"(Melissa)
"Ah..."(Santiago)
Desilusionado, Santiago solo se rasco la nuca y decidió no decir nada, ¿Nicolás abandonando el Reino? Imposible, en especial sabiendo que Santiago era un –Artista Marcial- seguramente preferiría ser enseñado por Santiago dentro del continente y en la frontera entre el Reino y el Imperio.
Cuando la princesa vio la reacción de Santiago, noto al instante los pensamientos de este, de hecho eran tan evidentes que incluso Amelia se dio cuenta se rio un poco tapándose la boca.
-Eso no va a pasar- era la respuesta de Santiago, y era tan segura que para el que ni siquiera se molesto en decirlo.
"Hay mas combates para ver, ¿El señorito desea quedarse? ¿O prefiere ducharse?"(Elizabeth)
"No creo que ningún combate vaya a divertirme, tuve acción suficiente"(Santiago)
"¡Ah! Les acompaño"(Amelia)
Colocándose a la derecha de Santiago, la chica de pelo ceniza y ojos rojizos, sonrió y se puso a hablar y preguntar sin parar.
"Es un monstruo, mi señorita"
"Comprendo que tiene un talento increíble, pero-"(Ángela)
"Vuestro primer hermano no podrá ni siquiera dañarle, además de que usted vio esa extraña transformación y color celeste, es más que claro que es un objetivo de prioridad"
El espadachín ni se molesto en ser cortes a la hora de hacer callar a la princesa, de hecho, aunque esta se sentía enojada, no dijo nada más y trago su orgullo, en cambio, Melissa se mantuvo callada.
"Si el fuese... estoy segura de que podríamos conseguirlo, además, detrás de él, viene Agustín Teck"(Melissa)
"Si el primer príncipe adquiere ese enclave de herencia, llegar al rango SSS- podría ser posible para el"
"No deberían tomar decisiones precipitadas, puede que nuestro padre no termine interesándose en el, ya saben cómo es"(Ángela)
"Pero deberíamos evitar que se nos escape de entre las manos, la apuesta de recién era una decisión buena pero termino en fracaso al momento en que se mostro capaz de aguantar 5 minutos"(Melissa)
"Tomar exigencias le haría enojar, en vez de eso, puede que lo mejor sea ceder y darle la victoria"
"¿Y darle un objeto rúnico mágico? ¿Perdieron la cordura? Nuestro padre se pondría furioso"(Ángela)
"En eso estoy de acuerdo, solo debemos dejar el asunto sin decir nada, el nos dejo hacerlo de esa forma"(Melissa)
"¿Por qué creéis que haría tal cosa? Claramente va a dar una trato absurdo para moverse, no quiere que tengáis excusa como decir que perdieron muchas cosas valiosas últimamente"
"Entonces le presionamos, al igual que lo hicimos con otros"(Ángela)
"...Lo considero arriesgado con ese hombre, no parece que vaya a dejarse intimidar por nadie"(Melissa)
Sonrió luchando contra un rango S que desato un ataque aterrador contra él, y no solo eso, sino que esa mujer que trae siempre detrás de él, es una sabia de rango SS, la trata como si fuese una persona más en su alrededor...No, no es cierto, es mas como si la tratase como una sirvienta.
Y no solo eso, esa mujer actúa casi como una con él, ¿Quién en todo Valle Dragón con tal rango se degradaría a ser un sirviente? ¡Nadie! ¡Era absurdo! ¡¿Entonces porque esa mujer haría tal cosa?!
Eso era sencillo, ese hombre actuaba como un elegido de la diosa de la muerte, no, el realmente parece uno, mostrando poder, aspecto y clase como uno, ¿Por qué alguien diría que no lo es?
Con luchadores tan fieles bajo su mando, ¿Por qué se dejaría intimidar fácilmente?, fácilmente contaba con tanta o incluso más protección que el propio emperador del Imperio.
"¿Y qué otra opción hay? Ceder ante exigencias demasiado altas es inepto y poco lógico, de alguna forma hay que reducirlas"(Ángela)
"Podemos apelar a la lógica, además de que como último recurso podemos utilizar el mismo método que con el primer príncipe imperial"(Melissa)
"¿Crees que ese tipo estaría interesado en un matrimonio? Aunque..."(Ángela)
"Hoy se comporto de forma más agradable, además, no parecía un cubito de hielo"(Melissa)
"Es parecido a ti, bastante inexpresivo, aunque tiene también esa forma sarcástica de hablar y bromear..."(Ángela)
"No parece alguien difícil de tratar, es incluso más sencillo que con el primer príncipe imperial, aunque creo que hay conversaciones peligrosas a la hora de estar con él"(Melissa)
"Cierto...Cierto, podría haber una oportunidad"(Ángela)
Sonriendo, la segunda princesa estaba contenta, claramente, estando ella y su hermana pequeña que no estaba interesada en ese tipo de movimientos, ella estaba en la posición perfecta para tratar de cazarle.
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"¿Hay algún sitio donde entrenar?"(Santiago)
"Claro que lo hay... Aunque, preferiría que el señorito tuviese alguno especial, ¿Deberíamos prepararlo?"(Elizabeth)
Amelia que estaba caminando con rapidez a la derecha de Santiago estaba escuchando y luego de que Elizabeth termino de hablar se le ocurrió una idea.
"¿Y si usas la mía? Yo no entreno mucho y el lugar es lindo"(Amelia)
"Mientras sea cerrada y tenga muñecos a los que golpear es suficiente, no me gusta ser observado mientras entreno"(Santiago)
"Claro, la sala queda cerca de mi habitación, déjeme guiarle"(Amelia)
Elizabeth solo guardo silencio y mientras caminaban llamo a una sirvienta, le dio la orden de que llamase a otras personas y preparasen un sitio de entrenamiento especial y que cuando estuviese listo le llamasen.
"¿En cuántas horas es la obra de teatro?"(Santiago)
"Creo que unas... ¿28?"(Elizabeth)
"¿Cómo es? ¿Dónde es? Y ¿Cuánto dura?"(Santiago)
"Es en el gran teatro en la ciudad que visitamos hace poco, una estructura grande, usted estará junto a ambos supremos sacerdotes y la familia imperial, probablemente ambas princesas de Valle Dragón asistan y estén en esa habitación con usted, al no ser solo una obra sino varias de ella, el espectáculo comenzara al momento en que se haga la noche y terminara por lo máximo en la mañana siguiente"(Elizabeth)
"...¿habrá silencio?"(Santiago)
Ese primer príncipe no parece alguien calmado, seguro armara escándalos cada 2 por 3, si me aburro quisiera poder al menos entrenar mi corazón puro o meditar, estoy con una imagen en mi mente que es hermosa.
Si puede conseguir el movimiento que quiero podría incluso ser un ataque especial mío... No quiero que esa imagen se desvanezca sin poder al menos haber avanzado la mitad de su creación.
Aunque 28 horas seguidas de entrenamiento no serian malas, de malas podría dormir un poco a la mitad para poder renovar fuerza y seguir.
Colocando su mano en el centro de su estomago, Santiago sintió el dolor fantasma un poco más intenso que antes, pero sin hacer ninguna expresión, solo siguió adelante como si nada.
Elizabeth le vio y dio una mirada triste, puso ambas manos en los hombros mientras estaba caminando por detrás y le hablo con un tono suave y blando.
"No se sobreesfuerce ¿Si?"(Elizabeth)
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Intagram: darkbotaka
"¡¡AAAAHHHHHHHHHHHH!!"(Santiago)
Es más difícil de lo que pensaba, ni siquiera puedo igualar el ritmo, ¿Cómo demonios hizo ese espadachín para poder crear esa espada espectral?
Estando bañado en sudor, Santiago había estado practicando sin frenar y estaba ardiendo de rabia, ya no sabía ni qué hora o día era, solo le importaba poder esa habilidad, pero mientras estaba concentrado y tratando de hacerlo la puerta de la sala de entrenamiento se abrió.
"El señorito debería prepararse, hay un baño caliente para usted ya preparado"(Elizabeth)
"Fuuuuu"(Santiago)
Resoplando y sacándose el sudor, Santiago miro unos segundos a la sabia, sus pensamientos eran tan claros que incluso se podían ver en su frente.
-¿Realmente tengo que ir? Ya me estoy entreteniendo aquí-
Pero a pesar de ello, Santiago se resigno, esto era un evento que la Iglesia estaba usando y si el faltase era como un mecanismo sin engranajes, ¿Iban a presumir algo que no podían mostrar? Era estúpido.
"¿Se encuentra bien?"(Elizabeth)
"¿Hay alguna forma de aliviar el dolor fantasma?"(Santiago)
"Podemos darle un tranquilizante, pero podría hacerle sentirse débil y sin mucha fuerza"(Elizabeth)
"No gracias, prefiero el dolor"(Santiago)
Al entrar al baño, Santiago vio casi una piscina entera de 10 metros por 10 metros, y de hecho, si iba al lado opuesto al que estaba, ni siquiera daba pie y debía nadar, el agua no estaba demasiado caliente sino que se sentía perfecta.
Mientras se bañaba Santiago, Elizabeth espero y al verle salir le mostro un montón de ropas pero Santiago paso por completo de todas ellas y volvió a tomar una copia de la que llevaba puesta antes que se encontraba en el armario gigante.
"¿N-No desea otra ropa diferente?"(Elizabeth)
"De esas no"(Santiago)
Todas esas ropas eran el emblema de la calavera con ojos de remolinos y alas de dragón a los lados, este era el que se usaba la mayor parte del tiempo y que Santiago mostrase un tan claro repudio hacia esas prefiriendo las otras era extraño y doloroso.
"¿Hay algo malo en ellas?"(Elizabeth)
"¿A qué vienen esas alas tan feas? Ese no es el blasón de la diosa de la muerte, este lo es"(Santiago)
Las alas eran una referencia a la familia Drakor, al igual que los rayos en las 3 puntas del tridente de los Atlantes hacía referencia a los Nodra, así que insultar de esa forma ese aspecto era casi como desprestigiar a los Drakor en sí mismo.
La sabia se sintió un poco ofendida, pero a la vez comprendía lo que estaba sucediendo, Santiago casi que estaba diciendo que no había excusa para cambiar el blasón divino de la muerte sin importar que fuese.
"¿Deberíamos cambiarlo?"(Elizabeth)
"Yo no lo voy a usar, ustedes hagan lo que quieran"(Santiago)
Sin colocarse su abrigo negro, Santiago sentía cierta molestia llevándolo, se arremango hasta que su antebrazo no le permitió más y quedo un poco apretado, el pantalón negro estaba perfecto en talle y luego los zapatos de vestir de cuero perfectamente tratado y cuidado estaban lustrosos.
Con la imagen que ya tenía no estaba mal, pero en vez de solo dar una imagen común debía de impactar, y por ello, luego de bañarse, limpio los pendientes del rey ciego para colocárselos de vuelta en sus orejas, las esferas negras intensas quedaban tapadas por su cabello, pero para evitar esto se tomo y estiro el cabello hacia atrás haciéndolo una coleta larga y densa.
Con un broche dorado, grande y rúnico, Santiago mantuvo el cabello en su sitio y luego, desde el –Arca Dorada- saco un par de dagas negras como la noche y con sus filos rojos como sangre fresca, las colgó de su cintura y estiro mientras se fijaba en el espejo como se veía.
"Se ve impresionante, señorito... ¿Desea partir?"(Elizabeth)
"Pareces confiable y fuerte..."(Santiago)
Cuando la sabia escucho a Santiago abrió sus ojos y se inclino emocionada y realmente feliz, ni aunque el propio emperador dijese tales palabras se lograría una reacción como esa, pero aun así Santiago lo había dicho con tanta casualidad que hasta le daban ganas de llorar.
"Cuando salga de la Iglesia, me voy a debilitar, seguramente mi poder se reduzca a la mitad"(Santiago)
Y al oírle, toda la felicidad se transformo en seriedad, ese señorito le estaba avisando que ya no tendría tanta fuerza para rivalizar con un rango S, seguramente pueda contra rangos A pero no debería de ponerse tan arrogante.
"¿Desea más guardias?"(Elizabeth)
"No, es solo una advertencia, cuanto más cerca este de morir mas fuerte me voy a volver, así funciona mi habilidad, pero una vez dentro de las Iglesias tengo todo mi poder sin tener que estar muriendo"(Santiago)
"Comprendo, ¿cree poder contra un rango A?"(Elizabeth)
"Considero que si, aunque con heridas graves"(Santiago)
"En ese caso, tanto yo como los supremos sacerdotes estaremos atentos en caso de cualquier situación"(Elizabeth)
"Bien"(Santiago)
"¡Ah! Ahora que recuerdo, la habitación personal que solicito en caso de que la que compartirá con la familia imperial se vuelva bulliciosa estará lista en cualquier momento que desee"(Elizabeth)
"Eso es agradable de oír, no quiero tener que soportar molestias"(Santiago)
Mientras caminaban hacia las puertas principales de la Iglesia, las princesas de valle Dragón, las princesas Imperiales y las hijas de la suprema sacerdotisa estaban esperando, al parecer todos irían en un carruaje gigante y de lujo.
Supongo que tengo que dar el ejemplo... Que molestia, quisiera poder actuar sin que haya nadie mirándome y copiándome.
"Las damas primero"(Santiago)
Poniéndose a un lado de la puerta, Santiago actuó como un caballero y dejo pasar primero a las chicas, habiendo cientos de personas a los alrededores, era un acto que agradable de ver y que daba ejemplo.
Al entrar vio una especie de habitación con alfombras y alrededor de esta asientos con almohadones grandes y cómodos, sentándose en uno que le dejo con la nuca en la ventana, Santiago vio el ambiente con cierta incomodidad.
Estaba literalmente rodeado de mujeres, era casi como la vez en la que había ido con Aria y su grupo, aunque por lo menos no estaban hablando de magia teórica, pero en vez de ese tipo de incomodidad, todas le estaban observando furtivamente.
"¿Qué tal le fue entrenando?"(Amelia)
"Tuve poco tiempo, para conseguir lo que quiero puede que necesite meses"(Santiago)
"¿Hablas de entrenar como Agustín? ¿Encierro total?"(Diana)
"Si, sería lo mejor"(Santiago)
"¿Ehhh? Pero recién llego, ¿no debería al menos disfrutar un poco?"(Amelia)
Actuando como una niña consentida, Amelia parecía estar quejándose y a punto de armar un berrinche.
"Nunca dije que lo haría pronto, probablemente cuando termine la guerra cerca de la frontera, no sé porque tengo un mal presentimiento"(Santiago)
"¿Es por eso que me pidió mantenerle informado?"(Elizabeth)
"Si, aunque por lo que tengo entendido mi otro caballero esta allí, no es muy fuerte... Por no decir inútil"(Santiago)
"¿Ti-Tienes más caballeros?"(Cristina)
"Por ahora son 2, aun debo elegir los otros 3"(Santiago)
"¿Solo puede elegir 5 caballeros de la muerte?"(Elizabeth)
"Correcto"(Santiago)
La conversación dentro del carruaje fue más tranquila en cuanto Ángela pregunto que eran los caballeros de la muerte, el viaje fue más fluido y menos tenso de la que Santiago había pensado.
"¡Ah! Acerca de lo que me había pedido, el nombre del sanador es Luis Jhaar"(Diana)
"Jhaar... Bien, voy a recordar eso"(Santiago)
Cuando ya estaban en las puertas del teatro, Santiago dejo pasar primero a todas y cuando salió, vio la enorme estructura de casi 20 metros, las personas en las afueras eran cientos... no, miles, estaban amontonándose como fanáticos.
"La mayoría son plebeyos que vienen a ver a las princesas, es una oportunidad única después del todo"(Elizabeth)
"Curioso, ¿Acaso el emperador y los supremos sacerdotes ya están dentro?"(Santiago)
"No, ellos llegaran más tarde, a decir verdad salimos bastante temprano, aun es de día incluso"(Elizabeth)
"Bien"(Santiago)
Los pasillos estaban llenos con cuadros y estatuas, no eran muy impresionantes, pero tenían un nivel bastante interesante, dentro de cristales también había artefactos bastante bien cuidados y varios objetos curiosos como flautas de madera antiguo y cosas así.
Luego de subir 4 pisos, Santiago que había quedado por detrás junto con Elizabeth, entraron a una habitación con una puerta ornamentada y grande, dentro había un palco privado con varios asientos de lujo de donde se veía la obra de frente y de arriba.
No había nada por arriba de esta habitación sino que todo estaba por debajo, los otros pisos estaban cerrados y eran para los actores, además de ser más que nada una especie de museo.
Una gran cantidad de piedras luminosas en candelabros de oro iluminaban la sala y dentro del palco privado, había 2 filas de asientos, la primera que estaba 2 escalones por debajo de la primera y por encima de esta primera, había 6 asientos a 4 escalones por encima.
"Por favor elija uno"(Elizabeth)
Señalando uno de esos asientos más altos y de lujo, la sabia vio como Santiago no estaba muy contento.
"¿Quiénes estarán a mi lado?"(Santiago)
"El emperador, la emperatriz, ambos supremos sacerdotes y el primer príncipe"(Elizabeth)
"Que tedioso... Me niego"(Santiago)
Ignorando los asientos, Santiago comenzó a bajar hasta la última fila donde se podía ver mejor y probablemente estaría siendo interrumpido menos veces, si iba a ver una obra, no quería que estuviesen hablándole de política e idioteces.
Además, ¡¿Quién querría sentarse con ese inútil y molesto primer príncipe?! ¡Su idiotez podría ser hasta contagiosa!
"¿Te-dioso? Mi señorito, ese asiento es especial para usted, el emperador lo pidió para poder hablar con usted y consultar algunos asuntos"(Elizabeth)
"¿Hablar? Con más razón, no vine a hablar, vine a ver y escuchar una obra, si lo que quiere es hablar entonces podría invitarme, en una mesa se puede conversar lo que sea"(Santiago)
"Ah, ehm, yo...."(Elizabeth)
La discusión estaba siendo escuchada por todas las princesas y aunque a Evelyn no le parecía serio, a sus dos hermanas menores les hizo hacer muecas del enojo, ¿No estaba rechazando el sentarse con su padre de una forma asqueada? ¿Qué le sucedía?
Amelia lanzo una mirada a sus dos hermanas y cuando vio que Santiago se termino sentando en un asiento cerca de la esquina, se levanto y camino hasta donde estaba él.
"¿Sabías que entre cada obra hay un pequeño espacio de 10 a 15 minutos? Podrías hablar con mi padre en ese momento, ¿No crees?"(Evelyn)
La primera princesa imperial no dudo en sentarse detrás de Santiago y acercando su cabeza y colocando sus manos en los hombros de Santiago, con respeto y bastante amabilidad trato de mediar la tensión que había en la sala.
"¿Hay algún asunto serio que debería hablar con él?"(Santiago)
Cuando Santiago hizo esa pregunta, Evelyn se mantuvo con su sonrisa a pesar de que sabía que si lo había, pero decirlo en alto con esas dos pirañas de princesas provenientes de Valle Dragón era problemático.
"¿Tiene porque ser serio? El emperador desea hablar, ¿Acaso no te agrada?"(Evelyn)
"No lo conozco como hombre, pero como gobernante puedo decir que es bueno, mejor que muchos"(Santiago)
Sonriendo con más emoción y vivacidad, Evelyn apoyo su cabeza al lado de la de Santiago, pegando su cabello color ceniza justo al lado del cabello negro de Santiago, el color negro y gris junto, además de violeta y rojizo de sus ojos hacia cierta imagen agradable a la vista
"¿Entonces porque no hablar con él?"(Evelyn)
"Señorito, si me permite... Sería bueno que al menos pueda despejar ciertas dudas"(Elizabeth)
"Entonces si hay un asunto serio..."(Santiago)
Mirando a Elizabeth a los ojos, esta le siguió mirando fijamente, sin duda de ella no podría sacar nada, entonces debería con la princesa, pero estando detrás de él y tan cerca, podría malinterpretar su mirada fija.
Desistiendo, Santiago solo suspiro lleno de irritación, nunca en sus 2 años de estadía en el Reino se había sentido tan presionado a hacer algo que no deseaba, ahora mismo podía sentirse casi como encadenado.
Levantándose, Santiago dejo que su energía corporal se descontrolase por momentos y aunque paso desapercibido para la mayoría, las princesas de Valle Dragón abrieron los ojos y se miraron entre ellas casi para comprobarlo.
Que alguien con tanto control perdiese la estabilidad de su energía corporal daba a entender que tan enojado estaba y esto la sabia lo noto aunque de forma más leve, fue más un presentimiento de que seguro que las cosas no saldrían bien.
"Voy a dar una advertencia... Un solo alboroto, grito o conversación extraña y molesta, me largo de este sitio"(Santiago)
Sin darse la vuelta, Santiago hizo que el presentimiento de Elizabeth se volviese real, era imposible que nada de eso ocurriese, entre esa emperatriz exagerada que grita y se altera cada 2 por 3 o el primer príncipe causando escándalo para llamar la atención... Santiago no permanecería en la sala más de media hora.
Al sentarse, se tiro sobre el asiento de mala gana y con entrecejo fruncido, el sitio en sí mismo para ver la obra era malo, uno debía de inclinar su cabeza demasiado y además, las voces de todos los que estaban por delante, aunque susurrasen terminarían escuchándose más que la de los actores.
Entretenerse ya era una idea estúpida, seguramente, esta experiencia quedará junto a la de la fiesta en la que tuvo que soportar a esa segunda princesa de los Nodra.
"¿Desea algo de beber?"(Elizabeth)
"No, no deseo nada"(Santiago)
Sabiendo eso, Santiago estaba 3 veces más enojado, ¿Por qué debía soportar a estas personas? Un imbécil detrás de otro, ¿No se cansan?
Elizabeth solo asintió y tomo distancia hacia la puerta, se quedo a un lado de esta, nadie quería acercarse... No, de hecho, nadie era tan idiota como para acercarse cuando su malhumor estaba tan absurdamente alto.
Luego de un rato, la puerta se abrió y una sirvienta entro, al instante en que entro, Elizabeth la tomo del hombro y la saco fuera de la habitación, cerró la puerta y el silencio se mantuvo, era tan incomodo que nadie quería siquiera susurrar.
Amelia, Diana y Cristina estaban las 3 juntas en la primera fila y después de unos momentos de ese silencio incomodo, la puerta se abrió, los hermanos y primos de estas bajaron y en silencio se sentaron con ellas.
Sin decir nada, ya habían sido advertidos correctamente de la situación, luego de ellos entraron ambos supremos sacerdotes, al entrar los dos parecían niños nerviosos o dos estudiantes a punto de un examen.
Era sin duda, el peor escenario posible, presentarse frente a Santiago cuando estaba furioso.
"Es un gusto conocerle, mi nombre es Hernán Ial, supremo sacerdote de la muerte"(Hernán)
El hombre de cabello negro y con algunas canas, hizo una reverencia de cortesía y respeto, con su mano en el corazón, luego de eso, levanto su cabeza para ver la mirada de Santiago, aunque estaba furioso él no lo estaba con ellos.
Tragándose su ira con todas sus fuerzas, hablando su mirada y observó hacia Abigail, la cual también hizo una reverencia y hablo luego de Hernán.
"Abigail Ial, suprema sacerdotisa de la muerte a vuestro servicio"(Abigail)
Con su cabello largo tapándole el frente, ella no pudo mirar hacia Santiago, pero ambos notaron cuando Santiago con respeto se levanto para hacer una reverencia corta.
"Santiago Real Atlante De Luxe, actual rey de la muerte, será un placer poder cooperar con ustedes"(Santiago)
"No, no, el placer es todo nuestro, ¿Cómo debería llamarle? ¿Señor? ¿Rey?"(Abigail)
"Santiago está bien, no me gustan los títulos"(Santiago)
"En ese caso, Santiago, hay mucho de lo que hablar ¿verdad?"(Abigail)
"No tanto, aunque parezca no tengo mucho para contar que valga la pena, las ordenes de la diosa son concisas y simples"(Santiago)
"¿Lo son? Eso es agradable de oír"(Hernán)
"Son simples de entender pero no de completar"(Santiago)
"Sin duda, eso tiene más sentido, sino ¿porque enviar a alguien tan especial?"(Abigail)
"De todas formas, no hay nada de precisemos saber con urgencia, ¿O sí?"(Hernán)
"Si Elizabeth envió la carta al Reino, entonces no, no hay nada urgente que hacer... Odiaría morir por algo tan torpe como olvidar un pergamino en un escritorio"(Santiago)
No moriría, me suicidaría antes de ir caminando por la vida con un tatuaje en mi frente que diga que soy un inútil.
"¿EH? Estoy segura de que Elizabeth tomo prioridad en ese asunto al instante en que se le conto..."(Abigail)
Solo conversar durante un minuto con Santiago ya le había hecho sudar y estresarse lo mismo que en una batalla de vida o muerte, pero mantuvo la compostura y se sentó al lado de Santiago.
Entre medio de ambos sacerdotes, Santiago se mostro menos enrabiado y disimulo la ira acumulada, además de que se sintió mas cómodo hablando con ellos dos, parecían personas agradables y no cerdos ignorantes que chillaban sin parar.
"Mas por la noche al parecer habrá un baile, aunque es para los jóvenes claro"(Hernán)
"Solo tengo malos recuerdos con bailar, voy a ahorrarme el disgusto"(Santiago)
"¿Los bailes del Reino? Son esencialmente lo mismo que los del Imperio, así que si no le gustaron entonces no debería de asistir a estos tampoco"(Abigail)
...¿Un ser humano agradable? ¿Qué está sucediendo? ¿No era que los altos mandos eran todos descerebrados sin empatía? ¿A dónde se fue ese afán de hacer que a uno le salgan canas verdes?
"Elizabeth me conto que ordenaste rechazar todas las fiestas, ¿También incluía las festividades de la Iglesia?"(Hernán)
"Ahora que lo dices, eso se podía malinterpretar, lo que no quiero es ser rodeado de personas, no me gusta llamar la atención en exceso"(Santiago)
"¿Asistir a esos eventos estaría bien para usted?"(Hernán)
"La realidad es que debería de estar en todos ellos, sería extraño que estuviese ausente"(Santiago)
"¡Bien! En ese caso le avisaremos con anterioridad sobre estos eventos"(Abigail)
Con ambos actuando de forma tranquila y bastante pacifica, Santiago poco a poco fue dejando de lado esa intensas ganas de tirarse de cabeza al suelo desde el palco para terminar su miseria.
"El emperador y emperatriz están junto a los príncipes y la tercer princesa hablando con los nobles, seguro tardaran un rato, ¿Hay algo que desee?"(Hernán)
"No, estoy bien"(Santiago)
"¿Qué tal fue su estadía en el Reino?"(Abigail)
La cara de Santiago se congelo durante unos instantes, ¿Qué tal había sido?...
"Divertida, encontré gente muy interesante..."(Santiago)
Con solo recordar a Leo, Darius, Fernando, Ariel, Leónidas, George y todos en el grupo, Trista, Airi, Aria y sus primas y primos, Santiago sonrió sin darse cuenta.
...¿Solo 2 años? Se sienten como mucho mas, es casi como si estuviesen conmigo desde siempre
Ambos supremos sacerdotes cambiaron sus expresiones de golpe, la respuesta era algo más duro e inesperado, estaban totalmente seguros de que comenzaría a quejarse sin parar, pero en su lugar le nació una sonrisa hermosa y genuina.
"Aunque el cerdo del supremo sacerdote de la Iglesia de lo Sagrado no paro de molestarme al igual que los asquerosos Haries"(Santiago)
Pero en un instante la expresión de Santiago se transformo en asco e irritación, y entonces Abigail y Hernán sonrieron mirándose.
¡Mientras estuviese contra la Iglesia de lo Sagrado, todo iba bien!
"¿Deberíamos hacer algo contra ellos?"(Abigail)
"En cuanto sea posible, los Haries deben de ser aniquilados, tengo un horrible presentimiento con ellos y sobre la Iglesia de lo Sagrado... Ignórenlos, lo único que me dan es pena y vergüenza ajena"(Santiago)
"PF Ahhahahaha"(Amelia)
Sin aguantarse la risa, en cuanto Santiago dio su opinión de la Iglesia de lo Sagrado, muchos sonrieron o hicieron una mueca de risa.
Amelia fue la que lo expreso sin limitarse, que alguien tan importante diga algo como eso tan alto frente a las princesas de Valle Dragón era como darles una patada en los tobillos mientras corrían a los de la Iglesia de lo Sagrado.
"Es que... En serio, decir que la energía corporal es antinatural y que los verdaderos guerreros no la utilizan, me produce lastima tanta ignorancia"(Santiago)
"Le comprendo, nosotros hemos tenido que lidiar con ellos desde hace siglos, ¿Pero está seguro de que no debemos tomar medidas contra ellos?"(Hernán)
"Atacar a la Iglesia significa que debes pasar por encima de los Bellian, ellos son importantes, igual que los Wulf, De Luxe y Atlante, sin ellos estoy seguro de que la misión que la diosa me dio es imposible de cumplir"(Santiago)
"Ahora que lo dice... ¿Cuál es tal misión?"(Hernán)
"..."(Santiago)
"No es algo que pueda decir en este momento, nadie más que el emperador, ustedes y yo deberíamos saber"(Santiago)
"¿Solo 4 personas? Sin duda debe de ser un asunto serio, ¿Desea que llame al emperador a una reunión privada?"(Hernán)
"Si, sin guardias o sirvientes, nadie puede oír lo que tengo que decir"(Santiago)
"Eso será difícil, pero podemos evitar que la información se filtre a mas de 6 personas"(Abigail)
"No lo entiendes en lo más mínimo..."(Santiago)
Suspirando, Santiago se calló y critico la falta de seriedad, ¿No acababa de decir que solo ellos 4 debían saberlo? Si otras 2 personas más lo sabían claramente había riesgos innecesarios.
"Hay ciertas personas que no van a permitir que solo nosotros 4 sepamos sobre vuestras intenciones"(Hernán)
"Entonces destrúyanlos, son peligrosos"(Santiago)
"...Pertenece a cierta familia bastante pretenciosa y vengativa, hacer un movimiento contra ellos es más peligroso"(Abigail)
Mirándoles Santiago negó con su cabeza y se recostó hacia atrás con decepción en sus ojos.
"Entonces no llaméis al emperador, no tenéis nada que saber, solo yo sabré lo que la diosa desea"(Santiago)
Tomando una medida directa y severa, Santiago prefirió seguir guardando la información dentro del pergamino.
"Es una pena... Estáis en la misma situación que el rey Augusto"(Santiago)
Solo los que eran necesarios debían de saberlo, el resto no debían enterarse, con que esta información se filtrase las naciones se volverían sacos de nervios y entre los propios nobles, algunos podrían comenzar a cometer actos horribles.
Ni hablar de los plebeyos, ellos podrían incluso comenzar a rebelarse y formas nuevas facciones con tal de evitar el inminente futuro.
"¿La misma situación? ¿Habla de que la información se filtre? Puedo asegurarle que además de esas 2 personas nadie más lo podría saber, ni-"(Abigail)
Tratando de explicarse, la suprema sacerdotisa comenzó a hablar rápido pero Santiago solo movió su mano con desdén como si le diese igual las excusas que tuviese para darle.
Sin responder con palabras, Santiago cerró sus ojos y olvido el asunto al instante, todo estaba cerrado y no tenía nada que decir a nadie, lo único pendiente es la actual obra y cuando terminase, el campo de batalla contra los no-muertos en el norte.
"¡Me contaron que el elegido esta presente!"(Chiara)
Cuando la tercera princesa entro a gritos, Santiago se tapo el oído izquierdo e hizo mala cara, ¿Acaso Elizabeth no advirtió nada a los Drakor?
Con su cabello color ceniza y ojos rojizos, la chica corrió y cuando vio a Santiago sentado abrió su boca de sorpresa, luego de unos segundos corrió hacia Santiago y parecía querer saltarle encima.
Y en realidad lo hizo, sin reaccionar, Santiago dejo que la niña se le trepase solo porque aun no pudo ni ver al emperador, ¿Y si fuese un padre sobre protector? Empujar a la niña seria un pésimo inicio.
"¡Chiara! ¡¿Qué haces?! ¡Por la diosa compórtate!"(Evelyn)
Tomándola del cuello del vestido, la primera princesa le dio un tirón sacándola de encima de Santiago, haciendo pucheros, esta princesa lagrimeo y comenzó gritar.
"¡¿Cuál es el problema?! ¡El no hizo nada! ¡Me dejo estar encima!"(Chiara)
Pataleo tratando de sacarse a su hermana pero esta se la llevo mientras recibía todo tipo de gritos y lloros.
"Odio los niños..."(Santiago)
Con una mirada vacía, Santiago solo se quedo en su sitio sin moverse de cómo estaba antes.
¿Acaso existía algo peor que un niño o niña malcriado? La respuesta es ¡NO! Son un maldito asco, con sus malditos berrinches y lloros hacían que cualquier adulto quisiera irse del sitio.
"Aha ha ha"(Abigail)
Los tres príncipes entraron casi a los golpes, e ignoraron casi por completo a Santiago, no de hecho, el primer príncipe si le ignoro y sin saludarle se sentó en uno de los asientos de su misma fila.
"Varios podemos jugar ese juego..."(Santiago)
¿Una princesa que le saltaba encima a los gritos y el primer príncipe ignorándole? Si querían desprestigiar su posición entonces, el también podía usar el mismo truco.
Cuando el emperador entro, todos se levantaron... Todos menos Santiago, el se quedo quieto sin reaccionar en lo más mínimo, apoyando sobre su puño y mirando hacia el escenario vacío.
El emperador camino y dio un saludo general, y cuando llego frente a Santiago, ambos se miraron, pero contra todo sentido, la mirada de Santiago no era ni desafiante ni amable, estaba llena de aburrimiento y distancia.
"Es un gusto"(Santiago)
Las palabras sonaban como algo obligado a decir y no como si de verdad tuviese ganas de saludarle, esa distancia era tan grande que hizo a los supremos sacerdotes sudar.
"Lo mismo digo"(Juan)
El emperador leyó ese feo ambiente y solo tomo distancia, siguió y se sentó en su sitio, detrás de él estaba la emperatriz la cual ni siquiera fue saludada y siguió hasta sentarse entre el emperador y el primer príncipe.
Y de vuelta, un silencio frio envolvió la sala, al menos hasta que el primer príncipe comenzó a hablar con la emperatriz, poco a poco el resto de personas comenzaron a conversar sus temas propios.
"¿Debería de informarle sobre Agustín?"(Abigail)
"No, Diana Ial ya lo hizo"(Santiago)
"¿Quizás hablarle sobre lo sucedido con Valle Dragón?"(Abigail)
"No me interesa la política y Diana Ial también hablo sobre ellos por encima, no necesito saber más"(Santiago)
"Hhhhmmm, ¿Hay algo que desee saber?"(Abigail)
"No"(Santiago)
Toca pelotas, lo único que quería era sentarme y disfrutar una obra de teatro, no quiero hablar de política o saber sobre gente que me vale verga.
"Parece que la obra va a comenzar"(Hernán)
¡Al fin!
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